Capitulo 4.¿Salvarme?

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Deje el celular en el tocador, me mire en el espejo y mi gran sonrisa de había esfumado, me sentía tan decepcionada que llegue al punto en el que pensé que la soledad sería mejor padre y madre que ellos, cuando estaban eran los mejores pero lo que los volvía horribles era su ausencia, recuerdo que cuando era mas pequeña y ellos se iban a trabajar, yo me sentaba en la entrada de la casa a la hora que se suponía que volverían, esperando por horas hasta altas horas de la noche para no verlos llegar.

El problema no era su ausencia, el problema era que los esperaba.

Mi celular comenzó a sonar, lo tome y vi que era una llamada de Laura, conteste y ni siquiera me dijo hablar, me dijo que Citlali se había caído en su casa y que quería que fuera para ayudarla, al cortar la llamada guarde el celular en mi bolsillo trasero y corrí a la puerta para salir, la abrí tome las llaves y cerré para salir corriendo hacia casa de Citlali, el viento helado me golpeo el la cara pero aun así corrí como nunca, llegue en menos de cinco minutos, saque la llave debajo del tapete y abrí la puerta revelándome todas la luces de la casa apagadas, encendí un foco y pregunte por Citlali sin respuesta alguna, saque mi celular y un mensaje de Citlali estaba ahí, lo leí y alguien me tapo los ojos por detrás. Me sobre salte un poco y era Laura, cuando me quito las manos de los ojos vi que las chicas me habían hecho un pequeña fiesta solo para nosotras tres, una sonrisa se dibujo en mi rostro.

-Chicas...gracias...-dije abrazándolas.

-Tus padre iban a ayudarnos con esto pero, tu madre nos llamo y dijo que no podrían...- dijo Laura mirándome a los ojos.

-Lo sentimos Charly...pero quita esa cara y a celebrar hasta que ¡salga el sol!- grito Citlali.

-Citlali...hasta las 10 de la noche y a dormir mañana tienen música niñas y no faltaran...- dijo la madre de Citlali saliendo de la cocina con una espátula en la mano.

-¡Celebraremos hasta las diez!...-dijo Citlali con la misma emoción.

-¡Siiii!- gritamos Laura y yo.

Pasaron las horas volando con el viento, las chicas me compraron un libro en blanco de regalo para escribir en el momentos y cosas que quiera preservar escritas por siempre, vimos películas, bailamos, cantamos a todo pulmón, hablamos de un montón de estupideces, hicimos bromas telefónicas y reímos hasta ya no poder. La había pasado bien, la tristeza que sentía por lo de mis padres se fue un poco al olvido mientras estaba con ellas, las diez de la noche llegaron y tuvimos que irnos a casa, Laura se fue primero y después yo, salí de la casa de Citlali con pastel, un lona inmensa, un globo mas grande que yo, un oso de felpa de mi tamaño o mas grande, el libro y una gran sonrisa en mi rostro, el camino a casa fue tranquilo y corto,al llegar abrí la puerta, entre, cerré con llave, deje las cosas en la sala y un aroma a pastel quemado llego a mi, lo primero que vino a mi mente fueron mis padre, mi madre no era muy buena cocinando, corrí a la cocina y nada había un gran desorden pero mis padres no estaban ahí, en un momento mi canción favorita comenzó a sonar en el patio trasero, salí y me encontré con un pastel en una pequeña mesa, las luces navideñas colgando de los arboles de mi patio y unas tiradas enredadas en el suelo, la mesa estaba frente al bosque, me acerque y adelante del pastel había una nota, la tome extrañada, la abrí y leí.

¨El día que veas al mundo con mas claridad yo estaré ahí para salvarte de ese destino cruel¨

-Ese día ya lo viví desde hace mucho y nadie me salvo...- dije mirando la letra de la nota.

Mis padres no escribían así y ellos no me escribirían eso, menos la chicas, no sabia quien me podía haber dejado esto, quien haya sido había entrado a mi casa, el miedo comenzó a llegar levemente a mi, miré el pastel y una pequeña sonrisa se dibujo en mi al ver lo que tenia escrito ¨Feliz cumpleaños Charly :)¨.

-Los que estamos hundidos en la oscuridad debemos estar juntos...- dijo esa voz que hacia mi cuerpo estremecerse de miedo tras de mi.

Al oír esa voz, deje caer la nota, era el, estaba tras de mi, lo sabia esa voz no la había olvidado desde esa noche, me quede en shock, me congele por completo, mi corazón dejo de latir y todo mi aire salio en un suspiro, no sabia que hacer, estaba en blanco y mi cuerpo ya no respondía. No entendí lo que me había dicho, ¿como sabía que estaba hundida en la oscuridad? Y ¿Como que teníamos que estar juntos?, me gire lentamente para encontrarme con esos ojos sin parpados mirándome fijamente, con esa gran permanente sonrisa tallada en su rostro, con esa piel pálida y ese cabello negro alborotado y largo, estaba frente a mi, el ambiente se volvía cada vez mas frío, el comenzaba a acercarse a mi lentamente, estaba paralizada del miedo, no podía moverme, ya frente a mi el frío se volvió mas intenso, me miraba a los ojos y lo único que logre decir salio en un suspiro.

-Vas...vas...a...-me interrumpio.

-Si quisiera matarte...ya lo habría hecho...-dijo a lo que me miro con mas atención.

-Pero...pero...hace unas noches...tu...

-Fue divertido...eres rápida...nadie había sobrevivido a mi hasta que me invocaste...después de ti nadie a sobrevivido...- dijo a lo que rio al final.

No sabia que decir estaba en shock, mi mente me cacheteaba y me decía que tenia que hablarle, pues el era y significaba mucho para mi, pero estaba asustada y no podía evitarlo, pasaba saliva mas de lo que hablaba, el me seguía mirando con atención a lo que hable.

-¿Que haces aquí?...-dije mirándolo.

-Vine a salvarte de ese destino cruel...-dijo acercándose mas a mi.

Salvarme, que implicaba eso, esa oscuridad nos unía para ser sincera pero no me iría simplemente con el así nada mas, no podía, algo dentro de mi quería correr e irse sin mirar atrás, pero mi humanidad me lo impedía por completo, esa guerra estaba liberada en mi mente y no se sabia quien ganaría, el seguía mirando mis ojos, confiar en el no era muy seguro, no podía confiar en el, miraba sus ojos en los que solo veía oscuridad, soledad, vía en lo profundo de esos ojos lo atrapado que estaba, perdido, veía en el lo que yo vía en mi al mirarme al espejo, que podía contestar, que podía hacer, desvíe mi mirada al bosque, mirando sus extensa oscuridad, sabia un poco lo que implicaba huir con el de todo, seguiría hundida en esa oscuridad, lo sabía pero, no estaría sola.

-Seguiremos en esa oscuridad...que nos vuelve parte de ella cada día, seguiremos ahí pero...ya no estarás sola...

-Yo...no soy como tu...yo soy...normal...-dije mirando el bosque dándole la espalda a Jeff.

-¿Normal?...¿Que es normal? Nadie es normal...la gente trata pero todos somos monstruos, todos estamos locos...algunos no lo saben aun mientras que otros tratan de ocultarlo...-dijo junto a mi.

-Un Final y un comienzo...- dije mirando hacia el frente ida.

-Tu decides...te hundes sola en esa oscuridad o lo haces acompañada...-dijo poniéndose frente a mi con un cuchillo en manos en señal de que lo tomara.

Todo estaba en mi, era mi decisión, hundirme sola o con el, en lo profundo de mi ser siempre había querido ser como el pero, mi humanidad y mi cordura me lo impedían, el era tan libre pero era un esclavo de su locura, el sonreía todo el tiempo pero por dentro se sentía horrible, si me iba sería tan libre y tan presa de mi locura y si me quedaba estaría tan sola y tan reprimida, miraba ese cuchillo nuevo que sostenía Jeff frente a mi. Todos tenemos esos demonios ocultos dentro de nosotros, y no importa que tan bien los ocultemos ellos saldrán de todos modos de lo mas oscuro de nuestras almas.

Lo mire a esos ojos demoníacos con un toque de azul aun en ellos, mordí mi labio y volví mi mirada a esa cuchillo que sabía que cambiaría mi vida, mi respiración se volvía tan pesada a cada segundo que pasaba el viento me susurraba al oído, el ambiente se congelaba lentamente cada vez mas, sentía la mirada de Jeff fija en mi, levante mi mano y la mire, ¿En que me convertiría después de tomarlo?, respire y exhale lentamente para después tomar el cuchillo en mis manos y mirar a Jeff quien sonrío volviendo su sonrisa mas grande de lo que ya era.

S M I L EDonde viven las historias. Descúbrelo ahora