𝗼𝗻𝗰𝗲 - 𝖻𝖺𝗍𝖺𝗅𝗅𝖺

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Armamos un campamento en una montaña, había una tienda de campaña donde Bella podía estar y dormir, mientras que Edward, Jacob y yo nos quedaríamos haciendo guardia, ese era el plan

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Armamos un campamento en una montaña, había una tienda de campaña donde Bella podía estar y dormir, mientras que Edward, Jacob y yo nos quedaríamos haciendo guardia, ese era el plan. Estoy en el campo junto a Bella, ella se hace una herida en el dedo con la punta de una espina, su dedo sangra y mancha un tronco y algunas hojas, impregnando su aroma en este lugar, noté que Edward no respira y yo tampoco lo hago.

—Lo siento, quería aportar en algo —dice Bella, asentí al verla.

—Ya estoy aquí —dice Jake al acercarse a Bella, está sonríe y parece que se sonroja un poco.

—Alice dice que se aproxima una tormenta —dice Edward.

—Sí, la siento —comenta Jake—, deberíamos irnos.

—Nos veremos pronto —le digo a Bella, ella asiente y Jake la carga en brazos, ingresa al bosque y se pierden. Edward toca mi mano y oigo un leve crujir, veo y añadió un cristal en forma de corazón al brazalete que me dio Jake.

—Para que lleves algo mío igual —dice, sonrío al verlo y lo beso, ambos corremos hasta el campamento. Al llegar a la montaña se podía ver como los rayos del sol atravesaba más fácilmente las nubes, Edward quién estaba algo más adelante de mí brillaba como el diamante mismo, se giró a mí y sonrió—. Eres hermosa —dice, me acerco a él y cuando levanto mi mano para acariciarlo, veo que mi piel igual brilla. Como no ha habido días en los que el sol llegué a Forks, nunca me vi. Edward me besa la frente e inhala mi aroma, cierro los ojos para sentir también su olor, su esencia es exquisita para mí, pero entonces hago una mueca de asco al sentir el olor a lobo.

—Ya están aquí —dice Edward, sonreí leve, me giré y vi a Jake ayudar a subir a Bella, había una gran inclinación en las rocas.

—¿Fue un buen viaje? —pregunté, Bella se mordió el labio para ocultar una sonrisa. Ambas nos adentramos a la tienda y Bella vio el colchón, se acostó y abrazo las mantas—. Espero que sean suficientes, yo la verdad ya no recuerdo lo que era el frío —digo.

—No, está bien, estaré bien —me dice, asentí al oírla. La tormenta empezó a llegar y el viento chocaba bruscamente contra las paredes de la tienda, sin embargo, esta no se movía. Fue bien clavada al piso, porque si no, estaríamos volando. Escuchaba el castañear de los dientes de Bella, eran leves, pero fueron en aumento cuando el viento externo aumentó, también se sentían las gotas de lluvia caer, y entonces Bella empezó a temblar.

Forks, por favor.

—Enseguida vuelvo —digo al salir de la tienda, cuando abrí la puerta Bella tembló más, la cerré de inmediato. Cerré los ojos preocupada y me quedé pensando, entonces una visión vino a mi como respuesta. Jake servía de calefactor para Bella, solo así ella sobrevivirá bien esta noche. Caminé hasta donde él intentaba dormir, lo vi en el suelo y abrazándose, como un cachorro. Me sintió acercarme, se levantó y me miró—. Bella necesita calor, algo que no puedo darle, ¿podrías ayudarla? —digo, Jake se levanta y me observa—. Tranquilo, no entraré, serán ustedes dos.

—Bien —dice Jake al bajar la mirada, él ingresa a la tienda y cierra la puerta, en minutos Bella deja de temblar y hay paz en la tienda. Retrocedí unos pasos y vi a Edward observándome, me acerqué a él y toqué su camisa, era azul y tenía el cuello un poco abierto, él pocas veces muestra su piel, pero ahora estoy feliz de verla. Escondí mi rostro en su cuello y él me abrazo, no hay frío ni calor, no me importa nada, solo estamos ambos aquí, y se siente bien. Abro los ojos cuando el ruido cesó, sentí que fue poco tiempo, pero la verdad es que ya era de día, las nubes estaban en el cielo, pero lo que alumbraba todo era la nieve, no me di cuenta de que estaba nevando. Retrocedí unos pasos y Edward río al verme, entonces lo vi también, tenía nieve en el cabello y ropa, me sacudí el cabello y la nieve caía, reí leve al sentir un leve beso de él. El cierre de la puerta resonó en mis oídos, me giré para ver como Jake salía de la tienda.

—Seth ya viene a reemplazarme —dice él, avanza un poco y se aleja, siento el aroma de otro lobo acercarse y suspiro.

—Ya es hora, hoy es el día —digo, Edward acomoda mi cabello en mi espalda.

—Despierta a Bella, tiene que despedirse ¿no? —asentí al oírlo, me adentro a la tienda y Bella dormía, la toqué levemente en la mejilla y ella se estremeció, su calor corporal era grande, así que fue un doble estremecimiento.

—I-sa-be-la —susurro, ella frunce el entrecejo y ahora la tocó ahí, reí levemente cuando ella sujetó mi mano y suspiró.

—Ya desperté, no hagas escándalo —dice, ella se levanta y yo salgo de la tienda mientras se arregla.

—Jacob fue a ver si todo está en orden por los alrededores —asentí, el cierre se vuelve a oír y Bella sale de la tienda, tiene al menos dos camisetas y un abrigo, además de un gorro de lana que la alivia del frío.

—Buenos días ¿Jacob? —preguntó.

—Él está por ahí —dice Edward al apuntar, Bella asiente y avanza hasta ese lugar, la oigo caminar y detenerse, entonces sé que ya está con Jake cuando los oigo hablar—. Me decías a mi chismoso antes —comenta Edward al acercarse a mí y reír.

—Eso es diferente, ella es Bella, puede tropezar con sus propios pies y caer —digo, Edward niega con la cabeza. Bella regresa a los minutos después, y Seth se acerca a nosotros, mira a Edward.

—Ya empezó —dice, tomé levemente la mano de Edward mientras esperaba—. Jacob acaba de llegar —un suspiro de alivio salió de Bella, yo cerré los ojos y una visión se hizo presente, Victoria quien se ha mantenido oculta todo este tiempo se acerca a nosotros, parece que aprendió algo de James, pues siguió el aroma mío y de Edward. Apreté la mano de Edward y este me observó.

—Bella, acércate —digo al tomar la mano de bella, ella se oculta en mi espalda, Edward ve a nuestro alrededor.

—Esta cerca, oigo sus pensamientos. Seth, vete —le dice Edward—. Es tal cual viste, pero no está sola —fruncí el entrecejo, entonces vi a un chico aparecer entre los árboles, su cabello era castaño claro y corto, vestía de negro, tenía buenas facciones, las que te concede la transformación. Él se acercó a nosotros—. Riley, escúchame. Victoria sólo te está usando para distraerme. Sabe que te mataré.

Como un rayo rojo, Victoria aparece, ella nos observa y calcula nuestras posiciones, veo que idea un plan para atacar.

—Es más, le agrada saber que no tendrá que lidiar contigo —dice Edward al ver a Victoria.

—No le creas Riley. Te dije de sus trucos mentales —dice Victoria.

—Puedo leer sus pensamientos. Sé lo que piensa de ti —dice Edward, Bella se aferra a mí mano, y yo a la de ella.

—Miente —Victoria hace que Riley desvíe la mirada a ella.

—Sólo te creo a para vengar a su amor verdadero, James —Riley frunce el entrecejo—. Sólo eso es importante para ella. No tú.

—Te quiero. Lo sabes —responde Victoria apresuradamente, cerré los ojos, vi la escena que viene, me visualice en la pelea, y al final tendré que soltar la mano de Bella para combatir. Neófito contra neófito, vampiro contra vampiro, una pelea justa, aparentemente.

—Piénsalo bien, tú eres de Forks, conoces el área. Es la razón por la cual te escogió. No te ama —Edward seguía intentando razonar con él, yo internamente ya sabía que de nada serviría.

—Riley, no permitas que nos haga esto. Sabes que te amo —le dice Victoria, él parece querer llorar, pero al final concentra su mirada en nosotros, suelto la mano de Bella cuando Riley se acerca corriendo a nosotros, iba a saltar y entonces veloz entre los arbustos sale Seth a atacar a Riley, lo jala de un lado a otro hasta que le arranca la mano izquierda. 

𝐒𝐎𝐋𝐒𝐓𝐈𝐂𝐈𝐎 𝐃𝐄 𝐕𝐄𝐑𝐀𝐍𝐎 - Parte dosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora