Christina tendrá que sobrevivir a diversas pruebas del odio descifrando enigmas y sintiendo en su propia piel lo que duele haberse convertido en una de sus principales víctimas.
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Christina Ham...
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El día siguió su curso de manera normal, Leander me pasó dejando en mi trabajo y él se retiró después de recibir una llamada urgente acerca de la llegada de un nuevo cliente a su empresa, quien quería hablar exclusivamente con él. En la constructora, todas las cosas estaban alborotadas a mi entrada, mis compañeros no paraban de hablar acerca de posibles cambios, recortes de personal, nuevos negocios, etc., siendo toda esta ola desatada por los comentarios que se hicieron anoche en el evento acerca del futuro director, James Bailey. Ignorando estos alborotos, a los que no encontraba sentido pues mientras no se anuncie nada de manera oficial no es bueno especular, continué con mis planos y nuevos diseños que tenía pendientes. Inicié por uno que me llamaba mucho la atención, y era la renovación de uno de los hospitales de la ciudad, al parecer querían expandirlo para ampliar su capacidad, esto era bueno ya que así más personas tendrían la oportunidad de atenderse.
Mientras buscaba la manera de hacer los arreglos que se solicitaban en los detalles de la obra, mi teléfono sonó indicando la llamada de un número privado. Con un poco de desconfianza, lo tomé y me pude relajar cuando quien habló fue el oficial a cargo de la investigación de mi hermana, me dijo que necesitaba que vaya a la comisaría lo más rápido que pudiera, pero no me quiso decir para qué. Sinceramente, yo pensaba que aquel hombre ya había desaparecido de la faz de la tierra, porque durante mucho tiempo no se volvió a presentar, hasta llegué a creer que se había olvidado de mi hermana, así que esperaba que me tenga buenas noticias. Todavía faltaban alrededor de dos horas para poder salir al descanso de almuerzo, y para retirarme antes tenía que pedir permiso y eso era todo un trámite, así que decidí tomar la vía más corta e ilegal, típico en mí.
No podía dejar para después esta visita, podía tener algo realmente importante para decirme y debía saberlo ya, cuanto antes, así que le pedí a una de mis amigas que me cubriera con el jefe mintiéndole que iría a visitar el hospital que tenía por remodelar en persona porque necesitaba comprobar ciertas cosas. No era lo más honesto del mundo, pero ir a la policía era sumamente importante para mí ahora, pero mi jefe no lo entendería. Logré salir del lugar con éxito, pero otro problema me esperaba, y era que no tenía coche, así que tuve que tomar taxi para llegar rápido, hasta que lo hice y entré directamente a la oficina del capitán.
- Es usted la única persona de su familia que pude contactar. Gracias por estar aquí - Dijo volviéndose a sentar después de saludarnos.
- Me lo imagino, mis padres y mi hermano no están pasando por un buen momento, así que le agradecería que todo lo concerniente a mi hermana lo tratara directamente conmigo - Respondí.
- Así será, es por eso mismo que la he citado aquí - Dijo.
- Ya tiene pistas concretas, ¿Cierto? Por favor, dígame que por lo menos sabe quién fue el que mató a mi hermana - Dije.
- Señorita Christina me encantaría decirle eso, pero lamentablemente no tenemos nada a más de lo que usted ya conoce. No hemos encontrado nada relevante, aunque hayamos registrado su casa por todas partes, interrogado a los vecinos y todas las personas cercanas a su hermana, no hay nada. Es como si todo hubiera estado minuciosamente calculado hasta el más mínimo detalle, no hay nada nuevo, lo lamento - Soltó despertando en mí el coraje más grande.
