Lejos de ser una referencia a "It's only sex", déjame decirte que lo que vas a encontrar aquí no tiene ni punto de comparación a lo que una canción podría llegar a transmitirnos, pues lo que relaciona a estos dos personajes no es nada más que simplemente el sexo. Ciertamente tenemos que establecer un punto de inicio, puede que sea una forma sutil, pero la historia inicia simplemente con un viaje. Camil era de Italia. Pero no vivía en Italia. Estudiaba, vivía y pasaba la vida en España con sus amigos, conocidos y sus padres.
¿Por qué alguien volvería a su país si ya tiene toda la vida establecida en otro? Para visitar a la familia. Para trabajar durante el verano tal vez... Por el placer de hacerlo.
Camil regresaba a Italia porque su familia estaba allí y porque sus padres también habían ido allí durante unos meses que incluían todo julio y agosto, sus padres eran bastante suertudos en eso de poder tener largas vacaciones sin preocupaciones. Camil se había quedado junio y parte de julio en casa a solas porque no solo quería y tenía que terminar el curso escolar, sino que también quería salir a la playa con sus amigos del colegio. Por ello, cuando llegó mediados de julio, se fue a Italia con la familia y empezó a trabajar en un bar como camarero, trabajaba entre semana, media jornada, salía temprano. Pero no importaba, sus padres no solían restringir mucho sus movimientos, siempre y cuando avisara a dónde iba si es que iba a llegar tarde a casa. Camil tenía "cierta libertad de movimiento" a la hora de pasearse por la ciudad en la que nació junto a sus padres y sus familiares a los que estaba deseando ver y achuchar, cuando iba a Italia, solía pasar bastante tiempo con sus primos, adoraba el tiempo que pasaba con ellos, aunque sus personalidades eran totalmente distintas.
Y fue por ese entonces, aproximadamente, que su familia ofreció la idea de una comida todos juntos.
"¿Poder comer en la misma mesa de un restaurante con sus tíos, primos y padres?" Camil se daba por satisfecho si no los echaban del restaurante por llamar demasiado la atención o gritaban demasiado y molestaban a los demás, en especial por las peleas que solían tener sus primos, que acababan llamando la atención de media ciudad solo por una de sus peleas.
Camil tenía dos primos, se llevaba bien con ellos, el problema era la distancia, la edad y la madurez de cada uno de ellos. Camil tenía dieciocho años, uno de sus primos tenía veinticuatro y el otro tenía catorce, eran hermanos, claramente. Y sí, si preguntaban, el hermano menor fue un condón roto, pero Marco no lo sabía y así debía ser. Romeo y Marco eran sus primos. Romeo era serio, honesto, pesimista un poco aburrido en ciertos aspectos; Marco era más extrovertido, enérgico y positivo. Los dos hermanos eran totalmente diferentes entre ellos, en gustos, en estudios, en habilidades. Pero la relación que tenían, necesariamente debía ser buena, pues sus padres no estaban en la mejor situación a pesar de estar los cuatro sentados en la mesa completamente unidos como una pareja que demostraba ni tener ningún problema.
Eran pequeños gestos. Pequeños deslices. Pequeñas miradas. Camil notó la tensión en poco tiempo y se apiadaba de sus primos. Tal vez los padres de sus primos estuvieran a punto de separarse, la crispación estaba en el ambiente.
- ¿Camila, Camilo o Camil?
- Camil.- respondió con evidencia en su voz, aunque tranquilamente su tono de voz sonó rasgado y algo rancio artificialmente.- ¿Por qué siempre me preguntas eso?- miró fijamente a Marco, el muchacho de rizos color cobre sonrió.
- Como dijiste que eras intersexual...- se encogió de hombros.
Camil entrecerró los ojos con extrañeza por aquella respuesta que lo había descolocado considerablemente. El hermano mayor rodó los ojos dejando escapar un suspiro largo.
- No tiene nada que ver...
- ¿Ah, no?
- Es un idiota.- el tono de voz monótono, arrastrado y desconsiderado de Romeo parería ser digno del típico estereotipo de las películas de los años 90 de un edgy mal hecho. Romeo tenía un tono de voz arrastrado y rancio por el tabaco que, aunque intentaba esconder sus padres, en realidad poco le interesa su opinión, usaba el tabaco para relajarse por su trabajo.- ¿Cómo va en España?- no parecía tener interés, pero al menos había levantado la vista del teléfono con la funda negra llena de pegatinas con los logotipos de sus bandas de rock favoritas de la cual no podía identificar ninguna en cuestión.
- Va.- emitió.
- ¿Y los estudios?- preguntó s continuación.
- Normales.
- ¿Este año empiezas la universidad?
- Sí.
- Prepárate para que te follen bien follado.- Camil mostró una sonrisa un poco extraña.
- No habléis del colegio en vacaciones, aburridos.- reclamó Marco con el ceño fruncido, haciendo un berrinche.
Romeo y Camil se quedaron mirando al muchacho de cabello color cobre, este les sonrió al conseguir su atención y les entregó una carta plastificada con el menú a cada uno.
- ¿Sabes ya lo que vas a pedir?- preguntó después de unos minutos de ver a su primo Camil y a su hermano Romeo ojear la carta por encima, aunque Romeo parecía más estar pendiente de mirar su teléfono de reojo que no de la carta.
- Como si hubiera gran variedad de comida que pedir...- murmuró con un tono de voz seco y apagado.
- Hay una gran variedad de tipos de pasta y pizza...- sonrió su hermano menor de forma ladina.
- Como si nuestra gente no supiera comer otra cosa...- escupió Romeo con desagrado en su voz.
- Yo me voy más por las ensaladas. César.- se encogió de hombros con un tono de voz pensativo.- O tal vez mediterránea.
- Yo penne a la boloñesa.- sonrió Marco con simpleza.
- ¿Qué eres? ¿Un crío para seguir pidiendo macarrones a la boloñesa en los restaurantes?- preguntó con sarcasmo Romeo, frunciendo ligeramente el ceño.- Menuda decepción.
- Déjalo, si le gusta la salsa boloñesa y los macarrones no tiene la culpa.- justificó Camil.
- No es un crío. Tiene catorce. Debería madurar ya. Tener TDAH no le da justificación a comportarse como un niñato de diez años.
- Romeo, trata bien a tu hermano; no me puedo creer que a tu edad te tenga que seguir regañando, deberías ser más responsable y maduro...- dijo su madre frunciendo el ceño ligeramente.
- No le digas lo que tiene que hacer.- exigió el padre de los niños. Más tensión, más miradas, un silencio incómodo adornó la mesa por unos segundos.
Romeo bufó con desgana y miró a Camil, sentado en frente suyo, en la esquina de la mesa. A su lado izquierdo estaba sentada su madre. Y justo al lado, su padre. Por parte de Romeo, tenía a su hermano sentado a su lado, y a su madre sentada al otro lado de Marco, el padre de Romeo y Marco estaba sentado al lado de su esposa, dejando un hueco libre delante de él. Pero también parecía estar dejando un hueco entre su esposa y él, estaba casi en la cueva de la mesa apoyado y encogido.
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"Familia"
Primer vistazo (y único en toda la novela) a la familia de Camil.
No voy a decir que la comida familiar es relleno, porque estaría mintiendo, de hecho simplemente con la estelar aparición de Romeo y Marco ya me doy por satisfecha con esta historia porque tengo que admitir que AMO a estos dos personajes.
En especial a Romeo, porque tiene unas emo vibes que adoro.
Tal vez es simplemente porque adoro a los personajes que son emos tsunderes o emos amargados...
Romeo es muy INTJ 👉👈✨ (es muy yo, literalmente xD, no le he hecho el MBTI test, pero estoy segura de que tendrá ese resultado cuando e lo haga, y si no, será ENTP)
Aquí las opiniones ---------->
Espero que os haya gustado, hacédmelo saber con un voto y nos vemos en el próximo capítulo
Bye~
By Silvia Line
[1330 Palabras]
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50.- Just sex (+18) (Gay / Homosexual)
RomanceCamil pensaba que Nicola y él solo serían compañeros sexuales, o al menos un simple amor de verano que olvidaría cuando terminase septiembre. Pero Nicola acabó enamorándose de él... Y él acabó enamorándose de aquel vestido rosa fresa con estampado d...