Radiactivo.

Dieciséis

Los gemelos Evans parecían a gusto con su nueva protectora (porque claramente lo era), así que estaba solo en el bosque.

Aunque, si mirabas bien, sabías que Ty no estaba del todo feliz: en su cabeza se formaba una y otra vez la escena de él frente a Kaj, diciéndole a ésta Elazael.

También, y encadenándose con esa vergonzosa escena, recordaba a su ex novia, sí, la famosa Elazael.

Como tenemos tiempo, puedo contarles una pequeña historia: Erase una vez un joven triste y desdichado, que veía como sus padres salían en televisión y escuchaba a su hermano llorar en la litera de abajo porque sus estúpidos amigos se burlaban de sus dibujos (que eran muy buenos).
En esta historia, también había una chica, así que...

Erase una vez una chica de cuerpo perfecto y corazón podrido por la falta de amor.

Ella no lloraba todas las noches, no, ella gritaba obscenidades mientras se encontraba en la cama de alguiem más, siendo llenada por algo que no era amor, pero de igual manera, cerraba sus ojos e imaginaba que los chicos y sus cómodas camas la amaban. Porque Dios la había hecho perfecta. De sus costillas. De su sangre.

Pero pronto se olvidó de eso, a nadie le importaba. Y se escuchaba muy tonto cuando las niñas de su primaria le preguntaban por qué siempre estaba besando su reflejo en los baños.

-Estoy besando a Dios -les había dicho tranquilamente.

Pero íbamos a hablar del chico, no de la chica. Ya hablaremos un poco mejor de ella si tú, querido lector, así lo deseas.

Total, que un día en la escuela más cara de Irlanda, en el primer grado como estudiante de secundaria, el gemelo Ty Evans y la señorita Elazael Truker se conocieron en su segunda clase (que resultó ser matemáticas (en las que Ty es un asco (pero Tuker no))). Terminó pidiéndole ayuda, pero ella se negó rotundamente, alegando que no tenía tiempo para un niño estúpido sin cerebro. También ese día, la cita de esa chica (la tal Tuker, como solía llamarla Richie) fue por ella a clases (era un ventiañero con aspecto a drogadicto amante del crak y de las novelas pornográficas que solían ver en los maletines del director).

»Nota: el viejo se negaba rotundamente, diciendo que se las había quitado a algunos alumnos rebeldes por los pasillos«

Horas después, Tuker y Evans volvieron a coincidir en otra clase más, que era gimnasia (en la cual Evans era muy bueno. (Pero Tuker era un asco.) y tuvieron que hacer parejas para algunos ejercicios.

Está más que claro que ellos dos no tocaron juntos si el profesor los seleccionaba por orden alfabético.

Pero Evans 1 y Evans 2 sí que tocaron juntos... Y pudieron burlarse de lo tonta que se veía Elazael en esos pantaloncillos cortos, en cómo se le notaba la toalla sanitaria y en cómo le coqueteaba con torpeza al maestro.

Quién diría que un año más tarde el Evans de ojos tristes enamoraría a esa chica falta de amor.

Bueno, no lo dijo nadie, ni siquiera lo predijeron, pero llegó el día: Tuker y su nueva conquista estaban teniendo una pele cerca de una cafetería a altas horas de la noche.

El chico estaba borracho y zarandeaba ferozmente a la niña (porque comparando edades ella era una niña) y ella gritaba a todo pulmón para que la dejara en paz.

Justo en ese momento Ty, Richie y varios amigos suyos del mismo instituto salieron de la cafetería con su café en las manos; recién terminaban de cenar y de haber tomado algunas cervezas a escondidas (para eso el café) cuando vieron a la inusual y violenta pareja en su encuentro. Richie y los demás comenzaron a irse, pero Ty corrió a la escena y le propinó tal puñetazo al chico, que éste cayó inconsciente en la acera. Elazael gritó, ¿estaba muerto?
Richie, que había observado todo desde lejos, tomó el pulso del hombre.