Capítulo 11

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Narración en primera persona: __________ Akaishi

Sanemi: Vaya, así que aquí es donde estabas -

- ¡Sanemi, esto no es...! -

Sanemi: Desapareciste sin decir nada -

- ¿Qué?, ¿Eso es lo que te preocupa? - Dije desconcertada

Estaba un poco sorprendida al escuchar su respuesta, supuse que al ver la escena de la que Tomioka y yo éramos protagonistas, él estaría tan molesto que en primer lugar intentaría insultar a Tomioka, pero se veía tan tranquilo que era extraño.

Durante los últimos meses, él y Tomioka habían dejado de pelear, al menos cuando estaban frente mío, y lo raro es que algo había cambiado en Sanemi. Él intentaba contener su hostilidad contra todos cuando yo estaba a su lado, era como si no quisiera que volviera a ver esa parte suya.

Sanemi: Como sea, pedí algo especial para tí, así que regresa -

Ignoró por completo a Tomioka y pasó de largo, tomó mi mano e intentó llevarme dentro, pero sentí otra mano tomándome por el hombro.

Tomioka: Shinazugawa - Dijo llamando su atención - Estaba a mitad de algo con ella -

Sanemi: No te pregunté -

Tomioka brindó una expresión de disgusto y ligera molestia.

Tomioka: Preferiría que nos dejes a solas por unos minutos -

Sanemi: Pfff - Dijo entre risas - Sigues intentándolo, ¿No es así? -

Tomioka: Sí, pero esta vez no quiero que te entrometas -

- No hagan esto otra vez, por favor - Murmuré en voz baja

Sabía lo que iba a suceder, ambos comenzarían una pelea y yo tendría que detenerlos, como si fueran dos perros peleando por un territorio.

Tomioka: ¿Por qué insistes en apartarme de ella?, pareces su maldito perro guardian -

Sanemi: Porque eres una maldita basura, la lastimaste y aún así ella te perdonó, pero yo no lo haré -

Tomioka: Arreglé mis errores y ella aceptó mi disculpa -

Sanemi: Y aún así sigues tratando de obligarla a estar contigo confesándote como una maldita cucaracha -

El ambiente era demasiado hostil como para poder detenerlo, aunque ya no me sentía incomoda por estar entre ambos como la vez pasada, sino que era más un sentimiento de fastidio.

Miré a la calle imaginando como las cosas hubieran resultado si decidía no asistir a este lugar, hubiera podido estar en mi casa, sin nadie más que me molestara, sin peleas ni ruido, sonaba como algo normal y tranquilo.

Me metí tanto entre esos pensamientos que incluso perdí la pista de la pelea que Sanemi y Tomioka estaban teniendo, hasta que sentí como una mano me jalaba del brazo y me juntaba con su cuerpo. Era Tomioka, quien me rodeaba con uno de sus brazos firmemente y con el otro tocaba mi cabello.

- ¿Qué estás haciendo? - Dije confundida

Sin que pudiera moverme, sentí como Tomioka se lanzaba hacia mí en un repentino beso, sus labios de juntaron con los míos en tan sólo un segundo, ni siquiera había podido apartarme. Él mantenía sus ojos cerrados, mientras que los míos estaban abiertos por la sorpresa, pero en cuanto recobré la postura, me separé de él y lo empujé en un impulso.

Amor de la vieja escuela - Sanemi x Tú Donde viven las historias. Descúbrelo ahora