Epílogo

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Sonó la alarma y Laura despertó, sintió que había dormido una eternidad.
Para estar segura, tomó su celular y se percató de la fecha, se quedó boquiabierta.
Todo había sido un sueño, la noche anterior se había quedado dormida en el sofá recordando su fin de semana de amor con Rachel en su país, luego se había ido a su habitación.
Era día sábado, solo había pasado una noche (y gran parte del dia).

Recordó cada parte de su sueño, todo había sido tan extremadamente real. El reencuentro con Rachel, el concierto, el paseo por San Miguel de Allende, la propuesta de matrimonio y Amanda y Charlotte en su vida.
Sueños así solo pueden ser señales y este, sin duda lo era.

Fue hasta la cocina y se preparó una taza de café, realmente quería llamar a Rachel, pero temía que fuera una mala idea. Accedió a Spotify y la primer canción aleatoria en reproducirse fue 506 / Morat ft Juanes, ¿acaso esa era otra señal?

Luego se alistó para salir y se dispuso a ir un centro comercial, porque efectivamente si tenía que ir por un nuevo control para su televisor, sus amados michis lo habían quebrado.

Lo compró y se fue al área de comida rápida, ya sentía mucha hambre. Observó a una señora que necesitaba ayuda con su bandeja de comida y sin dudarlo, le ayudó.
Cuando lo hizo, la señora le dio las gracias y se presentó con el nombre de Amanda...

Era la señal que necesitaba, se despidió y tomó su celular para llamar a Rachel, esperando que le contestará. Si lo hacía, tal vez aun podían tener la oportunidad de empezar de nuevo, sin pasado, solo construyendo su presente.
Sino, por fin era tiempo de decir adiós y soltar. Con suerte y después aparecería una Cris en su vida, para reescribir todo.

Apostaría una vez más y se arriesgaría, sin ninguna garantía. Después de todo, el amor no tiene porque ser simple, pero si debe ser fácil.
Por lo que habían tenido, por lo que habían sentido, valia la pena intentar. Tal vez  y no era tan tarde para que ella y Rachel escribieran juntas, la historia de sus vidas...

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