La estigmatofilia se define como la atracción sexual hacia personas con tatuajes, piercings, marcas de la piel, cicatrices o heridas.
Me había levantado tarde esa mañana, la noche anterior me había desvelado estudiando para un examen que tendría para el siguiente día, lave mi cuerpo y cara rápidamente, cepille mis dientes y me peine lo más decente que pude.
Tome mi bolso y guarde las cosas necesarias para el día, no me dió tiempo de desayunar y solo me despedí de mi mamá para salir disparado, apresure el paso lo más que pude al punto de casi correr, no estaba tan lejos la institución de mi casa, así que llegue rápido, quince minutos tarde, pero se logró o al menos eso creí.
Fui hasta mi aula correspondiente y me disculpé por llegar tarde, pero el profesor no quiso dejarme entrar, así que di por perdida aquella clase.
Con la cabeza baja fui hasta mi casillero para dejar algunas cosas allí y sacar otras, me mire en el espejo que tenía en la puerta de aquel rectángulo, tenía ojeras muy marcadas y estaba tan demacrado que a leguas se notaba que no había estado durmiendo bien los últimos días. Cerré con fuerza el locker y pegue un brinco del susto cuando frente a mi apareció un chico pelinegro, este llevaba un piercing en la ceja y nariz.
— Perdón no era mi intención asustarte.— el chico se disculpó entre risas.— Soy nuevo y quería saber si me podrías llevar a la clase 5-B.
—Ah, sí claro, mucho gusto, me llamo Park Jimin.— extendí mi mano para que el otro la estrechará.
— Un gusto, Min Yoongi.— respondió alegre mostrando su bonita dentadura.
Me di vuelta haciéndole señas para que me siguiera y él acato. Me di la tarea de detallarlo mejor, era muy notoria la diferencia de tamaños, era más alto que yo, pero ¿Quien no lo era delante de mí?
Tenía un tatuaje en su cuello cerca de la parte trasera de su oreja, era algo escrito, lo cual no supe descifrar ya que estaba en un idioma que creía yo, era inglés, se le veía muy atractivo con él, al igual que con sus perforaciones en el rostro.
Llegamos al salón y lo presenté ante el maestro, tocó con mi grupo, pero a él si lo dejaron entrar por ser el nuevo, él pasó y yo me quedé afuera, esperando a mi siguiente clase.
Cuando por fin el maestro salió del aula yo pude entrar, para esperar al siguiente docente, busque mi asiento y al lado de mí estaba el nuevo, los pupitres eran compartidos, pero casi nadie se sentaba conmigo, preferían evitarme y para mí eso estaba bien, pero con este ya había entablado conversación así que no tuve problema en sentarme a su lado.
— Nos vemos de nuevo, ¿Por que no entraste antes?— me preguntó apoyando su barbilla de la mano derecha, la cuál me fijé también tenía un tatuaje de araña en ella, regrese mi vista a su rostro y respondí.
— Llegué algo tarde y no me dejaron entrar, tú por ser nuevo te dieron el privilegio de ver esta grandiosa clase.— dije con sarcasmo y él se carcajeo bajo.