Casi lo tenía que cargar para que pudiera caminar, me dio pena el verlo de esa manera, ¿cómo pudieron ser tan crueles en dejarlo así? Y dejar que casi muriera. Suspiré con frustración. Poco a poco fuimos subiendo hasta que llegamos a la parte de arriba.
Mino: ¿Qué haremos con él? - Dijo tras dejarlo en el suelo.- Deja que descanse, llévalo a una habitación y mañana veré qué hacer.
Adir no levantó la cabeza en ningún momento, solo suspiraba con pesadez, y ahora que había un poco más de luz, pude ver en el pésimo estado en el que estaba, su ropa estaba sucia y rota, estaba casi y en los huesos, desprendía un olor desagradable.
- Cuiden de él, mañana por la mañana iré a verlo.Ambos minotauros asintieron con la cabeza. Me di la media vuelta cuando ambos se fueron con Adir, camine por el pasillo de manera lenta, era tan idéntico a Cair Paravel.
Fue hasta que llegué a ese par de puertas, me paré frente a ellas y vi lo grande que eran. ¿Entraba o pasaba de largo? ¿Estará cerrado?Tragué saliva y tomé ambas manijas, estas hicieron "clic", estaban abiertas, así que las empujé hasta que se abrieron por completo.
Tenía la cabeza abajo, no quería ver nada, me di la vuelta cerrando las puertas para volver a voltear.
- Uno, dos, tres. — En ese momento levanté mi cabeza.
La suave luz de la luna se filtraba a través del techo, inundando la habitación con una iluminación casi perfecta. Varias obras de arte decoraban las paredes, pero en el centro de la estancia destacaba una vitrina que exhibía mi vestido de novia junto al traje que Edmund había llevado en nuestra boda.Una cálida sonrisa se curvó en mis labios al rememorar aquellos días dorados en Narnia cuando apenas teníamos 19 años. Donde unimos nuestras vidas en matrimonio. Los recuerdos de ese momento aún me llenaban de emoción. Recuerdo cómo caminé hacia el altar, con la certeza en mi corazón de que estaba tomando la decisión más importante de mi vida. Edmund me esperaba al final del pasillo con una mirada llena de amor y promesas de un futuro juntos.
Ahora, tenía la misma edad que cuando pronunciamos nuestros votos. Sin embargo, la realidad era tan diferente. Mi vestido de novia, cuidadosamente preservado en una vitrina, era una testigo silente de aquellos días de felicidad. Pero su presencia me recordaba la dolorosa posibilidad de que nunca volvería a ponerme algo tan hermoso, que los días de juventud y aventuras compartidas en Narnia podrían haber llegado a su fin.
Lo que alguna vez fue tan vívido y tangible, ahora se volvía tan lejano. Los años habían pasado, y con cada uno de ellos, aquellos momentos dorados que compartimos se alejaban en el espejo del tiempo. Las experiencias que compartimos en Narnia moldearon nuestro amor y nuestra vida, y aunque nuestro mundo se desvanecía en el pasado, su influencia perduraba, recordándonos siempre que, aunque las estaciones cambien, el amor y los recuerdos que compartimos seguirán siendo eternos.
Todos sus encantos y desafíos, parecía haber quedado atrás, convirtiéndose en un hermoso pero distante capítulo de nuestras vidas.
Cuando miré hacia abajo, observé mi mano y noté el brillo familiar del anillo de matrimonio en mi dedo. ¿Me lo habría puesto cuando lo encontré? No podía recordar con claridad si había vuelto a ponerme el anillo que simbolizaba nuestra unión. Mis dedos temblaban ligeramente mientras lo observaba con atención, sintiendo el peso de sus significados y promesas.
Pasaron unos segundos, en los que mi mente viajó atrás en el tiempo, reviviendo momentos compartidos con Edmund y todas las emociones que habíamos experimentado juntos. Finalmente, cerré el puño con fuerza, abrazando el anillo como si fuera un vínculo tangible con nuestro amor. Era un recordatorio constante de lo que habíamos construido y compartido a lo largo de los años, y no importaba cómo hubiera llegado a estar en mi dedo en ese momento; lo que importaba era que estaba allí, como un lazo que unía el pasado y el presente, dándome fuerzas para enfrentar el futuro incierto que se extendía ante mí o eso creía creer.
ESTÁS LEYENDO
Los Reyes De La Era De Oro IV (Edmund Pevensie)
FanfictionHan pasado varios siglo en Narnia y tan unos pocos años en el mundo real. ¿Estarán listos para una nueva aventura? ¿Están listos para que los Callen y Pevensie sean recordados? Una última aventura los espera. Y a veces, la sabiduría no será su mejor...