Hay una profecía: "cuándo el hijo de Adán en carne y hueso, en el trono de Cair Paravel esté sentado, los malos tiempos se habrán ido...
"Una antigua leyenda dice que dos hijos de Adán y tres hijas de Eva van a derrotar a la reina blanca y a restau...
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Amelia y Rhys estuvieron gran parte del día paseando por el castillo y los alrededores, este le mostraba cada parte del pueblo, le explicaba quien era quien y lo que hacían; saludo a unos cuántos Telmarinos/Narnianos y pasaron un buen momento juntos.
Rhys parecía ser una buena persona: era respetuoso, siempre caminó a una distancia apropiada de ella; la escuchaba atentamente sin interrumpirla y se empeñaba en hacerla reír y en entretenerla con sus historias. Caspian tuvo razón en una cosa: le gustaba regodearse, pero lo hacia de una manera tan sutil que Amelia no le tomó importancia.
- Lamento si la estoy aburriendo con todo esto, Majestad -se disculpó después de contarle sobre el primer ciervo que cazó a los diez años-, es solo que no se exactamente de que hablar con usted siendo una reina.
- Sigo siendo una persona como todos los demás, Rhys.
- Por supuesto, es solo que usted ha pasado por cosas aún más interesantes que yo, es más experimentada que cualquiera en este lugar... Bueno, usted y los otros cuatro reyes debido a todo el asunto de su mundo y la forma en la que corre el tiempo ahí.
- Todo ese tema es muy complicado.
- Si gusta podemos charlar de otra cosa.
- Oh no te preocupes, en realidad si es interesante y lo más intrigante es que no importa lo mucho que lo piensas no lograrás encontrarle lógica.
- Yo si encuentro la lógica -Amelia lo miró mientras alzaba las cejas interrogandolo-... Magia.
- ¿Cómo es que nunca se me ocurrió? -respondió riendo a la par de él.
- Venga, le quiero mostrar el pozo que hay detrás del castillo, al parecer cumple sus deseos si lanza una moneda.
Caminaron al rededor del castillo en un silencio cómodo, Rhys la condujo a un jardín lleno de manzanos y Perales con un arrollo a un lado que daba hacia el río, justo en medio de todos aquellos árboles frutales se encontraba un pozo viejo y cubierto de moho, tenía algo de hierba creciendo a lo largo de el e incluso tenía un par de piedras caídas a su al rededor.
- ¿Es necesario un pozo mágico en un pueblo lleno de criaturas pensantes?
- Puede que ahora no, pero a pesar de todo lo que Miraz decía sobre la magia y los mitos sobre Narnia, los telmarinos decidieron creer que este pozo era mágico.
- ¿Por qué?
Rhys se encogió de hombros con una leve sonrisa a boca cerrada.
- Creo que a la gente le gusta creer en algo mucho mayor a ellos con la capacidad de hacer realidad sus deseos.
- ¿Cómo un dios? -preguntó con burla.
- O cómo motivación a realmente alcanzar sus sueños.
Lía sonrió a te ésto último y se acercó para ver más de cerca el pozo.