Hay una profecía: "cuándo el hijo de Adán en carne y hueso, en el trono de Cair Paravel esté sentado, los malos tiempos se habrán ido...
"Una antigua leyenda dice que dos hijos de Adán y tres hijas de Eva van a derrotar a la reina blanca y a restau...
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Las farolas del barco fueron encendidas dándoles a todos una leve iluminación del lugar. Se podían deslumbrar algunas formas irregulares entre el agua que Lía suponía eran rocas; podía ver ráfagas de aquella verdosa y espeluznante bruma por todos lados, amenazando con rodearlos y jugar con ellos.
Todos miraban al rededor con la guardia en alto, preparados para lo que sea. La bruma comenzaba a filtrarse en el barco, pasando a través de ellos, tomando diferentes formas para cada persona.
—La niebla es demasiado densa —Trinian le dijo a Caspian y a Lía, quienes estaban juntos, hombro con hombro.
—¡Amelia! —Lía se sobresaltó al escuchar un estruendoso grito detrás de su oreja. Aquella voz que estuvo escuchando las últimas semanas en sus sueños. Se giró y vio la figura de mamá Ann hecha completamente de aquella bruma—. Nunca has hecho nada más que decepcionarme —se desvaneció y volvió a formarse del otro lado—. Mírate, ¿Te haces llamar reina? No pudiste proteger a tu pueblo de una invasión.
Aquella aparición giraba al rededor de ella, aparecía y desaparecía cada par de segundos, junto a ella pudo notar a Caspian ser atormentado por algo, así que tomó su mano y sintió con el rey le daba un fuerte apretón.
—Estoy bien —dijo Caspian con voz temblorosa.
El barco seguía adentrándose a aquel lúgubre lugar, Lía miró como todos en la cubierta daban saltos por la sorpresa y su rostro mostraba terror... y así fue hasta que un grito se escuchó desde lo lejos.
Y supo que no se lo imaginó, pues todos comenzaron a mirar desconcertados por todos lados.
—¡No sé acerquen! ¡Váyanse!
Todos se acercaron a la borda para tratar de encontrar rastro del propietario de aquella voz.
—¿Quien anda allí? —Edmund gritó.
—¡No le tenemos miedo!
—¡Ni yo a ustedes!
Edmund tomó su linterna y alumbró hacia donde provenía aquella voz. Apuntó a un par de rocas en la que lograron ver a un hombre alarmantemente delgado, sucio y descuidado gritándoles.
