Between the Darkness

Comfort

Ya los hice sufrir mucho, tomén algo más lindo :)

—Desaste de el— 

La voz de Belos era suave, no gritaba, pero podía notarse la ira que desprendía. 

Miraba a aquel pájaro como si fuera una gran amenaza, como si estuviera allí para acabar con su vida.

Hunter no podía entenderlo. Normalmente acataría su orden sin chistar, bajando la cabeza y haciendo una reverencia, pero esta no era esa ocasión.

Darius le había dicho que Flapjack había pertenecido a su madre, no tenía más conexiones ni recuerdos de su antigua vida con sus padres.

También se había obligado a dejar a sus únicos amigos para poder mantenerlos a salvo.

¿No podría tener algo por fin que lo hiciera realmente feliz?

Su mirada se endureció y juntó coraje para mirarlo directamente, al mismo tiempo que arropaba a Flap con una de sus manos en forma protectora.

—No. Voy a quedarmelo— Quizá su voz tembló un poco, pero lo valió al ver el desconcierto en la cara de su tío.

—¿Estás desobedeciendo una orden directa? Sabes las consecuencias—

Belos había comenzado a acercarse, en su mano llevaba una daga lista, preparado para atacar.

Hunter estaba acostumbrado a sus castigos, pero esta vez había algo más en su mirada, un brillo de locura que no creía haber visto antes.

—Estoy dispuesto a aceptarlas…— Declaró, a pesar de que sus manos temblaran.

Una sonrisa monstruosa apareció en el rostro del hombre. Alzó su mano dispuesto a atacar, mientras que con la otra lo sostenía de uno de sus brazos.

—Si sobrevives a esto, tal vez te deje quedártelo.

Entonces el cuchillo bajó, aterrizando sobre su rostro. 

Un dolor que nunca antes había experimentado lo recorrió por completo y dejó escapar un grito de agonía.

Sentía la sangre correr por su rostro, ¿Le había dado a un ojo? No podía abrirlo aun.

Lo sintió moverse una vez más, se preparó para el segundo golpe, pero este nunca llegó. 

De repente hubo silencio.

Por fin consiguió abrir los ojos. Frente a él, estaba Willow. Era ella quien sostenía la daga, pero esta vez atravesaba el cuerpo de su tío.

—Estás a salvo Hunter,Nadie volverá a hacerte daño, no voy a permitirlo.

Su rostro era una mezcla de emociones, furia, decisión, preocupación, pero sobre todo cariño cariño hacia el.

Fue en ese momento que despertó.

Lo primero que vio ante él fue un par de ojos esmeralda, observándolo preocupados. 

Podía ver ojeras bajo ellos, clara señal de que no habían descansado. 

—¿Willow? — preguntó con la voz rasposa, aun adormecida. 

La chica se sonrojo levemente dándole espacio, como si hubiera sido atrapada en medio de algo. 

Hunter intentó levantarse, y fue cuando un dolor intenso le recorrió la espalda.

Las memorias del día anterior regresaron a él de golpe. 

—No te levantes, necesitas reposar —

La voz de la chica era suave, casi un susurro. 

Aún así hizo el esfuerzo de levantarse, quedando sentado sobre la cama.