Nicola lo abrazó invasivamente, apoyándolo contra su pecho. Camil correspondió pasando los brazos por debajo de sus axilas.
- Entiendo perfectamente que tuvieras miedo...- suspiró pesadamente.- Yo también tenía miedo que mi madre sacara el tema, pensaba que no lo iba a hacer...- negó con la cabeza y la acabó apoyando contra la suya, dejando a Camil prensado en su pecho, este agradeció el gesto, era cálido.- Tenía esperanzas que simplemente sería presentarse, una tarde cómoda, que vieras a mi padre, y ya... Pero todo salió mal...- suspiró pesadamente otra vez.- Soy un idiota...
- No eres un idiota...- negó con la cabeza.- Está bien que no quisieras decirlo... Esto no va a hacer que me aleje...- negó con la cabeza.- Definitivamente no voy a alejarme... Alguien tiene que sacarte del alcance de las garras de tu madre... Y dejarte que te pongas los vestidos que te den la gana...- Nicola sonrió achinando los ojos y tomando las mejillas del rubio, acunando su rostro.- Ti amo...
- Yo también...- ronroneó contra sus labios antes de besarlos.
•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•
Había pasado todo el año entre lamentos y ganas de que llegara el verano para volver a verse, hablando por llamada todos los días sin falta, siempre en las mismas horas y siempre haciendo el mismo camino hasta sus casas.
Nicola había estado movilizando papeles y buscando información, y había conseguido que aceptaran su petición de cambio de universidad, desde la universidad en la que se encontraba en Italia a la misma universidad en la que Camil estudiaba, pero una diferente facultad, y aunque uno estaba en una punta del campus, y el otro estaba en la otra, definitivamente no era como antes, que uno estaba en una país y el contrario estaba en otro; los dos se reunían antes y después de la jornada universitaria, y los dos pasaban tardes enteras en la biblioteca de la universidad aunque las bibliotecas en cuestión no tenían relación con el grado que estaba estudiando uno y el otro. Pero la intención no era esa, era simplemente verse y disfrutar de la compañía del otro. Pues los padres de Camil no estaban cómodos cuando ambos estaban en la casa, y al mismo tiempo, los compañeros del piso alquilado en el que estaba Nicola tampoco estaban precisamente cómodos cuando los dos se presentaban allí y se metían en la habitación... Camil había notado las miradas perturbadoras de los chicos y el aura incómoda y angustiosa de todos... Por eso preferían verse en otro tipo de lugares.
- Ahora no tienes excusa para practicar español...- Nicola sonrió entrelazando los dedos de sus propias manos sobre la mesa, se encogió de hombros y dibujó una sonrisa.- ¿Estás dejando que crezca otra vez?- el castaño giró los ojos hacia los mechones de cabello que caían sobre su rostro.
- No es que lo esté dejando crecer... Es que quiero poder hacerme trenzas en verano o cuando haga un poco más de calor...- sonrió un poco enredando uno de los mechones en su dedo, después deslizó ese mechón hacia su oreja, y sonrió un poco.- Y quiero verme un poco más ambiguo...- admitió.
- ¿Podré hacerlas?- preguntó.
- Claro...- asintió con la cabeza un par de veces, achinando sus ojos al sonreír.- Me encantaría...- confesó.
Aquel viernes, los dos irían a casa de Camil a pasar la noche después de disfrutar de una buena fiesta en una de las discotecas de la zona exterior de la ciudad, en la zona marginal, la zona industrial... Después llegarían a casa y, seguramente bajo el oído de sus padres, porque lo más seguro es que sus padres estuvieran con un ojo abierto esperando su llegada, disfrutarían del resto de la noche despiertos... No era nada que no hubieran hecho ya... Pero sí sería la primera vez en su casa... De alguna forma lo sentía más especial, porque aunque Nicola había estado en su casa y en su cama, solo pasaron la noche, no pasó nada más... Aquella noche sería distinta al resto.
ESTÁS LEYENDO
50.- Just sex (+18) (Gay / Homosexual)
RomanceCamil pensaba que Nicola y él solo serían compañeros sexuales, o al menos un simple amor de verano que olvidaría cuando terminase septiembre. Pero Nicola acabó enamorándose de él... Y él acabó enamorándose de aquel vestido rosa fresa con estampado d...