Al despertarme pude notar unos pequeños rayos de Sol entrar por la ventana, tenía mucho calor. Mi cuello me dolía al igual que mi espalda, con cuidado me dejé caer de lado, el piso estaba frío y olía a humedad, pero me sentía más cómoda que estando sentada.
X: ¿Sabes una cosa? — Escuché una voz a lado.
Me alejé de los barrotes mientras me ponía de pie.
X: Yo te creo.
Vi una mano sucia y pálida, me acerqué de poco a poco.
X: Algo dentro de mí me dice que tú eres la reina.
- ¿Quién eres tú?
X: Oh, lo siento por no presentarme antes. — Tocio. — Soy Adir.
- ¿Cómo llegaste aquí?
Ad: Traición.
- ¿Al rey? — Dije sorprendida.
Ad: La reina. — Corrigió.
- ¿Por qué?
Ad: Por poner en duda su liderazgo ante el pueblo narniano, por cuestionar sus actitudes.
- ¿Tan mala reina es?
Ad: Pésima, jamás había escuchado que la gente de este pueblo se quejaran de sus monarcas.
- ¿Y el rey por qué no lo impide?
Ad: Él la mayoría del tiempo está fuera explorando Narnia, supone que deja en buenas manos la nación y no cuestiona nada sobre su mujer. La diferencia de ambos es que cuando él toma el control, es un excelente rey — Nuevamente tocio. — Esa mujer es horrible y todo lo que pida se debe cumplir sin ponerla en duda.
- Es orgullosa, no tuve una buena experiencia al momento de conocerla. — Llegue hasta los barrotes y me senté enfrente de ellos, donde podía ver su mano. — ¿Eres humano?
Ad: Sí, lo soy.
- ¿Cuánto tiempo llevas aquí encerrado?
Ad: Posiblemente 7 años.
- ¿7 AÑOS?Estaba sorprendida, ¿cómo era posible que llevara tanto tiempo aquí debajo?
Ad: Puede que sean más, no lo sé. He perdido la noción del tiempo, duermo mucho para no sufrir de hambre.
- Es increíble cómo has estado tanto tiempo aquí.
Ad: Casi se han olvidado de mí, solo tengo dos comidas cada cinco días. — Su mano se quitó del sol. — Me están dejando con vida solo para verme sufrir.
- ¿Cuántos años tienes?
Ad: ¿25 años? ¿26 años? - Dijo confundido.
- No puedo creer que sean tan crueles, eras demasiado joven para que te encerraran aquí.
Ad: Confío en que si el rey supiera que estoy aquí vendría a sacarme, este lugar está vacío. — Tocio. — A excepción de nosotros dos, claro está.
- Bueno, al menos moriré en compañía de alguien.
Ad: Sé que vendrán por nosotros.
- Ojalá.Todo se quedó en silencio y luego una respiración lenta se escuchó, era él que se había quedado dormido. Me acosté yo también en el suelo, puse mis manos atrás de mi cabeza, solo veía el techo. Después de un rato escuché mis tripas rugir. Me senté y abracé mi estómago.
- No te preocupes, sé que ella no será tan cruel para dejarnos morir de hambre.
Entre más tiempo pasaba mis tripas más sonaban, me acomodé en una esquina y me dispuse a dormir para no sentir el hambre aunque sea unas horas.
Me levanté al escuchar a alguien cantar.Ad: And promise me this
You'll wait for me only
Scared of the lonely arms
Surface, for below these burnsSiguió cantando por un par de minutos más hasta que todo otra vez completamente silenció.
- ¿Sabes? Cantas muy bien.
Ad: ¿Te he despertado?
- No, no te preocupes.
Ad: Lo siento, es que te hablé y estabas dormida, suelo cantar para no aburrirme y perder la cabeza.
- No me pidas perdón por algo tan simple.
Ad: Muchas veces no sirve cantar, hace unos cuantos días tuve mi primera alucinación, creo que estoy más muerto que vivo a este punto.Mis tripas otra vez gruñeron, me sentía algo débil, ¿de verdad el dormir me ayudaría? Mi bebé podría nacer enfermo si pasaba hambre.
Ad: ¿Cómo llegaste tú aquí?
- Por estar en el castillo.
Ad: ¿Solo por estar dentro? Qué injusticia, me imagino que el rey no debe de estar a cargo.
- No, él está fuera.
Ad: Cuando yo trabajaba como guardia aquí en el castillo y el rey Erlian estaba a cargo, todas las personas podrían entrar y pasar el rato aquí, incluso ofrecía grandes banquetes para todos. Cuando está la reina nadie puede estar dentro, pensé que esa tonta regla la habrían quitado.
- Qué estupidez.
Ad: Sé que solo los sacan del castillo, ¿pero encerrar a alguien?
- Irena y yo no nos conocimos de la mejor manera posible. Digamos que, no fui lo bastante cortés con ella.
Ad: Entonces eso explica él cómo llegaste a este punto.
- ¿Podría preguntarte algo?
Ad: Claro.
- Hace unos momentos, me dijiste que cantabas para no perder la cordura estando aquí abajo.
Ad: Así es.
- Pero también mencionaste que tuviste una alucinación, ¿qué fue?
Ad: Una mujer, una preciosa mujer. — Se le escuchó suspirar. — En este lugar por fin se veía la luz, la mujer me estaba dando la espalda, pero al frente de ella había un espejo y me miraba por él. Tenía puesto un vestido azul y las mangas largas rojas colgando, tenía su espada al rededor suyo, tenía una corona puesta. — Me acomodé en mi sitio y traté de verlo, pero todo estaba muy oscuro. — Sé que era alguna de las reinas, pero no sé quién era, cuando la vi pude sentir esperanza, la esperanza que perdí hace mucho tiempo. Pero esa esperanza desapareció al momento en que dejé de verla.
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Los Reyes De La Era De Oro IV (Edmund Pevensie)
FanfictionHan pasado varios siglo en Narnia y tan unos pocos años en el mundo real. ¿Estarán listos para una nueva aventura? ¿Están listos para que los Callen y Pevensie sean recordados? Una última aventura los espera. Y a veces, la sabiduría no será su mejor...