Hay una profecía: "cuándo el hijo de Adán en carne y hueso, en el trono de Cair Paravel esté sentado, los malos tiempos se habrán ido...
"Una antigua leyenda dice que dos hijos de Adán y tres hijas de Eva van a derrotar a la reina blanca y a restau...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Los telmarinos comenzaron a usar las catapultas contra los narnianos, el ahora soldado que estaba al mando del ejército dió la orden de atacar y todos comenzaron a aproximarse hacia ellos en sus caballos. Caspian y Lía se encontraban montados en caballos esperando la orden de Peter mientras Susan se encontraba en la parte de arriba con los arqueros.
Peter le dirigió una mirada junto con un asentimiento a Caspian, quien rápidamente dirigió el caballo hacia el interior del refugio junto a Borrasca para encontrarse con el resto del ejército narniano.
Los telmarinos se acercaban cada vez más y Lía preparó su arco para cuando el momento de atacar llegara. Escuchó como Susan daba la orden de apuntar a los arqueros, quienes se pusieron en posición de inmediato.
- ¡Prepárense! -gritó Peter.
Lía sintió el suelo temblar y vio a los caballos de los telmarinos trastabillar para finalmente ver cómo el suelo se abría haciéndolos caer.
- ¡Ahora! -grito Susan comenzando con la lluvia de flechas.
- ¡A la carga! -grito Peter mientras alzaba su espada y comenzaba a correr junto a Edmund y aquellos soldados que estaban fuera. Caspian salió por otra salida que habían improvisado junto al ejército restante tomando por sorpresa a los telmarinos quienes no dudaron en comenzar a atacar.
Amelia azotó las riendas del caballo quién comenzó a galopar rápidamente, se aseguró de sujetarse bien con las piernas a ambos extremos de la silla de montar y comenzó a disparar flechas a aquellos telmarinos que intentaban salir del pozo que se hizo debido al hundimiento del suelo junto a Edmund, quien les disparaba con una ballesta.
Amelia vio con terror como aún más telmarinos comenzaban a avanzar hacia ellos e hizo una señal a los grifos que llevaban volando con ellos a algunos enanos con sus arcos para que comenzarán a disparar desde arriba mientras esquivaban las rocas que las catapultas de los telmarinos lanzaban.
- ¡De regreso al fuerte! -gritó Peter y Lía lo miró regresar corriendo, al igual que a Caspian, así que redirigió el caballo hacia dónde estaban ellos después de lanzarle una flecha a un Telmarino justo en el ojo.
