~ Capítulo 20: Sello De Amor ~

25 1 0
                                    

Fácilmente, podría decir que hoy el día se sentía diferente, no sé si era porque el sol estaba en su máximo esplendor, o porque mis padres sonrieron como nunca antes durante el desayuno, pero se sentía una energía muy bonita y eso me alegraba

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Fácilmente, podría decir que hoy el día se sentía diferente, no sé si era porque el sol estaba en su máximo esplendor, o porque mis padres sonrieron como nunca antes durante el desayuno, pero se sentía una energía muy bonita y eso me alegraba. Eran alrededor de las cinco de la tarde y yo estaba saliendo de una tienda de ropa, ya que había decidido aumentar un poco mi clóset, hace mucho que no lo hacía y me estaba quedando sin atuendos presentables para el trabajo. No caminé ni apenas dos minutos y escuché tras de mí el claxon de un vehículo, cuando éste frenó a mi lado y la persona se bajó de él, no pude evitar echarme a reír.

- A veces siento que eres como un acosador o tienes el poder de teletransportación, porque siempre apareces donde yo estoy - Dije saludando a Leander con un abrazo.

- Quizá sea el destino, o el hecho de que una cuadra antes esté el edificio de mi empresa - Respondió y yo reí.

- Creo que la segunda opción es más acertada - Dije.

- ¿A dónde vas? Te puedo llevar - Ofreció.

- Voy a casa, ya terminé lo que tenía que hacer - Respondí.

- Bueno en ese caso, ¿Me permites acompañarte? - Preguntó.

- Claro que sí - Dije y él tomó las bolsas para subirlas al auto mientras yo me embarcaba.

- ¿Recién sales de la empresa? ¿Trabajando hoy? - Pregunté cuando puso en marcha el vehículo.

- Así es, a veces no hay día de descanso - Respondió cansado.

Llegamos a mi casa y entonces pensé en que él quizá cenaría solo, no niego que me dio un poco de tristeza, así que lo invité a cenar con nosotros, a mis padres les encantaría porque ya casi y lo consideran de la familia. Y así fue, ellos estuvieron encantados de recibirlo así que disfrutamos de uno de los platos preferidos de mi mamá, pasta, que por cierto estuvo deliciosa. Aproveché el momento y le comenté a mis padres del viaje que me había dicho Leander, quería darle una respuesta ya. Ellos lo dejaron a mi decisión, pero Leander añadió que también era para ellos la invitación, le parecía que después de todo, un viaje podía ser la distracción que necesitaban para recargar fuerzas. Mamá lo aceptó de inmediato, pero a papá le pareció que sería un poco indiscreto que ellos vayan, no quería ser entrometido, pero Leander y yo tratamos de convencerlo hasta que aceptó.

Sabía que a ellos también les encantaba viajar como a mí, pero mamá antes no podía dejar el país porque a cada tanto le llegaba trabajo, y papá sólo pasaba en América con una restricción mucho mayor, así que me alegré que pudieran disfrutar un poco esta vez. Sin más, yo también acepté el viaje y entonces quedamos en escoger una fecha después de pedir los permisos necesarios en los trabajos y ver si aceptan. Para mamá y papá eso no fue algo que requiriera gran dificultad, en poco tiempo lo consiguieron, pero yo estaba temblando cuando iba a hablar con el Sr. Bailey, no sabía qué me diría, pero como ese señor es un cascarrabias, había una amplia posibilidad de que se negara. No obstante, aquel día parecía que el hombre se había comido un payaso porque tenía un muy buen humor inusual en él, así que conseguí mis vacaciones sin que me pusiera algún pero.

Víctimas Del Odio ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora