XIII

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Era extraño, pues Figure nunca pensó que el podría disfrutar algo más que no fueran sus libros, más extraño aún es que lo que disfrutaba era el sufrimiento de otros, sin embargo estos "otros" se limitaban a jugadores, ya que no sentía ningún deseo de hacerle daño a alguna entidad, ni siquiera algo como querer ser la mejor de estas, no, era un odio a los jugadores, ¿Por qué?, nadie lo sabe, ni siquiera él mismo.
Decidió restarle importancia y siguió con lo suyo, aunque ya estaba aburrido, la jugadora, cuál nombre aparente era María, había muerto, aunque no es ninguna sorpresa, murió de hemorragia, Figure no tenía la intención de dejarla vivir, así que no se molestó en tratar de hacerla "funcionar" por un poco más.
Al término de sus "juegos" enterró su cuerpo, ya estaba oliendo mal, y no le gustaba como decoración. Limpio cómo pudo la habitación como si fuera un secreto pero ¿A quien se lo estaba ocultando? ¿A Seek?, tampoco tiene una respuesta concreta para eso, simplemente no quería que alguien se enterará.
Aunque claro, al ser ciego su limpieza no era perfecta, por lo cual tendría que pedir ayuda para terminar el aseo de su biblioteca.

—Hmm, tal vez Seek me ayude.—
Al pensar en el sonrió levemente.
Tal vez la idea de pasar tiempo con él no esté tan mal..—

Sin darse cuenta ambos disfrutaban, o bueno, por lo menos la compañia del otro no parecía disgustarles tanto como antes.

















—Ugh, ¿Que hora es..?— dijo aún con los ojos cerrados tumbado en su cama.
Demonios, aquí no hay ningún reloj.¿Cuánto tiempo dormí?— se paró y salió de aquel lugar.
Me pregunto que estará haciendo Figure, ¿En donde se habrá metido?.—
Camino sin rumbo, nuevamente, por los largos pasillos del hotel, está vez, decidió dirigir su paso a la biblioteca.

No recuerdo que este lugar estuviera tan lejos.— abrió las puertas, sin tocar ni hacer algún anuncio de su presencia.
—¿Huh?.—
—Ah, Figure, soy yo.— extrañamente no esperaba encontrarlo ahí, pero ¿qué más podía esperar?.
—Seek ¿Que te trae por aquí?.— se paró de su asiento y fue se acercó al contrario.
—Vine por algo para leer, ¿Tu que hacías?.—
—Estaba leyendo un libro.—
—Oh, ¿Que es?.—
—Parece que es un libro de cocina.— volvia a su lugar, con un poco de cuidado, extendiendo sus manos para guiarse con su tacto y no tropezarse.
—¿Hmm?.— simplemente siguió el paso del otro, sentándose cerca de él.
—No es interesante, ¿Por qué no me lees tu algo?.—
—Supongo que quieres que te lea algo.—
—Tal vez— dijo burlon— hay una sección de libros que no puedo leer porque no están en braille, me gustaría poder saber de qué tratan.—
—Bien, déjame ver.— se levantó de su asiento hacia una pila de libros desordenados, los cuales no estaban en braille.
—¿Puedo tomar el que sea?.—
—Si, de todos modos ni siquiera sé cómo sonos libros.—
Tomo un libro el cual tenía una portada morada con detalles dorados, se veía realmente antigua, pero aún así interesante. Volvió a su asiento junto al más alto y comenzó a leer.
—¿Cual es el título?.—
—No tiene.—
—¿Huh?.—
—No tiene título, ni siquiera se ve dañado o algo, simplemente no tenía título.—
—Pero ¿puedes leerlo?.—
—Claro, parece que está en nuestro idioma, así que no hay problema.—
—Bien.—
Jugó un rato con las páginas del libro examinando estas lentamente, estaba lleno de polvo y se veía viejo, pero no dañado, aunque tampoco estaba en perfecto estado. Finalmente se digno a empezar a leer en voz alta.





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