Fantasía erótica que consiste en querer tener sexo en la cabina de un avión o a las alturas.
Continuación de "Agalmatofilia"
Jimin y Yoongi habían pasado por muchas cosas en el tiempo de cinco años de relación.
Yoongi era un hombre muy reconocido en el ámbito de la moda, su madre en su juventud había sido una de las modelos de pasarela más populares y cotizadas del momento y cuando ella decidió lanzar su línea de ropa por primera vez, él no dudo en entrar en ese mundo también, siendo su mano derecha en todo lo que abarca y uniéndose a la industria del modelaje también luego de culminar su carrera en administración. Por ello, Yoongi era ahora uno de los hombres más aclamados por los medios y querido por hombres y mujeres que soñaban tener algo con él.
Jimin era el hijo de la dueña de una famosa empresa que se dedicaban a la fabricación, venta y distribución de productos para tiendas. Él no era una estrella, no era actor, ni cantante, ni mucho menos modelo, pero se podía dar los lujos que se daban aquellos.
Ellos se conocieron en una de los tantos eventos de moda que Chaerin; la madre de Yoongi, organizaba y a la cuál fue invitada su vieja amiga Bom: la dueña de la empresa anteriormente mencionada y madre de Jimin.
Ambas mujeres se pusieron de acuerdo para presentar a sus hijos y que tal vez estos tuvieran una buena amistad como la de ellas en su juventud, sin saber que aquellos dos terminarían en más que una amistad.
En cuanto se vieron conectaron de inmediato. Yoongi era irresistible para muchos, con una cara perfectamente definida y un cuerpo trabajado que no pasaba a ser exagerado, y un sentido del humor intacto que hizo que Jimin no pudiera evitar caer ante sus encantos.
Por el contrario, Jimin desbordaba una belleza exorbitante con sus rasgos físicos tan delicados, una preciosa sonrisa y un cuerpo de infarto que podría volver loco a cualquiera, y Yoongi no fue la excepción.
Pasaron de tener sexo casual, a ser amantes a escondidas de los medios. Vaya error.
En cuanto formalizaron su relación con el acuerdo de mantenerlo en secreto, todo amor y pasión que había en un principio se fue cuesta abajo.
Jimin no podía soportar que los medios inventaran cosas de su chico juntó a otras mujeres famosas y Yoongi para aquel tiempo no era alguien que tenía el don de la paciencia, así que las peleas no se hacían esperar; en dónde Yoongi le decía a Jimin que era un exagerado y que solo estaba viendo cosas donde no las había, pero Jimin con un corazón tan sensible como el que Dios le había dado, no podía evitar echarse a llorar mientras le decía lo estúpido que era al contrario y este al no soportar los insultos se iba a su casa dejando a su novio totalmente solo.
La gota que derramó el vaso fue un día en el que Yoongi tenía que ir a una gala con una de sus compañeras: Irene, una de las tanta con las que le habían creado rumores, pero lo que hizo enloquecer a la prensa y paparazzis no fue solo el hecho de que ambos iban vestidos como la pareja perfecta, sino que fue en el momento exacto en el que la chica se atrevió a tomar a su compañero de los hombros y plantarle un beso en los labios, el cuál Yoongi no rechazo.