Capítulo 10

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Cuando cayó la noche, Rhaenyra junto a Daemon fueron hacia el lugar que le cedieron a su ma... a Madame Black para que trabajara en tranquilidad lo que tuviera que hacer para hacer ese portal de regreso a su mundo.

Rhaenyra tocó un par de veces de la puerta antes de que se escuchó un " ¡Adelante!", con cuidado abrió la puerta, lo primero que vieron fue un enorme telescopio, más impresionante de los que la Ciudadela de los Maestres podría presumir.

En una silla estaba sentada Madame Black, con la cabeza levemente inclinada sobre el lente mientras en su mano había una taza de té humeante.

—Princesa, príncipe — la primera en inclinarse fue la bruja que trajo Aemond.

Ya tenía las túnicas rojas con las que llegó, sino que vestía similar a como lo hacía Madame Black. Con telas suaves y una estructura de vestidos más lindos. Ajustado en los pechos y suelto por debajo de ellos, tambien tenia el cabello recogido en rizos y usaba guantes blancos hasta las muñecas,

Madame Black, mamá, apartó su vista del telescopio para verlos a ellos.

Era impresionante como los ojos eran los mismos, pero las miradas eran distintas.

Los ojos de su madre eran siempre cálidos y amables, como si una simple mirada bastará para que todos tus males se fueran. Pero la mirada de Madame Black era como si una daga te estuviera presionando el corazón.

—Príncipes — ella se puso de pie y dejó la taza en la mesa donde había pergaminos, libros y cosas extrañas extendidas — No esperaba tenerlos aquí.

"¿Qué quieren?" parecía preguntar su mirada seria, en un tono molesto, como si no quisiese ser molestada.

—Solo queríamos saber si necesitaba algo, Madame Black — dijo Daemon. Rhaenyra estaba en un constante estado de ánimo que pasaba de la depresión, había estado así desde que sostuvo el cuerpo ensangrentado de su única hija, a estar cansada todo el tiempo.

—Hay algo de suma importancia — dijo señalando un mapa raro que mostraba estrellas en una forma esférica— Esto es  un pergamino de doble cara. Mi hijo Sirius tiene la otra parte se va trazando en un tiempo real la situación de las estrellas de nuestro mundo.

—Ahora necesitamos uno de este mundo — explicó la bruja Gaunt — Para ver en qué momento los planos astronómicos hacen convergencia para realizar el ritual.

—Sobre todo ahora que debemos guiarnos en las estrellas porque este mundo tiene un periodo de estaciones desastrosos — agregó Madame Black con cierto tono molesto. —Así que nos debemos guiar exclusivamente en las estrellas y mis runas.

—Podemos hablar con el Maestre Orwyle para ver si tiene lo que necesita— dijo Rhaenyra.

—Eres muy amable princesa

—Por favor, llamame Rhaenyra...

No quería ser llamada princesa, no de esta mujer que tenía los ojos de su madre.

—¿Le apetecía romper el ayuno mañana con mi familia? ¿Ustedes, sus chicos y la señorita Gaunt? — Rhaenyra extendió la invitación a la bruja frente a ella.

—Estamos honrados de su invitación, princesa Rhaenyra.

Daemon avanzó hasta el Telescopio, mirándolo de todos los lados posibles.

—Bonito artefacto — dijo mirando por el lente.

—Oh gracias — sonrió levemente Madame Black — Fue mi regalo de bodas por parte de mi esposo Orión. Él sabía que mis aficiones son las estrellas y las plantas.

Inmortal She   [H.P] [HoTD]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora