Entre la mafia y la corona [Hyunlix]

12. Casa de verano.

Una semana después...

—Felix, hijo, despierta ya—Como rara vez sucedía, Felix sintió el peso de su madre sobre su cama, ella había venido a despertarlo personalmente.

—Mghm...¿Qué pasa?—preguntó adormilado.

—Ya levántate cariño—Ella tiró de sus brazos, obligándolo a sentarse.

—Mamá—Se quejó él y miró el reloj junto a su cama—¡Son las siete de la mañana!

—Lo sé cariño. Pero debes bañarte y alistarte, en dos horas partes con tu prometido hacia la casa de verano.

—No entiendo mamá, no es verano—Ella lo ayudó a levantarse, en pasos torpes fueron hasta el baño.

—No te hagas el tonto hijo, lo hablamos en la cena ayer, te irás por dos días con Hyunjin a la casa de verano, solos.

—¿¡Solos!?—Esa confesión lo había hecho despertar más que el agua fría en su rostro.

—Bueno, no solos. Con guardias, pero tranquilo, ellos estarán afuera y por el perímetro—Le guiño un ojo mientras decía lo último.

—¡Mamá!

—Lo siento, pero ya está todo arreglado. Hyunjin y tú deben pasar tiempo juntos antes de la boda. Es una tradición familiar.

—Pero...

—Sin peros, cuando vuelvas debes confirmar tu decisión sobre casarte con él.

El príncipe suspiró y entró a su closet, sin saber que elegir.

—Ve a bañarte, yo me encargo—Sonrió de manera cálida ella al ver la confusión e indecisión en el rostro de su hijo.

—Mamá, esto es una locura. No puedo creer que tenga que pasar dos días en la casa de verano con Hyunjin, ¡Solos! — exclamó el pecoso mientras se dirigía hacia el baño para bañarse.

—Trata de calmarte, hijo. Todo saldrá bien, y es una oportunidad para que te conozcas mejor con Hyunjin antes de la boda — le aconsejó su madre mientras se ocupaba de la situación de su ropa.

Finalmente, Felix se bañó y se alistó, tratando de mantener la mente abierta y dispuesto a hacer lo mejor de la situación. Una vez listo, salió de su habitación para encontrarse con su madre, quien lo miró con una mezcla de orgullo y cariño.

—Así me gusta, hijo. Ahora van a desayunar, pronto llegarán a recogerlos. Te amo mucho, y quiero que seas feliz —le dijo su madre, abrazándolo afectuosamente.

Él correspondió el abrazo y bajó las escaleras hasta el comedor donde Hwang lo esperaba con una vestimenta más casual a la que solía usar. Y lo odiaba, odiaba lo bien que se veía incluso así.

—Buenos días—Saludó el mayor y Felix lo miró con mas detalle, notando que los moretones con los que había vuelto antes, ya empezaban a irse.

—Hola— Respondió con nerviosismo.

—¿Estás nervioso? —preguntó Hwang con delicadeza, pero a la vez con picardía, como si en el fondo quisiera poner aún más nervioso al menor.

—Un poco, supongo —admitió Felix, tratando de ocultar sus emociones, pero sabiendo que era inútil hacerlo frente a Hyunjin, quien parecía leerlo completamente con tan solo una mirada.

—No deberías estar preocupado. Nada será diferente a como lo es aquí.

Pero Felix, aun asi sabiendo que Hyunjin tenía razón y que se tratarán como lo hacían normalmente en el palacio, no podía evitar sentir ese famoso cosquilleo en el estómago, estar solos en la casa de verano significaba que en aquellos momentos en los que al mayor le gustaba ponerlo nervioso con su cercanía, él no iba a poder escapar con una excusa barata y con el sonrojo a flor de piel. Estar solos en aquella casa, para Felix significaba tener que afrontar sus sentimientos.