ɪɴ ᴛʜᴇ ʀᴀɪɴ ||ᴀᴅʀɪᴇɴᴇᴛᴛᴇ & ʟᴜᴋᴀxᴛᴜ||

ᴄᴀᴘÍᴛᴜʟᴏ 17: ʙᴀᴊᴏ ʟᴀ ʟʟᴜᴠɪᴀ

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"BAJO LA LLUVIA"

Cuando la alerta de akuma término, todos volvieron a las actividades que hacían.

—No me responde —menciona mientras se trata de comunicar con el rubio.

—Tranquila _____, seguro que Adrien esta bien —menciona el peli azul tranquilo.

—¿Tu crees? —pregunta.

—Adrien es un chico muy inteligente y siempre que hay una alerta de Akuma sabe muy bien como ponerse a salvó.

—¿Y que hay de Marinette?

—Seguro que Adrien se encargó de ponerla a salvó también, el nunca dejaría que algo malo le pase —menciona.

—Esta bien —guarda su teléfono— voy a dejar de tratar de comunicarme con el.

—Piensa en esto ____, si Adrien y Marinette están juntos es probablemente que estén cerca de hablar.

—Tienes razón, supongo que solo nos queda esperar un poco más.

Ambos jóvenes siguieron caminando por el lugar sin alejarse demasiado, cuando sin previo aviso comenzó a llover.

—¿Lluvia? No había pronóstico de Lluvia para el día de hoy —menciona la femina mientras alzaba la mano.

—Es muy común que aquí llueva de la nada, hay días que simplemente no está contemplado y comienza a llover, creo que hoy fue un día de esos —menciona el peli azul.

—Es lindo, me gusta la Lluvia —sonríe.

Siguieron caminando bajo la lluvia mientras que iban conversando.

Por otro lado se encontraba la azabache tratando de comunicarse con el rubio mientras que lo buscaba con la mirada.

—Nunca debi dejar que Adrien se alejara de mi, ahora no se donde esta —menciona preocupada.

—¡Marinette! —menciona el rubio mientras se acerca.

—¡Adrien! —corre y lo abraza— que bueno que estas bien.

—Lo lamento no debí alejarme de ti, solo estaba asustado —menciona mientras correspondía el abrazo.

—No hay problema Adrien, lo importante es que ya estas aquí y estas a salvó, estas a salvo ¿verdad?

—Si, gracias a Ladybug y Chat Noir estoy a salvó —menciona con una sonrisa.

—Bueno... Podemos caminar para buscar a _____ y Luka —menciona.

Ninguno de los chicos se habían percatado de que ya estaba lloviendo, tanto por lo que perdidos que estaban en la mirada del otro y por la escena de nervios que se presentaba entre ellos.

—¿Lluvia? —pregunta— ni siquiera me había dado cuenta que estaba lloviendo.

—Es cierto —estira su mano y siente las gotas de lluvia caer en su mano— tal vez deberíamos ir a buscar a los chicos e irnos a casa ahora.