Cultura dell'amore a prima vista (2)

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Romeo bufó con desgana y miró a Camil, sentado en frente suyo, en la esquina de la mesa. A su lado izquierdo estaba sentada su madre. Y justo al lado, su padre. Por parte de Romeo, tenía a su hermano sentado a su lado, y a su madre sentada al otro lado de Marco, el padre de Romeo y Marco estaba sentado al lado de su esposa, dejando un hueco libre delante de él. Pero también parecía estar dejando un hueco entre su esposa y él, estaba casi en la cueva de la mesa apoyado y encogido.

- ¿No tienes problemas en los ojos por ver todo rosa?- preguntó Romeo con sarcasmo cínico al fijarse en las gafas que llevaba Camil por encima de su cabeza apoyadas, las había apoyado allí desde que entraron en el restaurante ante la pereza de guardarlas aunque fueran de sol y obviamente no las necesitará en interior.

- Veo el mundo de color de rosa, no como tú...- sonrió malicioso.

Romeo rodó los ojos.

- Solo soy realista.

- Y aburrido.- añadió su hermano menor.

Romeo miró mal a su hermano de reojo y empujó el pelo, incluido el flequillo hacia atrás forzando un poco su cabellera por la desesperación. Romeo tenía un flequillo que dejaba un hueco en medio para ver su frente, su pelo era relativamente corto hasta cierto punto, de un tono cobrizo que en aquellos momentos se veía más oscuro de lo que en realidad era porque se había teñido el pelo a negro por un capricho personal. Los ojos de casi todos en la familia eran de un tono aguamarina, ninguno de los tres primos era una excepción. Los tres tenían unos ojos excepcionales con pestañas largas y curvas que atraían la vista, en caso de Camil, que era rubio casi platino, tal vez un rubio ceniza, sus ojos eran más llamativos en el sentido a que sus pestañas también eran muy claras, no tanto como su pelo, pero similar. Por parte de Marco, él llevaba el pelo corto porque algunas veces le daban ataques de histeria o similar, que le llevaban a tirarse del pelo, por eso tenía el pelo bastante más corto. Camil, por su lado, era de un tono rubio excepcional, tenía el pelo un poco rizado, pero tan corto que apenas se apreciaba, y llevaba el pelo tan corto de la nuca y parte de la zona trasera de la cabeza, que sus rizos solo se encontraban sobre su cabeza, empujando el pelo y aquellas provocativas ondulaciones naturales hacia la cara. Era adorable mirarlo con las gafas de sol rosas puestas.

- ¿Puedo tomar su pedido?- todos reaccionaron al mismo tiempo, al menos los tres primos, y giraron la cabeza hacia el camarero ante una melódica voz que los aturdió, o al menos aturdió a Camil.

- Por supuesto.- dijo la madre de Camil contestando por su hijo, quién se había quedado mudo y ojiplático mirando al camarero.

Tanto que apenas pudo balbucear que quería una ensalada césar y raviolis al pesto; y fue el último en hacerlo, que fue cuando aquellos intensos ojos marrones se posaron sobre los suyos con el lápiz cerca de la tableta táctil en su muñeca, esperando para tomar su orden. Romeo clavó sus ojos en él fijamente cuando el camarero se retiró.

- ¿No me irás a decir que eso te ha parecido atractivo, verdad?

- ¿Qué quieres decir con "eso"?- puso sus ojos en blanco.

- No lo digo porque sea un tío, lo digo por su estilo.- Camil alzó una ceja lentamente, buscando muchacho con la mirada, paseándose entre las mesas y recogiendo platos.- Parece un hippie que vive en una caravana psicodélica de los años noventa, a las afueras de Florencia, que se fuma cinco porros diarios y que tiene cuidado por la higiene personal de milagro.

- Qué detallado.- rodó los ojos.- Me pilló por sorpresa.

- Te conozco, Cam...- se inclinó hacia él ligeramente intimidante.- No te quedas mirando a nadie con un rubor solo porque te pilló por sorpresa.

Camil no respondió.

- ¿Qué está pasando?- preguntó Marco con duda en su voz.

- Nada, cosas de mayores.- espetó su hermano con un tono de voz rancio.- Las gafas de sol rosas no son solo porque según tú te quedan divinas... ¿O si?

- Un poco de ambas.- admitió deslizando las gafas para admirar el tintado rosa del cristal.- Pero no sabría decirte si son ganas de comerme la boca con él o simplemente atracción estética.

Romeo se lo quedó mirando sin expresión durante unos largos segundos. Después rodó los ojos y torció la boca con una mueca asqueada.

- La cultura del crush me da ganas de vomitar...- fingió que vomitaba acercando un par de dedos a sus labios y sacando la lengua completando la expresión de asco e irritabilidad.- Cómo sea, no me importa lo que eras hacer con él... Pero no me mientas cuando te estoy acusando de algo que no tiene justificación porque todos lo pueden ver, incluso los ciegos.

- Eso es ofensivo para los ciegos.

- Me pueden comer la polla todos ellos.- escupió cruzándose de brazos y apoyando la espalda en el respaldo de la silla.

Camil prefirió quedarse en silencio.

- ¿Qué está pasando?- preguntó Marco.

- No te importa.- escupió Romeo.

Al traerles la comida, Camil tenía que admitir que la inquietud se apoderaba de él de forma irremediable, únicamente por una mirada de ojos castaños que técnicamente no le debería afectar tanto; tenía que admitir que el uniforme estaba un poco fuera de lugar en lo que respecta su pinta física, y aunque su primo Romeo tuviera aparte de razón en lo que respecta la apariencia de hippie porrero de dudosa higiene personal, no podía evitar quedarse mirándolo embobado y únicamente querer saber su nombre por el placer de saberlo. En su mente existía la dualidad del ángel y el demonio, cada uno exigiendo sus más candentes y pecadores deseos aunque técnicamente la figura del ángel debería ser la precavida y la que controlase sus impulsos, fueran carnales o incorrectos para su entorno o para sí mismo.

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"Cultura del amor a primera vista" / "Cultura del crush"

Admito que hice una referencia a dos canciones en toda la historia. La primera es únicamente el título que ya en sí hace referencia a una canción llamada "It's only sex" y admito que no tiene mucho que decir con esta historia, porque Camil y Nicola son de todo menos indiferentes ante el sexo, pero precisamente porque su historia es "solo sexo" estaba de lujo hacer una contradicción con una canción que es totalmente indiferente al sexo.

La otra referencia, es decir, la segunda canción a la que hice deferencia en toda la historia es "Crush culture", lo cual es el mero comentario de Romeo y ya nos deja claras evidencias de que Romeo no es precisamente un personaje romántico. Efectivamente no lo es. De hecho, el diálogo de Romeo es el verso principal de la canción, del chorus (estribillo), pero traducido y adaptado al español, porque literalmente Conan Gray (cantante) no dice esas palabras exactas, pero la interpretación / traducción al español sería esa.

Recomiendo mucho escuchar la canción UwU

Aquí las opiniones ------------>

Espero que os haya gustado, hacédmelo saber con un voto y nos vemos en el próximo capítulo

Bye~

By Silvia Line

[1211 Palabras]

50.- Just sex (+18) (Gay / Homosexual)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora