Capítulo 19

86 3 0
                                    

La semana transcurrió sin emoción alguna. Laura se había obligado una rutina de la casa al trabajo y viceversa. No tenía ánimos de salir, ni compartir con sus amigos.

Una noche Amanda le llamó por 3ra vez en la semana y no le quedó otra que atender la llamada:

- Niña, vaya hasta que me contestas - dijo Amanda.
- Hola Amanda, si perdón. No he tenido mayor ánimo y estado encerrada en mi casa - se excusó Laura.
- Bueno, si tiene que ver con quien yo creo, sabes de sobra que estamos para ti. Igual llamo para decirte que vamos rumbo a tu casa - dijo Amanda.
- Amanda, en serio no es buen momento - repuso Laura.
- Por eso mismo, tú quédate ahí que nosotras llegamos en un momento - finalizó Amanda.

Dicho esto colgó la llamada. Laura no tenía mayor opción que recibir a quienes se habían convertido en sus amigas.
Pasado un rato, llegaron por lo que Laura salió a abrir el portón y a recibirlas.
Amanda al verla, la abrazó y juntas se fueron al patio. Charlotte y Amanda habían llevado pizza y cervezas y se dispusieron a comer mientras platicaban.

- ¿Nos dirás el motivo entonces de tu estado? - Preguntó Charlotte
- Los planes de boda, mudanza incluso noviazgo se acabaron - respondió Laura.

Hubo silencio por un rato, luego Amanda habló:
- Seguramente pasó algo que desconces, se reconocer el amor y ella te ama.
- Ya no importa, igual me queda claro eso del "Amor no es suficiente". Se que me he encerrado, pero no pienso quedarme así para siempre. Solo estoy sintiendo el dolor, cuando acabe, podré retomar mi vida - dijo Laura.
- Es normal sentir dolor, pero lo sana más rápido si lo compartes. Es decir si permites a personas a tu alrededor - intervino Charlotte.
- Gracias por estar aquí - dijo Laura.

Siguieron hablando de varias cosas comunes y se quedaron hasta bien avanzada la noche.
Al marcharse le dijeron a Laura que les llamara si ocupaba algo.

Era ya fin de semana, pero no tenía ganas de salir. Se quedaría en casa.

Así pasaron varios fines de semana que a su vez se convirtieron en meses, en los cuales se había convertido en una ermitaña. Su rutina seguía siendo casa - trabajo y viceversa.

Hubo una noche en el cual uno de sus gatitos se enfermó y tuvo que llevarlo de emergencia a la veterinaria. Los atendió una doctora nueva que no había visto. De entrada, le pareció linda. Además muy amable. Revisó al minino y le recetó medicamentos, Laura al ver la receta descifro el apellido Vásquez. Y como si la doctora leyera sus pensamientos se presentó:

- Soy Cristina Vázquez.
- Mucho gusto doctora Vásquez - dijo Laura.
- Puedes llamarme Cristina, mis amigos me dicen Cris - dijo Cristina.
- Entonces mucho gusto Cris, soy Laura.
- El gusto es mio - prosiguió Cristina.

Se despidieron y Laura pasó por los medicamentos y se fue a casa. Era la primera noche en varios meses, que salía de su rutina diaria.

Al día siguiente le cayó un mensaje de un número desconocido:

Desconocido: Buen día Laura, ¿cómo amaneció el peludito? Quiero darle seguimiento al tratamiento, por eso te escribo de mi número personal, soy Cris 😊.
Laura: Buen día Cris, el esta mejor. Pudo dormir y se ve de otro ánimo. Igual hoy no trabajo y me quedaré en casa para cuidarlo.
Y procedió a guardar el número con el nombre de Cris Vásquez.
Al cabo de un rato, le cayó otro mensaje:
Cris Vásquez: perfecto, cualquier cosa me la haces saber. Ten lindo día 😃

Lo leyó pero ya no contestó nada. Desayunó y se dedicó a sus pequeños.

En la tarde le llegó un mensaje de una de sus amigas, en el cual la invitaba a la inauguración de un nuevo bar. Se tomó un tiempo para contestar. Observó a su pequeñín y vio que ya andaba como si nada, así que aceptó ir. Ya estaba cansada de tanto encierro.

Cuando se acercó la hora, se vistió y optó por un outfit que le quedaba espléndido, se maquilló un poco y se fue para encontrarse con sus amigos.

El bar estaba muy bueno, tenía unas áreas que eran una novedad, aparte de unos reservados muy lindos. La mesa donde se encontraba con sus amigos, estaba en una esquina, desde ahí podía tener una vista hermosa del lugar.
Pasado un rato, reconoció a Cris en la barra. Estaba con otras dos personas. Quiso saludar, pero se abstuvo porque no quería abrir una puerta que era mejor mantener cerrada.

Después de varias rondas, se disculpó y fue en dirección al baño. En lo que esperaba llegó Cris, que al verla la saludó de inmediato:

- ¡Laura! Que gusto verte. Te ves muy bien esta noche.
- Hola Cris, lo mismo digo - dijo Laura ignorando el último comentario de Cris.
- Me alegra saber que el pequeño está mejor y te tomarás la noche para salir - dijo Cris.
- Si, esta mucho mejor y si, la verdad hacía mucho no salía y estoy disfrutando la noche - concluyó Laura.
- Es bueno saberlo, en términos generales el bar está muy lindo. Yo vine con unos amigos que morían por conocer este lugar - dijo Cris.
- Genial, igual yo, ando con unos amigos - dijo Laura.

Ya era su turno de entrar al baño, por lo que se despidió de Cris y entró. Al verse en el espejo, se retoco el maquillaje y volvió a salir.
Cuando llegó a su mesa de nuevo, miró que los acompañantes de Cris se ponían de pie y se despedían de ella. En eso intercambiaron miradas y los ojos de Cris recorrieron la mesa donde ella estaba, al cabo de un minuto, venía caminando a su dirección.
Un amigo, de un amigo de Laura era amigo de Cris, por lo que al saber que se había quedado sola, la invitaron a su mesa.

Compartieron mucho más y ahí fue conociendo un poco más a Cris. Al momento de despedirse, pagaron la cuenta y se dirigieron a la salida. Todos se fueron, Laura se había demorado contestando unos mensajes. Cuando llegó a la salida, miró a Cris que esperaba a un lado de la calle. Le preguntó si le pasaba algo y Cris le dijo que la habían traído sus amigos porque tenía su carro en el taller, que ahora estaba solicitando un uber. Laura le dijo que no, que era tarde y si le indicaba donde vivía, con gusto la iba a dejar. A lo cual Cris aceptó.

Ya en el carro, Laura iba escuchando la radio. Últimamente era mejor así y no escuchaba cantantes en específico. La siguiente canción en sonar fue Como antes / Llane. Laura decidió bajarle un poco a la música, pero entonces Cris habló:

- Ey, es una buena canción. Por favor no le bajes volumen.
- Claro, solo es que en lo personal ya no creo en eso que llaman amor y esa canción en especial es muy empalagosa - dijo Laura.
- ¿Tú no crees en el amor? Nah, debe ser un chiste. Hubiera apostado que eras de esas chicas románticas cursis - dijo Cris.
- Jajajaja, pues hubieras perdido - repuso Laura.

Llegó el coro de la canción y Cris empezó a cantar (y por cierto lo hacía muy bien):

Quiero enamorarte como antes
De la forma que lo hacían nuestros padres
Cuando el amor era mucho más interesante
Cuando te abrían la puerta
Todo de forma correcta.

Laura solo veía de reojo a Cris cantar, cuando la canción terminó le dijo:

- Pero vea que bien canta doctora Vásquez.
- Gracias, gracias. Pero ya ves, me dediqué a otra cosa. Es mejor el mundo de los animales - dijo Cris entre risa.
- Ya veo, pero que triste. Nos tocó privarnos de su voz - dijo Laura también riendo.
- Bueno, puedo decir lo mismo en otro sentido. Seguramente por algún chico malo perdiste tu lado romántico - dijo Cris.
- Jajajaja, bueno no me gusta hablar de ello. Pero solo para aclarar, no fue ningún chico - aclaró Laura.
- ¡Lo sabía! El gay radar nunca se equivoca - celebró Cris.
- ¿Disculpa? - preguntó Laura
- Si, que el radar no se equivoca, tu me entiendes y le guiño un ojo.

Laura siguió conduciendo y cambiaron de tema. Cuando llegaron a casa de Cris, esta se bajó y le dio las gracias por haber ido a dejarla. Se despidieron y Laura fue rumbo a su casa.

Llegó, reviso a su pequeñín y se fue a su cuarto a ponerse ropa de dormir. Cuando se acostó, le cayó un mensaje, miró su celular y vio que era Cris:

Cris Vásquez: ¿llegaste bien? 🤔
Laura: si, todo bien. Gracias por preguntar.
Cris Vásquez: a ti por traerme 🤗
Laura: no fue nada, no dejaría que fueras tan tarde en taxi.
Cris Vásquez: debo compensar ese acto, ¿Puedo invitarte a cenar mañana? 🤭
Laura: claro, nos ponemos de acuerdo en el día.
Cris Vásquez: perfecto, dulces sueños.

Laura no respondió nada y sin embargo sonrió, hacía meses no sonreía así. Al cabo de unos minutos se quedó dormida...

La historia de nuestras vidas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora