Pócima

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Advertencia, ligero contenido sexual

Willow y Hunter se aproximaron a aquella habitación por segunda vez. 

Se pensaría que irían un poco más confiados pero no era así. 

Conscientes del poco tiempo que quedaba, arriesgarse a un error era casi imposible. 

Además de eso, Willow tenía una lucha interna con ella misma. 

Desde la confesión en el jardín no había juntado el coraje suficiente para decirle a Hunter el cómo se sentía. 

No sabía si en verdad debería hacerlo, no parecía ser el momento. 

¿Qué tal si las cosas no salían bien? ¿Si la rebelión no sabía cómo esperaban? 

Ser fuerte era lo que tenía que hacer en ese instante, no dejarse llevar por sus sentimientos. 

El aroma dulzón de nuevo los envolvió. Hunter afianzó su agarre sobre su cintura mientras la conducía por el lugar. 

Irónicamente el ambiente en esa ocasión se parecía mucho más a una fiesta que a la asquerosa orgia que vieron con anterioridad. 

Tal vez era verdad que Belos simplemente quería distraerse. 

Se relajaria, si no fuera por la mirada perdida de varias de las chicas, como si su voluntad se hubiera ido hacía mucho. 

La furia hirvió dentro de Willow, pero una sutil caricia en su espalda la relajo. 

Hunter pareció percibir como se tensaba. 

Agradeció por dentro este gesto, manteniendo su cabeza baja. 

Había muchos nobles, no todos exactamente con acompañantes. El Chico creyó vislumbrar a Darius en una esquina, no sería tan extraño que estuviera en el lugar. 

—Oh joven Hunter. Una sorpresa verlo en este tipo de eventos—

La voz empalagosa y a la vez cargada de veneno los hizo volverse. 

El estómago de Willow se retorció al reconocer a la mujer frente a ellos. 

Odalia Blight los observaba con una sonrisa fingida en el rostro, o más bien observaba a Hunter. A ella le dedicó una mirada que pasó del reconocimiento a la repulsión. 

—¿Cree que podamos tener una pequeña charla? —

Hunter le dedicó una mirada fugaz a Willow. 

No quería dejarla sola, pero llevarla sería extraño aún más frente a Odalia. 

—Tiene 2 minutos— su voz sonó más dura de lo que pretendía, pero no podía ser condescendiente con esa mujer. 

A ella no le pareció importarle. 

Dio un ligero apretón a la cintura de Willow y después la soltó. 

Hablaría rápido con Odalia y volvería a su lado. 

Willow los observó irse, no muy lejos pero si a una distancia donde no podía escucharlos. 

Por primera vez estaba sola sin el chico a su lado. 

Tomó asiento en uno de los sofás. Tratando de pasar desapercibida por los demás. 

Al parecer las marcas funcionaban, ya que ningún otro hombre ni mujer se había acercado a ella. 

Aunque recordar las marcas sólo la llenaba de una sensación cálida que hacía que su mente se confundiera. Pensar en eso en ese instante en definitiva no era bueno. 

Between the DarknessDonde viven las historias. Descúbrelo ahora