Capítulo 21

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El vuelo iba rumbo a Ciudad de México, ahí tomarían otro hacia Cancún y de ahí se irían en un autobús rentado hasta Playa del Carmen. La mayoría de invitados estaban llegando a ese punto y pues se irían juntos.

El itinerario era llegar el viernes, participar en la cena de bienvenida y el sábado por la tarde la boda, la fiesta toda la moche y el domingo las esposas se iban de luna de miel a Europa y los demás se regresaban a sus hogares. Amanda y Charlotte habían alquilado una propiedad enorme para la ocasión.

Laura iba pensando que aun no estaba preparada para ver a Rachel, si bien es cierto llevaba tres meses con Cris, pero tenía miedo de verla y que resurgiera todo entre ellas. Pasó el vuelo intentando dormir para no pensar. Era totalmente diferente a cuando viajo la primera vez a México e iba con ella. Y ahí esta, otra vez la tenía en la cabeza.

Cuando llegaron a Ciudad de México, esperaron 2 horas para tomar el siguiente vuelo hacia Cancún. Pero como iban en grupo, no se sintió larga la espera. Cris estaba al pendiente de ella a cada rato y eso en cierta forma la tranquilizaba.

Al fin estaban en el bello Quintana Roo, la televisión se queda corta al mostrar ese hermoso lugar. Llegaron hasta el punto donde se reunirían. Laura buscó con la mirada a Rachel pero no la logró ver. Cuando el bus arrancó, se percató que de plano no estaba en el. Buscó con la mirada a Amanda y esta solo le sonrió. A lo mejor y Rachel había decido no ir.

El trayecto en bus fue aproximadamente una hora y treinta minutos. Realmente iban parando en cada estación por bocadillos.
Cuando finalmente llegaron a la propiedad que era más bien un hotel gigante de lujo, todos quedaron maravillados.
Les asignaron sus habitaciones y se dispusieron a descansar un poco antes de verse para la cena.

Laura y Cris se fueron rumbo a su habitación, era preciosa. Tenía detalles mayas y al mismo tiempo un toque moderno. Se ducharon y Cris se acostó un rato, Laura por su parte dijo que saldría a caminar un momento.

Y así lo hizo, quería conocer el lugar y necesitaba urgente al menos un tequila. Al llegar al área del bar, se sentó en la barra y pidió un shot de tequila. Se lo tomó de un solo trago.
Sentía unos ojos observándola, pero no quería voltear, así que pidió otro y otro y otro. Cuando menos acordó, alguien se había sentado al lado de ella. Podía percibir ese perfume y aroma único pero seguía sin querer ver, prefirió pensar que tal vez ya era efecto del alcohol que estaba ingiriendo.
Hasta que de pronto escuchó su voz:

- Hola Laura.

No le quedó más remedio que por fin ver a quien tenía al lado.

- Hola Rachel.
- Espero no ser la causa del porque estés tomando así, de hecho ya deberías parar. Recuerda que el alcohol puro te hace daño - dijo Rachel.
- ¿Daño? Más daño me hacen otras cosas o personas - soltó Laura.
- Aquí vamos, te escucho - dijo Rachel.
- ¿Sabes? Olvídalo, no tengo ganas de esto. Vine a la boda de Amanda y Charlotte, no a discutir contigo - dijo Laura.
- Lo sé, yo vine a lo mismo - concluyó Rachel.

Hubo un gran silencio, hasta que Laura empezó a retirarse y pidió la cuenta pero le dijeron que todo el consumo ya estaba pagado. Observó a Rachel y le dijo:

- Debo ir a mi habitación, no me siento bien.
- Te dije que te no tomaras tanto- sentenció Rachel.

Laura empezó a caminar y se fue a su habitación, cuando llegó, Cris se preocupó al verla, pero esta le dijo que solo era que le había caído pesado el trago. Que estaba bien y se acostó a dormir un rato.

La hora de la cena había llegado, Cris despertó a Laura y salieron juntas.
Era una sola mesa, realmente a Amanda le gustaba compartir con sus allegados. Empezaron a servir la cena y ella tomó una copa de champagne y dijo unas palabras:

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