Capitulo 50: Un cliche mas

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Fui recibida mejor que nadie, por suerte nadie se ha dado cuenta de mi golpes en la cara, pero ya era algo de menos.

Se que soy una persona con muchos privilegios, pero por primera vez estoy entendiendo que no siempre los voy a tener solo por tener la familia que tengo.

Es asi que veia a mi mundo estaba callendo, pero podria decir que el mundo que vivia nunca me gusto.

No dejaba de pensar en lo que habia dicho Mateo, no me gusta que se me tan conmigo, pero mucho menos con mi familia, es asi que llegue a la conclusion que Mateo podria exponer a mi familia, o a ami, ya que era un reportero, y sabia que trabajaba en una telvisora importante, asi que si, mi vida dependia de una nota, una sola nota que nos hundiria.

Estaba en mi antigua habitacion, estaba exactamente igual como la habia dejado, saque alguna de mi ropa de la maleta y la coloque en mi antiguo vestidor.

Aquel vestidor me traia a algunos recuerdos, tenia un poco de ropa antigua ahí que nunca recogi, o algunos accesorios que habia dejado, como algunos anillos, lentes de sol, como extrañaba esas fechas, cuando todo era inocente.

Cam y Mariana, era grandes personas, se preocupaban por mi y no les importaba que molestara su privacidad, capaz, nuestras habiataciones estaban muy separadas para saber que cosas harian, no que asco, como puse pensar en eso, ya me imagino que deberan hacer.

Sali de mi habitacion y me dirigi a la sala, queria obserbar la ventana, ver aquella aterdecer en pachuca, ver como esos rallos de sol desparacian con lo que se via poco de la ciudad, y veia a lo lejos el estadio, el querido estadio hidalgo, pero no solo era eso, ver aquella bella ciudad, si no, estaba en riesgo, sabria que Mateo regresaria a buscarme, y al saber que no estaria en la ciudad de Mexico, sabria donde estaria, fue por ello que me lastimo, capaz, ya sabe donde era mi antiguo departamento, asi que obserbaba quien estaba afuera, quien vigilaba, ya saben.

Regrese a mi cuarto, tome una ducha, y me puse la pijama, me mire al espejo, y veia como empezaba a tomar mas color mi ojo, tengo que decirle a Mariana sobre esto, esto no se podra ocultar.


Lunes 26 de enero, 2022.

Kevin

Era nueva epoca, desde que mamá me bajo los pies a la tierra, he analizado mas mis actitudes, solo tenia que ser yo, saben?, solo Kevin.

Claro, mi sueño era que mi nombre sonara por que sabia que seria un gran futbolista, pero ultimamente he sido mas sonado por chismes que  por un partido, o por tener el mejor gol y lo peor que todavia no inicia el torneo.

Como todos los años, la navidad se extraña a papá, pero mis hermanos y mamá ya se estan acostumbrandos, pero yo aun no, como lo extraño.

Me preparaba para ir a la universidad a tomar el primer entrenamiento del día, era algo injusto, era otro día pra estar en cama, comer recalentado, y ver peliculas, y no solo eso, estaba aun cansado por los entrenamientos de acapulco, pero los beneficios que te da el deporte no?

Me despedi de mamá y me diriji a la universidad, sentia una sensacion rara, algo conocida, pero la deje pasar, solo queria entrenar, ya era una rutina, solo quiero hacer mi trabajo para ya irme de aquí.

Me estacione, y baje del auto.

Saque mi maleta y llegue al edificio tuzo, donde estaban los vestidores.

Me prepare como siempre, me puse el uniforme de entrenamiento, mis tachones, y sali con uno de mis mejores amigos, Erik.

- Sabes que siento?.- dice Kevin

- Que pasa ?.- digo

- Siento que sera mi torneo sabes, bueno eso espero.- dice 

- Veras que si, ya sabes vas a ver que nos vamos a separar, Chavez se va europa, Ibañes esta por irse, yo todavia no se, vas a ver que si.- digo

- Espero, quiero darle una mejor vida a Lizz.- dice

- Y bueno, como te has sentido desde que llego el bebé.- digo

- Pues un poco cansado pero me hace feliz.- digo

- Te entiendo.- digo

Y eso me hizo pensar en el bebe de Mae y mio, podria ser que ya hubiera nacido, la casa estubiera de locos, realmente moriria por conocer a ese pequeñin, pero la cosas pasan por algo, no?

Tome mi entrenamiento de costumbre, ya saben pesado, un rato en el gym, mas ejercicio en cancha, y luego tecnica.

Asi que al terminar en entrenamiento regrese a los vestidores, me di una ducha y ahora si a desayunar.

Caminaba por el edificio tuzo, realmente algo normal, hasta que abrí la puerta para salir, pero senti que empuje a alguien, hasta que escuche un "AUNCH"

- Lo lamento te lastime?.- le digo a la chica que esta en el suelo

Pero cuando me percate de quien habia lastimado con la puerta no lo podia creer, era como si todo volviera a empezar, y aunque suene raro, era algo extraño que me encontrara a Mae de esta forma, como si fuera un cliche mas, como si nos conocieramos de nuevo, como aquel primer partido con la seleccion.

Mae volteo a verme con esos lentes de sol que traía y supe que ella estaba igual sorprendida como yo.

- Esto se te esta haciendo mala costumbre no crees?.- dice molesta

- Yo?, mas bien aprende a caminar no crees.- digo

- Por dios la puerta era de vidrio, no notabas que alguien iba caminando.- dice 

-No, perdon estas bien?.- digo

- Creo que ya, pero ayudame a levantarme no?.-dice

La tome de la mano, y la levante.

- Al parecer no me has superado.- digo de broma

- Jaja ya quisieras, y creeme que no se me ha olvidado la ultima pelea.- dice Mae mientras se sacude las manos

- Lo se, lo siento, realmente no se que me paso.- dice

- Ya dejalo asi vale, tengo que irme.- dice cortante

- Espera, pero que haces aquí, si no estas por mi que estas haciendo.- digo

- Calmate, no todo gira sobre ti, solo vengo a dejar unas fotos.- dice

- Fotos?

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- Fotos?.- digo

- Amm si, Mariana necesita ayuda, y pues ya sabes la fotografia es todo, asi que decidi ayudarla.- digo

- Vas estar aquí.-digo sorpendido

- Kevin ya dejalo, realmente ya no quiero hablar, no quiero verte, tienes que entenderme vale.-dice

No voy a mentir, me dolio que dijiera eso, pero despues de mucho tiempo me puse en sus zapatos, y la comprendi, estos meses he cambiando mucho que hizo que la perdiera.

- Lo entiendo.- digo

Mae se aparto de mi, entro al edificio, y no deje de mirarla ni un segundo, aunque me hubiera gustado ver sus hermosos ojos verdes.

Regrese a casa y le conte a mamá quien habia regresado, estaba algo extraño, como esa espina de suerte, mi ego habia bajado, y realmente le agradezco a mi madre, no era yo y me estaba dejando llevar por personas que no son de mi tipo.

Eso me gustaba de Mae, que aunque fuera famosa, y tuviera todo el dinero del mundo, era tan sencilla, era un chica que siempre estaba sonriendo, como una niña, y sabia que nadie le quitaria esa sonrisa, y ahora yo cargaba con esa responsabilidad, yo le quite esa sonrisa por la estupides de sentirme hostigado.




Un cliché más • Kevin Álvarez •Donde viven las historias. Descúbrelo ahora