Christina tendrá que sobrevivir a diversas pruebas del odio descifrando enigmas y sintiendo en su propia piel lo que duele haberse convertido en una de sus principales víctimas.
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Christina Ham...
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Durante el camino hasta llegar a casa ninguno de los dos comentó ni una sola palabra, ambos estábamos sumergidos en nuestros propios pensamientos y ahora sólo las lágrimas que recorrían libremente por nuestros rostros delataban la verdad que había sido expuesta. Miré mi celular y vi que una llamada de Leander se mostraba en la pantalla, yo no quería hablar con nadie en este momento, así que la rechacé, aún sabiendo que más tarde tendría que mirarlo a la cara para contarle todo, pero eso sería sin duda después.
Antes de abrir la puerta del departamento, yo tomé la mano de mi hermano y él me abrazó para compartirnos fuerzas, sabíamos que lo que estaba a punto de pasar sería algo muy difícil para todos como familia, y esta vez no estaba segura si es que en algún momento podremos llegar a superarlo. Al entrar a casa, papá y mamá estaban sentados en el sofá mirando televisión, sabía que papá tenía que regresar a trabajar en algunas horas, así que debíamos ser rápidos y directos, era lo mejor para que la noticia no duela tanto. Apenas ellos vieron nuestros rostros supieron que algo no andaba bien y preguntaron al respecto, a lo que respondimos que necesitábamos hablar. De pronto, el lugar quedó dentro de un silencio incómodo cuando el ruido del aparato se apagó, y ante las expresiones confundidas y preocupadas de papá y mamá, Liam comenzó a relatar con sumo detalle lo que debía decir, así como lo hizo conmigo.
Volver a escuchar todo lo que ya sabía hizo que un remolino de emociones llegara a mí, tantas cosas vinieron a mi cabeza que sólo quería llorar, pero ya habían salido tantas lágrimas de mí que ya no quedaban más para correr. Yo no añadí ni una sola letra, sólo Liam hablaba mientras nuestros padres no podían parar de llorar y negarse ante lo que estaban escuchando. Cuando él terminó, les mostró el video, y el enterarse que su propia hija tenía intenciones de matar a su otra hija, fue demasiado para mi madre porque se desplomó en el asiento donde estaba.
Inmediatamente, papá la acomodó bien en el sillón, y Liam y yo fuimos por alcohol y el teléfono para llamar a urgencias, respectivamente. Poco a poco, mamá fue reaccionando con ayuda de la sustancia química, mi madre fue despertando sin tener que llevarla al hospital. Liam se alejó un poco y ella, cuando vio nuestras caras, supo que lo que pasó no fue sólo un sueño porque comenzó a llorar sin control mientras se incorporaba.
- Dime que no es verdad, dime que tú no eres el asesino de tu hermana, ¡Dímelo! - Dijo ella alterándose.
- Mamá, no sabes cuánto quisiera que todo sea una pesadilla de la que vamos a despertar, pero no puedo, es la verdad, pero todo fue un accidente, te juro que no quería - Respondió Liam.
- Morgan estaba enferma y nunca nos dimos cuenta, nosotros fallamos como padres. No es tu culpa, hijo - Dijo papá.
- No papá, no es su culpa, ella hizo todo para que ninguno de nosotros sospechara de sus planes tan maliciosos. Sí, es cierto que ella estaba enferma, pero nunca demostró el más pequeño cambio, por lo que fue imposible ayudarla. Ahora ya es muy tarde para todo y lo que menos debemos hacer es buscar culpables, porque aquí todos somos víctimas de un terrible destino - Dije.
