Atracción por las venas y arterias visibles y/o resaltadas en los brazos u otras partes del cuerpo.
Jimin no creía ser alguien presumido, tampoco era algo que quería ser, pero lamentablemente en sus veintidós años de vida llena de lujos terminaba siéndolo, aún si esa no fuera su intención.
—Entonces cuando estaba apunto de salir de la casa, mi papá me detuvo y me dió las llaves, claro que no era el auto que esperaba pero no puedo quejarme, al fin no tengo que estar con ese chófer pisandome los talones.
—Vaya Jimin, que bien, ¿y cuando nos invitas a dar una vuelta en él?— preguntó uno de sus amigos que escuchaban la historia por tercera vez en el día.
—¿Qué les parece hoy mismo? Podemos ir al centro comercial— insinuó. Ninguno de los tres presentes se negó a la idea, y cuando sus horarios del día estudiantil terminaron, los cuatro se encontraron en el estacionamiento de la universidad para irse como habían acordado.
— ¿Jimin, por qué no usaste la direccional cuando cruzaste?— preguntó Hoseok, uno de sus amigos desde la parte trasera.
—El de atrás estaba lejos, lo ví innecesario.—respondió con simpleza.
— Jimin, tienes tu licencia de conducir contigo ¿Cierto?— Ante el silencio, su amigo Jin volvió a preguntar.— ¿Cierto?
—Es que… aún no me la han dado.
—¿Qué?
—¿Cómo que no la tienes?— preguntó Taehyung, el tercero que iba de copiloto.
—¡Dios! ¿qué importa? No la vamos a necesitar por ahora, estén tranquilos, solo confíen.— le resto importancia a la situación
— No, Jimin, detente, yo manejaré, llevo mi licencia conmigo.— mencionó el que iba a su lado.
— No, es mi auto yo manejaré.
— Jimin deten el auto, aquí.— en un intento por hacer que su amigo se orillara, tomó el volante y lo jaló hacia su lado.
— ¿Qué haces? ¡Suéltalo!— ambos muchachos empezaron a forcejear con el volante haciendo que el carro fuera de un lado a otro, por suerte aquel camino estaba relativamente despejado, sin otro auto con el que pudieran tener un accidente, pero para su mala suerte terminaron subiendo a la acera e inmediatamente se bajaron de ella, rozando todo el lado derecho del auto con un poste.
Jimin por instinto presionó el freno de golpe, haciendo que todos detuvieran aquel zarandeo que tenían con el auto.
— No, no, no ¡No puede ser!— Jimin se estacionó y rápidamente bajó del carro para ir al otro lado. Sus amigos hicieron lo mismo— Me van a matar.
—Yo… Jimin cuánto lo siento— Taehyung se sentía apenado, ya que él fue quien había empezado la guerra con el volante.— pagaré todos los gastos del auto, te lo juro, lo llevaremos dónde mi hermano.