Miraba como Jeff se adentraba cada vez mas al bosque, a cada paso que daba un recuerdo de mi vida venia a mi, ¿sería esta la decisión correcta? Había una parte de mi que no quería dejar, pero había muchas partes que necesitaban escapar y perderse en la oscuridad. Llegamos al corazón del bosque, Jeff se giro y me miro sonriente, no entendía el porque estábamos aquí, lo miraba confundida a lo que el reía un poco, saco su cuchillo y se corto una gran linea en su mano derecha la cual sangraba a montones y goteaba en la nieve volviéndola roja.
-¿Aceptas hundirte en esa oscuridad siendo una creepypasta?...-dijo tirando el cuchillo a un lado y colocando su mano para que la tomara.
No conteste palabra alguna, estaba segura de mi decisión un poco y esto era lo que sería, miraba a Jeff quien me miraba con su mano en el aire esperando por mi respuesta, saque mi cuchillo y corte la misma linea en mi mano derecha, el dolor no era tan grande como lo esperaba, mi dolor interno era mas grande que las heridas físicas, ahora lo entendía, extendí mi mano y tome la mano de Jeff a lo que su sonrisa se agrando mas.
Su sangre y la mía nos unían en la misma oscuridad, el me miraba sonriente hasta que mi vista comenzó a nublarse el terrible zumbido volvió a mi, la oscuridad comenzaba a apoderarse de mis ojos hasta que la oscuridad apago todo en mi.
Comencé a abrir lentamente los ojos por la luz del sol que golpeaba mis ojos, el zumbido aun estaba presente solo que se volvía cada vez mas bajo hasta que desapareció, me levante lentamente, me encontraba en una habitación descuidada, salí de la habitación y me encontré con un gran pasillo que llevaba a una sala, encontré la puerta, estaba apunto de salí por la puerta cuando un cuchillo atranco la puerta a centímetros de mi cara.
-¿Te vas tan pronto? Charly...- dijo Jeff tras de mi.
-Ah...solo quiero un poco de aire fresco...¿Quieres venir?-dije girándome encontrándome a Jeff mirándome fijamente.
-Claro...-dijo tomando su cuchillo.
Salimos de la cabaña encontrándonos con la nieve cayendo, el frío era tal que sentía como mis dedos se congelaban, coloque mi cuchillo en mi pantalón y camine hacía donde había visto un lago, Jeff camino tras de mi mientras hablábamos, teníamos cosas en común, no era solo un esclavo de su locura como salia verlo antes, pensaba por si mismo, la locura no era su dueño, reíamos de las mismas cosas, enloquecíamos por lo mismo, sufríamos de una manera un tanto semejante.
Llagamos al lago el cual estaba mas congelado que mis dedos, caminé al muelle y me senté en la orilla mirando el agua congelada, sentía una especie de sensación, como si ya hubiese estado aquí, Jeff se sentó a mi lado y miraba ido el frente, me preguntaba el como funcionaba su manera de pensar era un misterio que quería saber, saber como no era un completo esclavo de su locura, como era que el sintiera su sufrimiento, pero que no sentía el sufrimiento ajeno, tantas preguntas y tan pocas respuestas, hablábamos sin siquiera mirarnos, mi reflejo no era tan visible en el hielo, saque mi cuchillo y mire mi reflejo, mi piel estaba tan pálida como la de Jeff, mis ojos brillaban mas de lo que brillaban antes pero seguían siendo azules brillantes sol que ahora mis parpados estaban entre un tono negro grisaseo que hacia resaltar mas mis ojos, no tenía un infinita sonrisa como el pero algo en mi quería una.
-¿Jeff?...-dije mirándolo.
-¿Si?..-dijo mirándome.
-Quiero sonreír por siempre...-dije regalando le una pequeña sonrisa.
-¿Quieres ser hermosa?...no puedo hacerte mas hermosa de lo que ya eres, no necesitas sonreír siempre con esa maldición como yo...aun así sientes el dolor...solo lo ocultas...-dijo Jeff mirando mis ojos.
Seguimos ahí hasta que el sol se metió, seguimos hablando sin tocar el tema de sonreír de nuevo, la noche llego con el viento helado, saldría de nuevo pero esta vez estaba segura de quien sería. Corríamos por las calles desoladas, Jeff entraba y salia de las casas repleto de sangre en menos de un minuto, mientras yo tomaba mi tiempo, era divertido ver esa sangre correr, la locura se adueñaba de mi y se iba como las estaciones del año, ser la responsable de tantas vidas perdidas me hacía sentir tan poderosa, yo desidia si vivían o morían, siempre morían, pues era su final y para mi era mi comienzo, corría en la oscuridad, había perdido a Jeff, el era mas rápido pero no me preocupaba sabia volver a la cabaña, no encontraba la manera de describir esa adrenalina que corría por mi sangre, las risas que me provocaba ver morir a mis victimas, las noches, días, semanas y meses pasaban y era lo mismo montones y montones de muertes a manos de Jeff y miás sin resolver, el y yo eramos cada vez mas unidos, solo eramos el y yo en mi nueva vida y eso era bueno.