Narración en primera persona: _________ Akaishi
Era un frío lunes por la mañana, mi casa estaba helada y muy solitaria. Los chicos se habían ido el día anterior, pues Sanemi ya podía caminar perfectamente aunque sus heridas apenas comenzaban a sanar, le había dicho que podía quedarse el tiempo que él quisiera mientras se recuperaba, pero se negó rotundamente. No insistí otra vez, creo que tres días juntos fué más que suficiente para soportarnos uno al otro, aunque dejó de intentar molestarme después de contarme sobre sus cicatrices.
Adquirí mucha información de él gracias a sus respuestas, me dijo que no todas fueron en peleas, sino que algunas solo fueron cuando jugaba siendo pequeño. Me pareció lindo escuchar aquello, era como cualquier persona, aunque una muy violenta en ocasiones.
Debía admitir que se sintió bien tener a alguien en mi casa, nunca había sentido la compañía de una persona y tenerlos a ellos dos fué interesante. Sin embargo, todo había regresado a la normalidad y las clases en la academia debían de seguir.
Estaba fuera de mi departamento, esperando el autobús, pero por alguna razón este no se veía venir por ningún lado. Esperé algunos minutos más y el autobús aún no aparecía por más que los minutos pasaban, por lo que comencé a caminar rumbo a la academia. Era un total fastidio, me tomaba 15 minutos llegar en autobús y caminando probablemente me tomaría el doble de tiempo, era oficial que llegaría tarde, por lo que intenté acelerar el paso, pero me detuve cuando un auto frenó en seco a mi lado. Me asusté un poco, pero mi calma regresó en cuanto ví a quien lo conducía.
- ¿Shinazugawa? -
Sanemi: ¿Qué estás haciendo aquí? - Preguntó con su característico tono rasposo
- Camino a la academia -
Sanemi: Vas a llegar tarde, las clases comienzan en 10 minutos - Respondió volviendo a mirar al frente
- Lo sé, pero no es culpa mía, el autobús no pasó y por eso estaba caminando hacia allá -
Sanemi me miró de arriba hacia abajo como si estuviera examinandome de alguna forma extraña, soltó un suspiró y volvió a hablar.
Sanemi: Súbete -
- N-no quiero molestarte - Dije nerviosa por su amabilidad
Sanemi: A menos que tengas un auto, no veo la forma en la que puedas llegar a tiempo y por lo visto... No tienes uno - Su voz se notaba seria como siempre - Súbete de una vez o llegaremos tarde los dos -
Hice caso y me subí a su auto, era realmente bonito por dentro y fuera, tenía un brillante color negro y su olor era fresco con un pequeño toque a pino. Sin embargo, había algo que me preguntaba y no dejaba de distraerme.
- Creí que usted no tenía auto - Dije al ponerme el cinturón
Sanemi: ¿¡Ah!?, ¿Por qué pensaste eso?, claro que tengo uno -
- Entonces, ¿Por qué el día que lo atacaron no regresaba a su casa en él?, hubiera podido evitar lastimarse - Cuestioné mirándolo directamente mientras el miraba al frente
Sanemi quitó el freno de mano y volvió a conducir sin decir una sola palabra a mi pregunta, pero a los pocos segundos volvió a hablar.
Sanemi: Los viernes nunca llevo mi auto a la academia - Respondió con una voz tranquila - Siempre voy a comer al mismo lugar y no hay estacionamiento allí -
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Amor de la vieja escuela - Sanemi x Tú
RomanceDicen que la vida de un maestro suele ser aburrida después de terminar sus clases pero, ¿Qué es lo que sucede cuando alguien comienza a hacer que eso se convierta en algo mejor? _________ Akaishi es una doctora de 22 años que consiguió la oportunida...