ᴄᴀᴘíᴛᴜʟᴏ 27: ¿ᴘᴏʀ ǫᴜé?

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Luego de al menos media hora de pequeñas charlas con algunos besos y caricias de por medio, Caspian y Amelia regresaron junto a los demás. Adrian estaba ya dormida junto a Lucy, quien miraba hacia el cielo mientras se mordía la uña del pulgar, Edmund estaba recostado de lado, mirando hacia la costa y Rhys estaba sentado frente a la fogata mirando fijamente hacia las llamas.

Ambos reyes llegaron hacia ellos tomados de la mano y sin decir nada más se recostaron en el suelo a dormir. Había sido un día muy largo, difícil y lleno de muchas emociones.

Caspian se tumbó de espaldas y rodeó la cintura de Lía con su brazo para atraerla hacia él y ella pasó su brazo por su abdomen recargando su cabeza sobre su pecho permitiéndole escuchar sus constantes y relajantes latidos. Eran concientes de la atmósfera incómoda que se creo al ellos llegar pero decidieron no prestar atención.

Lo que los demás estuvieran pensando o sintiendo era algo de lo que no tenían ganas de preocuparse; por mucho tiempo intentaron resistirse a lo que ambos sentían que ahora tan solo querían disfrutar su tiempo juntos.

Lucy cerró los ojos para intentar dormir, Edmund les dió la espalda y Rhys permaneció inmóvil, mirándolos de reojo de vez en cuando, apretando los dientes pensando en lo injusta que se había vuelto la situación con Amelia; mientras que él se esforzaba en hacerla sentir bien, se interesaba en ella, intentaba hacerla sentir cómoda, Caspian tan solo llegaba, le decía cosas bonitas y ya la tenía. Dura te tres años Amelia era lo único en la cabeza de Rhys, y aunque si, sus interacciones fueron mínimas y algo efímeras algo en la antigua reina se introdujo en él con tanta intensidad que al momento de verla salir del agua tan solo quería envolverla en sus brazos y nunca más soltarla, estar a su lado a cada segundo y evitar que se siéntese mal. Pero por desgracia, Caspian tenía que estar de en el medio.

I Choose To Believe (Principe Caspian) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora