Capítulo 3

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Laura llegó a su casa cansada de los eventos del día, había tomado de más en el bar con sus amigos, pero no lo suficiente para llegar de paso a dormir. Se ducho, fue a darles mimos a sus gatitos a los cuales amaba con la vida y puso algo de música en el equipo de la sala.

La canción que empezó a sonar fue Hawái / Maluma...

Recordó el momento exacto en que Rachel se la dedicó. Recién habían vuelto a hablar y rápidamente se dio cuenta que alguien más estaba detrás de ella, sabía de sobra que ella no amaba a esa persona, era imposible que ya la hubiese olvidado. Y aunque Laura estuviera planeando un viaje con ella, estaba segura que no había más que amistad y cariño de por medio, lo sentía así, sin embargo le dedicó esa bella canción que aun le seguía moviendo todo.

Después de seguir hablando un par de días más, decidieron darse una nueva oportunidad y al cabo de dos meses, Laura viajó nuevamente al país de su novia, pero esta vez por puro placer...

Sabía que merecían tenerse la una a la otra y pues así sucedió. Laura rento una habitación de hotel y esperó que llegara su amada.

Al llegar Rachel, bajó a recibirla y ayudarle a subir su equipaje, pues venía a quedarse un fin de semana con ella.
No más cerraron la puerta y comenzaron a besarse apasionadamente, tanto que les era difícil parar. Rachel fue retrocediendo hasta pegar con la cama. Y cayeron una encima de la otra. La temperatura en la habitación estaba a punto de ebullición, sin embargo tuvieron que parar porque era la hora del almuerzo y se los estaban llevando a la habitación.
Durante la comida, entre risas y miradas cómplices se decían las ganas que se tenían; fue por eso que no más se llevaron los platos y buscaron a distraerse un momento.
Laura esperaba una llamada de la oficina, llamada que no llegaba pronto. Y solo se acercaba a la cama y era imposible detenerse después. Fue por eso que después de un rato, se rindió y mejor apagó los datos móviles de su celular y decidió entregarse al amor.

Los besos al inicio eran lentos, al cabo de un momento ya estaban al límite de nuevo, es increíble lo que el amor de tu vida te hace desear con solo verle, con solo besarle.
Recuerda que al cabo de unos minutos, Rachel le dijo:
- Quítate esto, hace calor (refiriéndose a su blusa). No tuvo ni que decirlo dos veces, una a una se fueron deshaciendo de sus prendas de vestir, quedando solo en ropa interior. Laura contempló a su amor por unos segundos y decidió quitarle el sostén. Al ver sus senos desnudos, no pudo pasar desapercibidos lo erectos que estaban sus pezones y la terminó de prender que Rachel le dijo al oido:
- ¡Mira como me tienes!...
Eso le bastó y sobró para llevarlos a su boca y darles todo el amor que merecían. Los besó, succiono y luego regreso a la boca de Rachel para intentar demostrarle con un beso, cuanto la deseaba. Y así fue, luego Rachel la recostó de forma que quedará debajo de ella y terminó de quitarle la ropa; le dijo que había soñado muchísimo tiempo el tenerla así. La besó, la acarició y poco a poco se dirigió a su centro para poder darle fin al deseo de probarla. Laura arañó el cielo con cada caricia de su amada y cuando ya había tenido suficiente, imploro ella tener el control y también pudo probar el dulce sabor de Rachel. Ese sabor que le supo a cielo y que jamás olvida, ni olvidará. La degusto una y otra vez y luego para hacerle sentir todo su amor, se subió en ella y comenzaron la danza con sus cuerpos desnudos hasta que finalmente se vinieron juntas.
Esto lo repitieron una y otra vez hasta ya bien avanzada la tarde... Se podría decir, que se desquitaron esas ganas inmensas que traían desde hacía tiempo.

Quedando exhaustas, se recostaron una al lado de la otra, su fundieron en un abrazo y se dijeron cuanto se amaban. En ese preciso momento, un camarero tocó la puerta para entregar un par de toallas extras y entre risas, Rachel se metió al baño y Laura se vistió rápidamente para recibirlo.

Luego de un rato, decidieron salir a caminar e ir a cenar. Rachel de igual forma debía ir por algunas cosas a casa de sus padres. Como sus papás ignoraban que ella andaba ahí de romance con Laura, le dijo a esta que esperara en el uber y bajó sola. Se tardó una eternidad y Laura, a la que no le gustaba mucho socializar, le tocó sacar platica con el conductor ya que moría de aburrimiento y ansiedad, estando tan cerca y no poder ni conocer a sus suegros (aunque igual no hubiera sido nada bueno, puesto que ellos no aceptaban la orientación de su hija). Al cabo de unos minutos, Rachel regresó y se marcharon. En el trayecto, el conductor seguía charlando con ella, y ella por no ser descortés seguía la conversación hasta que notó la mano de Rachel sobre la de ella y al verla notó que su rostro era de pocos amigos, era claro: ¡Estaba celosa!
Como le pareció algo tierno, siguió por un rato más, luego paró porque temía que eso estropeara la noche y agradeció cuando rápidamente llegaron a su destino.
Fueron a cenar y luego a un bar por un trago, total era viernes por la noche y había ambiente. Platicaron de cosas triviales y luego antes de marcharse, Laura quería que esa noche fuera especial y memorable, es por ello que abrazó a su novia y le dijo al oído:
- Tuve sexo mil veces, pero nunca hice el amor...

Salieron del bar y llegaron nuevamente al hotel y después de preparse para dormir, Laura decidió ponerse una lencería especial para seducir a Rachel. Se quedó sin camisa y con el botón del jeans suelto y salió del baño, llamando la atención de su amada. Sobra decir que bastó una fracción de segundo para que Rachel la viera con ojos de deseo y se volvieron a entregar nuevamente por horas y horas, hasta caer rendidas.

El día siguiente salieron de paseo todo el día, se tomaron varias fotos, tuvieron desacuerdos que valieron la pena para hacer las pases con sexo. Ese sexo salvaje que habían experimentado y les comenzaba a encantar a ambas.
El domingo había llegado y era hora de dejar el hotel e irse a la capital, puesto que Laura abordaria un bus en la noche para regresar a su país, el fin de semana se les había acabado.
Cuando llegaron a la capital, caía un diluvio enorme. Se mojaron todas y tuvieron que ir en busca de otra habitación de hotel para ducharse y ponerse ropa seca. Después de unos minutos buscando, encontraron uno y después de asearse, recordaron que solo les quedaba minutos juntas y decidieron hacer el amor las veces que les fueran posibles.
Se entregaron al amor y luego al deseo lujurioso y volvieron a repetir ese sexo salvaje del cual ya eran adictas.
Cuando cayeron sin energías, se dedicaron cada una, una canción. Rachel le dedicó: Entre beso y beso / La Arrolladora Banda El Limón y Laura le dedicó la canción: Hermosa Experiencia/ Banda MS.
Sabían que el tiempo se les había acabado, Laura volvió a ducharse y al salir del baño, se encontró con una Rachel que lloraba desconsolada porque su fin de semana se había acabado. Ella se acercó intentando calmarla, pero era imposible así que se limitó a dejarla que se desahogara y después la besó dulcemente y le dijo que la amaba y que no era una despedida, sino un hasta pronto.
Rachel buscó algo en su celular y puso la canción El Reloj / Luis Miguel y se quedaron abrazas mientras la canción sonaba.

La hora de marcharse había llegado, sino perdería su autobús. Pidieron un uber y se pusieron en marcha a la estación de buses, tomadas de la mano hasta que llegaron. Laura bajó, bajo sus cosas y se despidieron. Ella subió al autobús y cuando llegó a su asiento, miró aun por la ventana a Rachel esperando por irse a casa, le tomó un minuto darse cuenta que no la podía dejar y cuando bajó rápidamente para pedirle que se viniera con ella, Rachel se subía a un taxi y este estaba arrancando. No logró siquiera gritar, solo miró como se iba el amor de su vida.
Encendieron el bus y se dio cuenta que todo su fin de semana romántico había acabado. Volvió a subir y mientras charlaba con su novia por texto, se quedó dormida.
A las 5am llegaron a frontera de su país, le escribió a Rachel para avisarle que ya había llegado a ese punto, y su novia le dijo cuanto la amaba y le agradeció por ese mágico fin de semana y le envió una imagen del día perfecto, pues cabal ese día era el día 21, del año 21, del siglo 21 (Rachel rara vez era la romántica de la relación, por lo cual sorprendió a Laura con ese gesto) Y luego también le dedicó: I Don't Want to Miss a Thing / Aerosmith.

Laura había llegado a su ciudad y el recuerdo de ese fin de semana la acompañaría siempre. Fue a trabajar y toda la tarde noche, habló con su novia, sin saber que una vez el destino cambiaría sus planes...

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Laura sintió algo de dolor en su espalda, se había quedado dormida en el sofá de la sala recordando su fin de semana de amor, apagó las luces y se dirigió a su habitación.
Era una buena noche, podría dormir como llevaba dias deseando.

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