Apague las velas y guarde los cuchillos, simplemente no apareció, me sentía un poco triste por ello pues quería saber que se sentía estar bajo su presencia, pero no...mi celular comenzó a sonar...era Citlali...
-Hola...-dije sin nada de ganas.
-¿Y?... ¿Funciono?- dijo riendo.
-Tu que crees...no- dije seria.
-Que mal...oye...mueve tu trasero a mi casa ahora...-dijo seria.
-¿Qué? ¿Por qué?-dije confundida.
-Solo ¡Hazlo!-dijo amenazante.
-Bien...ya voy- dije colgando.
Guarde mi celular, tome las llaves de la casa y salí directo a casa de Citlali, su casa quedaba a unas veinte cuadras de la mía, eran pasadas de las once, la luna estaba casi en su centro, el cielo era iluminado por montones de estrellas brillando en su sitio u la inmensa luna llena, las calles del vecindario estaban completamente solas, no evitaba sentirme un poco desanimada por no haberlo visto, el viento de otoño me rodeaba por completo, miraba al frente ida sin miedo a nada, estaba mas triste que asustada en realidad. Llegue a la casa de mi amiga, toque la puerta y esperé a que abriera, a lo que unos minutos después abrió.
-Charlotte...entra...-dijo Citlali jalando mi brazo para que entrara.
-¿Qué pasa?, Citlali- dije mirándola.
-Lariza...no para de cantar la canción de...tu sabes que...- dijo en un susurro.
-La canción de... ¿What the fox say?... ¿para eso me llamaste a esta hora?- dije en un susurro.
-Dog does wof wof...Elefanth does tot tot...¿What the fox say? fhhnhsfkldhfoh- grito Lariza desde el segundo piso.
-OH dios...-dije poniendo mi mano en mi cara.-...yo me largo...-dije caminado hacia la puerta.
-Pero...pero...por favor...-dijo Citlali haciendo pucheros.
-Esta bien...- dije subiendo las escaleras.-... ¡LAURA LARIZA! ...¡¡DETENTE EN ESTE PRESISO MOMENTO!!...-
Tardamos como dos horas pero logramos callarla...era la una de la madrugada cuando salí de la casa de Citlali...había mucho silencio el único sonido era el del viento que soplaba de norte a sur, este lugar era muy cayado, tranquilo y cálido, jamás pasaba nada interesante en el. Mi casa estaba muy lejos del pueblo, estaba demasiado adentrada en el bosque, mis padres, trabajando como siempre, me quieren mucho, pero para darme la vida que ellos quieren darme necesitan trabajar y viajar mucho, lo cual me deja con mí amiga la soledad demasiado tiempo, el camino de regreso era mas frío y aterrador pero no evitaba no demostrar mi miedo.
Llegué a casa estaba de pie frente a ella y ese pensamiento que venia a mi cada vez que la veía vino a mi, una casa tan grande y bonita y nadie con quien compartirla, que triste, seguía ahí de pie mirando la casa cuando algo inusual me saco de mis pensamientos, sentía una mirada fría y fija detrás de mi, un escalofrío corrió todo mi cuerpo de una manera horrible, no me atreví a mirar asía atrás y seguí mi camino hacia la puerta principal, llegue abrí la inmensa puerta, entre y cerré con llave.
Me dirigí a la cocina por un vaso de jugo, entre y camine hacia el refrigerador el cual abrí y dentro encontré el jugo, lo tome en manos y lo saque para servirlo en uno de los vasos que se encontraban en el fregadero, tome el vaso, salí de la cocina apagando la luz tras de mi y camine hacia las escaleras, pasando junto a la puerta del garaje la cual estaba abierta con la luz apagada, no recordaba haberla abierto, habría sido el viento quizá, estaba apunto de cerrala puerta cuando mis ojos visualizaron una silueta de pie en el garaje, mi corazón en ese momento juraría que mi corazón dejo de latir en ese momento, me moví lentamente hacia el interruptor para encenderlo y encontrarme con...