Conversazione (10)

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- Estuvo bien.- admitió.- Y entiendo que tuvieras que irte a trabajar, agradezco la nota, pero fue un poco desinteresado por tu parte irte sin despertarme.

- Intenté despertarte, pero no lo hacías y por eso te dejé la nota.- respondió rascándose la nuca.

Camil asintió con la cabeza.

- Lo siento otra vez... No quería aprovecharme de ti...- jugó con la manga de la chaqueta del uniforme y desvió los ojos.- Entiendo si no quieres volver a verme otra vez...

- De hecho, me causa curiosidad que quieras ser tan políticamente correcto y al mismo tiempo cometas errores de manual, pero bueno...- se encogió de hombros.- No siempre tengo libre, pero si es entretenido hablar contigo, tengo que admitirlo. ¿Te importa si cambiamos los teléfonos?- los ojos de Nicola se abrieron con sorpresa.

- Claro... ¿Quieres que sigamos en contacto?

- Sí. ¿Por qué no?- se encogió de hombros viendo una sonrisa cruzar los labios del castaño.

- Me parece estupendo... Y si gracias a quedar o hablar contigo puedo negarme a todas las quedadas de Gio, para mí perfecto...

Gio, diminutivo de Giovanni, era el chico que no dejaba de tocar sus piernas en el restaurante y que causó que Nicola le pidiera ayuda con la mirada, cosa que causó la pelea con Luca en su trabajo. Suspiró al recordarlo...

- Seguimos en contacto...

- Sí, claro.

Regresó a casa.

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Sus gemidos se escapaban de forma incontrolable y sus dedos se clavaban en la espalda contraria mientras inclinaba la cabeza hacia atrás y las corrientes eléctricas se volvieron insostenibles, haciendo que su cuerpo tuviera una reacción de temblor que sacudiera todo su cuerpo debajo del contrario. Había emitido un gemido más ronco que el resto, más largo, más erótico. El punto clave había sido que lo embistieran hasta que sus piernas temblaran.

Sabía que volvería a encontrarse con Nicola en aquellas circunstancias, pero no pensaba que tan rápido y sin estar en el viaje lúcido del alcohol. Tal vez porque lo único que los aguantaba en aquel punto era la mera atracción sexual y no necesariamente romántica. Por ello no se escuchó un solo: "ti amo" en todo el acto. Porque en realidad no existía un "ti amo" como tal. Solo un: "il tuo corpo è attraente e voglio divorarlo" ("Tu cuerpo es atrayente y quiero devorarlo"), no existía otra cosa, y tampoco es que hubiera intenciones de que quisieran convertirlo en otra cosa. Más allá de querer devorar el cuerpo contrario con la mirada o a besos, no había nada más que los uniera.

No entendía el concepto de Nicola de estar tan a favor de algunas cosas como el consentimiento, el bienestar mutuo y el placer compartido, y que lo único que hubiera entre ellos fueran los pilares básicos de un sexo sin compromiso pero elegante y refinado. Y no precisamente porque salieran cosas bonitas de sus labios, al contrario.

Por la mañana, sobre todo las mañanas de sábado o domingo, Nicola se levantaba temprano, él tenía que ir a trabajar. Camil se había acostumbrado a despertar al mismo tiempo, tal vez sus oídos se agudizaron o se acostumbraron a despertar cuando notase el movimiento de Nicola. La mayoría de las veces dormían cada uno en una punta de la cama, así como las circunstancias post-sexo se marcaban. Nicola se quitaba de encima y rodaba hacia un lado, él igual, y muchas veces se daban la espalda, como completos desconocidos desinteresados que por obvias razones de ser las tantas de la madrugada se quedaban a dormir en la misma cama y al día siguiente, como completos desconocidos, cada uno se iba por su lado.

50.- Just sex (+18) (Gay / Homosexual)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora