La somnofilia se caracteriza por la excitación sexual y el orgasmo resultantes de la interacción sexual con una persona dormida
¿Como dos personas que no se conocían de nada, más que de vista, ahora vivían juntos y se habían convertido en grandes amigos siendo uno tan formal y el otro tan casquivano y libertino?
Ni ellos mismos lo sabían.
Yoongi y Jimin estudiaban en la misma universidad, diferentes carreras cabe destacar, pero de vez en cuando solían encontrarse en el mismo pasillo, ninguno de los dos se había interesado en el otro, hasta que cierto día tocaron la puerta del pequeño apartamento en el que habitaba Yoongi diciéndole que debía tres meses de renta y que si en el siguiente no pagaba lo que debía, estaba obligado a desalojar dicho lugar.
El pelinegro no tenía otra opción más que encontrar un compañero de habitación, no le importaba quien fuera con tal que le pagará de inmediato para así saldar su deuda, pero nadie estaba dispuesto a vivir con aquel tipo que tenía tan mala fama en la universidad, a excepción de alguien que no supiera nada de su vida.
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Jimin estaba en su penúltimo semestre de medicina y estaba agotado, no tanto de la universidad, sino de su vida personal.
Los padres de Jimin eran unos reconocidos médicos, por eso cuando estos se enteraron de lo que quería estudiar su hijo se opusieron totalmente, ayudándolo muy poco con ello, no quería ser igual que ellos y eso les afectaba duro, tanto como un fuerte golpe en el estómago .
Cuando el rubio escuchó sin querer en uno de los pasillos que un tal Yoongi buscaba compañero de apartamento no dudo ni un segundo en meterse en la conversación para preguntar por aquel muchacho, obteniendo cómo respuesta que era alguien de la facultad de ingeniería.
Caminando hasta aquella área empezó a preguntar por aquel muchacho que no tenía ni idea de cómo se veía, y cuando preguntaba las únicas respuestas que obtenía era "No lo he visto" o un "Debe estar por ahí revolcándose con alguien"
Cuando estaba apunto de rendirse y de volver a su zona tocaron su hombro haciendo que volteara y ahí estaba; un chico un poco más alto que el, pelinegro, y con una piel tan pálida, que podría desaparecer en cualquier momento, era atractivo no iba a negarlo.
—Me dijeron que un chico enano y de cabello rubio, me estaba buscando, supongo que debes ser tú.—Preguntó con una ceja alzada y escaneandolo de arriba abajo.
—¿Me llamaste enano?—preguntó ofendido.
—A ver yo no lo dije, lo dijeron los que me avisaron.— Mentira, si lo dijo él, en cuanto lo vio no pudo evitar notar la diferencia de altura y se le escapó aquello y por supuesto que no lo admitiría. —¿Y bien? ¿Me buscabas?