Sonic abrió los ojos y observó cómo estaba en una habitación de piedra, suspiró de la frustración de saber que cualquier cosa podía pasar afuera de su mente con él, bueno, volviendo a la habitación de piedra, esta tenía una gran cantidad de armas blancas y escudos en un muro de madera, había una cama y una alfombra azul en el suelo, en su espalda había una ventana pequeña que daba un poco de luz, al parecer era un atardecer, él miró a su alrededor hasta que notó que la puerta se abría lentamente, se colocó en guardia y esperó hasta que la puerta de madera se abrió y de ahí entró el pequeño Sonic, el de sus recuerdos, tenía una armadura de cuero que cubría gran parte de su cuerpo, un casco pequeño, unos guantes y unos zapatos de cuero, esto le llamó la atención, cerró la puerta y tomó una espada que estaba ahí, practicando, Sonic se sentó en la cama y lo observó entrenar, era sorprendente ver cómo los ataques que hacía eran parecidos a los que él una vez hizo junto a Calibur… tras unos minutos escuchó que tocaron la puerta…
-¡Ya voy!- dijo Sonic con su voz chillona, abrió la puerta y ahí estaba su padre con una caja de madera, entró y cerró la puerta -Papá ¿Que haces aquí?-.
-Este día es importante para ti y para mí, por eso te quería dar un regalo, antes de que pelees con Speedster- mostró la caja dejando en Sonic una gran sorpresa.
-¿Y qué es exactamente?-.
-Bueno ¿Por qué no abres la caja para saberlo?-.
El pequeño abrió la caja lentamente y después de eso se sorprendió con lo que veía, eran unas zapatillas rojas, rojas pero con un brillo increíble, la luz se reflejaba con facilidad, la suela era blanca y suave, sus bordes eran gruesos y sólidos, la parte superior tenía una cinta blanca que cubría una parte de la zapatilla y por último, en la entrada habían una especie de calcetines que cubrían el tobillo protegiéndolo de alguna lesión, eran muy llamativas y distintas a cualquier otra que hubiera visto antes…
-Wow, son muy increíbles-.
-Si, lo sé, y lo mejor de todo es que reaccionan a tu crecimiento, mientras más grande te hagas ellas igual, hechas de una fibra especial para ti-.
-¿De verdad? ¡Eso está más increíble aún!-.
-Si, estoy seguro de que te gustarán siempre… ¿Por qué no te los pruebas?-.
-Está bien…- se quitó sus zapatos de cuero y se colocó sus nuevas zapatillas, inmediatamente sintió como sus pies se acomodaban de manera perfecta en el interior de el calzado y se puso de pie con mucha alegría -¡Se sienten de maravilla!-.
-Me alegro mucho de eso… ¿Vamos al coliseo?- preguntó el erizo mayor con su mano extendida hacia él.
-Vamos, con esto ya no importa si gano o no, ¡Me siento más que satisfecho!-.
El Sonic que estaba viendo todo se quedó más sorprendido aún, ahora no solo sabía que sus filosofías fueron heredadas por su padre sino que también sus zapatillas, las únicas zapatillas que había utilizado toda su vida para correr a su máxima velocidad, para salvar al universo y varios más de el mal, todo eso no solo le hizo sentir un dolor un poco más grande en su pecho, estaba de alguna manera asimilando eso, cómo si extrañara a su padre de alguna u otra forma… parecía que en cualquier momento se iba a desmayar, aún así no había acabado el recuerdo, estaba en el mismo lugar solo que su padre y su yo pequeño no estaban ahí, se habían ido al coliseo; los siguió y caminó detrás de ellos escuchando y viendo cómo su padre cuidaba de su yo más pequeño, le daba una vida muy feliz y aparte de eso una seguridad muy grande, en fin, tras seguirlos entre la ciudad, logrando llegar al coliseo notó como pasaron en una entrada que era meramente para los luchadores, pasó y esperó a ver que más pasaba, pero en cuanto sintió una mano en su hombro el volteó a ver sabiendo de quien se trataba…
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La Traición
Fiksi PenggemarLa vida de nuestro héroe era normal, pelea contra Eggman, todos viven felices y así....o eso pensaba, unos meses después de los sucesos de Infinite el conoce a alguien nuevo, alguien que le quitará todo lo que tiene, y lo dejara destrozado... ¡ATENC...