- Hola, soy _______ Akaishi, ¿Cómo... No, eso no - Dijo rayando su libreta - ¡Voy a ayudar... ¿te?... No, eso tampoco -
Akaishi, ligeramente molesta, volvió a rayar las frases que venían en su libreta.
- Toma asiento, voy a ayudarte... ¡Sí¡, Ese está bien -
Akaishi se encontraba en el consultorio de la academia practicando un saludo para sus pacientes, había estado así unos diez minutos, pues para ella era complicado ensayar para algo así. Quería que los estudiantes tuvieran la suficiente confianza en ella para que estuvieran más tranquilos cuando los ayudara, por lo que pensó que un saludo adecuado era lo primero para que las personas se sintieran cómodas.
Su ensayo fué interrumpido en cuanto tocaron la puerta cerrada del consultorio, ella fué rápidamente a sentarse y respiró ondo.
- Adelante - Dijo entusiasta
En cuanto la puerta se abrió, ella volvió a levantarse y colocó sus manos detrás.
- Toma asiento, voy a ayu... ¿Director Tatsumaka? -
Akaishi se vió sorprendida por la repentina presencia del director, pues había pasado una semana desde que le dió el trabajo y no lo había visto.
Director Tatsumaka: ¿Qué tal se encuentra, señorita Akaishi? -
- Muy bien, señor, ¿Puedo ayudarlo en algo? - Respondió amablemente
Director Tatsumaka: Verás, cada seis meses los alumnos deben hacer un examen físico, por lo que necesito que vayas junto con el profesor de educación física para ayudar a diagnosticar a los estudiantes -
- ¿Se refiere al profesor Tomioka Giyuu? -
El director asintió cómo respuesta.
- Por supuesto, iré de inmediato -
Akaishi salió y se dirigió inmediatamente al patio de la academia, ella comenzaba a familiarizarse con la escuela, en tan solo una semana ya la había conocido por completo, por lo que sabía exactamente donde estaba cada oficina y salón, incluyendo el patio donde se daba la clase de educación física.
Llevó con ella una báscula portátil y una larga cinta para medir, pues eso era lo que se requería para el 90% de los exámenes físicos que se realizaban en las escuelas.
Ella llegó y observó a todos los alumnos formados en una fila, mientras un hombre joven de cabello negro y ropa para hacer ejercicio les daba órdenes. Aquel hombre parecía lúgubre y estricto, lucía como aquellos instructores de gimnasio que no permitían un descanso hasta que estuvieras tirado sin poder levantarte, ese era el descanso.
Tomioka: ¿No te dije que no podías teñirte el cabello? - Dijo con el seño fruncido
Zenitsu: ¡Es que es mi color natural! -
Tomioka: ¡Que no me respondas! -
- Uhm... Disculpe -
Todos miraron hacia la dirección de Akaishi y ella en respuesta se encogió de hombros debido a todas las miradas, no era el tipo de chica que le gustara recibir la atención de todos, prefería solo hablar con unas pocas personas y no en frente de decenas.
- S-soy la doctora de la academia, me pidieron que viniera a ayudarle en el examen - Dijo en un tono abrumado
Tomioka: Bien -
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Amor de la vieja escuela - Sanemi x Tú
Lãng mạnDicen que la vida de un maestro suele ser aburrida después de terminar sus clases pero, ¿Qué es lo que sucede cuando alguien comienza a hacer que eso se convierta en algo mejor? _________ Akaishi es una doctora de 22 años que consiguió la oportunida...