Christina tendrá que sobrevivir a diversas pruebas del odio descifrando enigmas y sintiendo en su propia piel lo que duele haberse convertido en una de sus principales víctimas.
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Christina Ham...
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Apenas Evans terminó su llamada con la policía, yo pude sentir cómo toda la sangre se me iba del cuerpo, la policía vendría y probablemente nos llevaría a Leander y a mí a la delegación por infringir la ley y violar las normas de la investigación. Yo no podía permitir que Leander estuviera inmerso en un escándalo así, y mucho menos por mi culpa, algo tenía que hacer yo para librarlo de esto. Sin embargo, él parecía muy tranquilo frente a la magnitud de problema que se avecinaba. Los oficiales no tardaron en aparecer pidiendo explicaciones sobre lo que había pasado. El primero en hablar fue Evans ya que él había sido quien hizo la llamada, y como era de esperarse, dijo que nosotros habíamos entrado a la casa sin permiso alguno, yo quise hablar pero Leander me hizo seña de que él hablaría.
- Señores oficiales la verdad lamento que los hayan hecho venir sin motivo, no hay nada qué denunciar, la señorita Christina Hamilton y yo obtuvimos todos los permisos para poder entrar a la casa dentro de la investigación. Todo fue un engaño de este señor - Dijo Leander sorprendiéndome y sacando unos papeles del bolsillo de su gabardina - Aquí está el permiso.
- Por lo que veo todo fue correctamente solicitado y aprobado por el oficial a cargo. Deberíamos llevárnoslo a usted por falsa alarma - Dijo uno de los policías revisando el documento y encarando a Evans.
- Sin embargo, este señor ha estado espiando y siguiendo cada uno de los pasos de la señorita, considerándose una potencial amenaza para ella y su integridad. Me gustaría que se pudiera solicitar una orden de alejamiento - Dijo Leander.
- Eso debe levantarlo la señorita, acercándose a la comisaría - Respondió el policía.
- Lo haré cuanto antes. Muchas gracias - Dije.
Después de esos breves instantes, Leander y yo nos fuimos. Evans todavía se quedó hablando algo con los policías. Sinceramente, no quería tener más problemas y la orden de alejamiento sólo me tomaría tiempo que no tenía, pero si era necesario lo haría para estar protegida de lo que ese hombre pudiera intentar. Una vez en el carro, no dudé en preguntar acerca de aquella manera tan inteligente y audaz que tuvo Leander de salvarnos de ese embrollo.
- ¿Cómo sacaste el permiso? Nunca me dijiste nada - Pregunté.
- Bueno... cuando te vi tan decidida a entrar a la casa pensé en que algo podía salir mal, siempre se debe estar un paso más adelante de cualquier situación que vayas a enfrentar, y no podía permitir que te arriesgaras a ir a la cárcel, así que acudí a la comisaría y la verdad fue bastante sencillo obtener la autorización, el oficial fue muy amable y entendió de inmediato tu punto - Dijo.
- ¿Por qué no me lo dijiste? - Pregunté.
- Sólo era algo que se utilizaría si fuera necesario, no quería que perdieras la confianza en tu plan, que de hecho funcionó a la perfección. Admiro mucho esa perspicacia que tienes para hacer las cosas sabes - Dijo.
- Sea como sea, muchas gracias, yo creo que nadie más se hubiera atrevido a arriesgarse de esa manera por mí - Dije.
- Yo por ti haría cualquier cosa. Sé que no tenemos mucho de habernos conocido bien, pero siempre te guardé en un espacio especial de mi corazón y quiero que puedas confiar en mí para lo que sea - Dijo tomando una de mis manos y yo sonreí.
