Narración en primera persona: __________ Akaishi
Estaba ansiosa, me preocupaba demasiado la forma en la que ambos chicos reaccionarian al estar juntos nuevamente en una sola habitación, en especial por Sanemi. Él parecía estar muy molesto cada vez que se cruzaba con Tomioka y este último solo lo miraba indiferente, cosa que hacía que la situación empeorara.
La última vez que ellos se vieron, casi ocacionan una pelea en la enfermería. Lo único por lo que esperaba, es que ambos no coincidieran a la misma hora.
Ese día ni siquiera podía concentrarme en mis revisiones diarias, había algo que también me hacía estar distraída, me preguntaba: ¿Quién era la persona de la que Sanemi estaba enamorado?.
Sanemi quería practicar la forma en la que podría acercarse ella conmigo, no podía negar que de cierta forma me hacía sentir como el muñeco de prueba. Sin embargo, ayudar lo hacen los amigos, al menos eso creía.
Todo era complicado, Tomioka actuaba extraño conmigo a pesar de ser amable, Sanemi se molestaba si pasaba tiempo con otros chicos a pesar de estar enamorado de alguien y Genya se veía mal cuando estaba con su hermano. Parecía que hablarle a chicos me hacía tener algunos problemas, era muy extraño.
Al estar completamente distraída en mis propios pensamientos, no me dí cuenta que la hora del receso había llegado, hasta que la campana sonó y volví en mí. Sin embargo, no sólo la hora de comer había llegado, sino que también un estudiante al que ya conocía bastante bien.
- ¿Genya?, ¿Cuándo entraste? - Dije confunda
Genya: Lo siento si interrumpí algo, sólo llevo unos minutos aquí - Respondió mientras intentaba ocultar algo detrás de su espalda - Me iré si usted quiere -
- No, está bien - Volví a mi compostura usual - ¿Sucedió algo? -
Me acerqué un par de pasos hacia él, pero inmediatamente se sobre saltó y comenzó a ponerse nervioso, lo cual hizo que me detuviera.
- ¿Estás bien? -
Genya: S-sí, solo vine a darle algo - Dijo nervioso
Genya sacó de golpe desde detrás de su espalda un ramo de flores blancas envueltas en papel violeta.
- ¿Para mí? -
Genya: ¡Tómelas, por favor! - Exclamó mientras apartaba su rostro
- Esto... Es un muy lindo obsequio, Genya - Tomé las flores entre mis manos - ¿A qué se debe? -
Genya: ¡Usted es muy amable conmigo! - Gritó nervioso mientras devolvía su vista hacia mí
- No tienes que agradecer nada, es mi trabajo - Toqué ligeramente los pétalos de las hermosas flores - Sin embargo, esto es muy lindo de tu parte, eres un niño increíble - Sonreí cautivada
Genya no respondió nada, sólo se puso completamente rojo y su cara se volvió en una más nerviosa de lo usual. Poco después, salió corriendo de la habitación mientras temblaba con mucha fuerza.
De alguna forma, parecía como si yo asustara a ese niño cada vez que venía a la enfermería, pero no lograba entender absolutamente nada de su comportamiento, siempre era amable con él porque creía que lo hacía estar tranquilo, pero de un momento a otro su cuerpo de volvía rígido y apartaba su cara. Los adolescentes eran demasiado complicados.
Busqué algún jarrón que me sirviera como un florero improvisado, lo llené de agua, metí las flores dentro y finalmente las puse sobre mi escritorio.
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Amor de la vieja escuela - Sanemi x Tú
Storie d'amoreDicen que la vida de un maestro suele ser aburrida después de terminar sus clases pero, ¿Qué es lo que sucede cuando alguien comienza a hacer que eso se convierta en algo mejor? _________ Akaishi es una doctora de 22 años que consiguió la oportunida...