—El número que usted marcó no exis...
Presionó el botón rojo con rapidez y sentía la furia arder cada vez más en su ser. Yoongi lo miraba con sus ojos felinos a unos pasos de distancia, analizando la situación en silencio.
Esa mañana, Namjoon visitó el departamento de Jimin y Hoseok luego de que el pelinegro no respondió las dos llamadas que le hizo para recordarle que el día del pago estaba cerca.
Ya había encendido un foco rojo en su cabeza en cuanto la contestadora no respondió con dejar un mensaje de voz luego de una larga espera en la línea, o de perdido decirle que el número estaba ocupado, pero fue grande su sorpresa cuando le dijo que el número ya no existía. Lo más pronto posible salió hacia el departamento y sus sospechas fueron confirmadas al abrirlo y que no hubiera nadie, ni nada. Simplemente los muebles más indispensables estaban ahí, pero no había rastro de los amigos.
Se sintió traicionado, llevaba años conociendo a Jimin, se sentía en parte como su segundo padre, incluso podía jurar que tuvo más responsabilidad paterna con Jimin que la que tuvo aquel bastardo alcohólico (que en paz descanse, claro). Por otro lado, tenía miedo de que Jimin lo delatara con alguna fuente policiaca, el maldito sabía todo de Namjoon, a qué se dedicaba, dónde vivía y dónde tenía sus puntos de labor clandestinos. Podía denunciarlo con facilidad, lo explotó sexualmente por prácticamente toda su adolescencia, simplemente con eso ya se llevaría unos buenos años en prisión, imaginarse ser descubierto por sus demás mierdas podría llevarle hasta una cadena perpetua, y pudrirse en la cárcel no estaba en sus planes.
Pero había algo que le hacía sentir más que aquella preocupación de ser descubierto por la ley, aquella que le removía las entrañas en una combinación de sensaciones totalmente negativas y que nunca antes había experimentado.
Y eso se respondía con la pregunta que sacó en ese momento frente al chico pálido al que había citado en aquel lugar abandonado.
—¿Cómo demonios se les ocurrió escapar de mí? ¿En qué estaba pensando Kitty sabiendo que desde que aceptó trabajar conmigo todo de él me pertenece?
Aunque a simple vista se le veía sereno, la piel de Yoongi se erizó inconscientemente. Sabía que no era bueno tener a Namjoon en ese estado, y hasta dudaba en respirar para no alterarlo más, nadie en su sano juicio estaría cerca del criminal cuando su mente estaba así de desconectada y ardiendo en lava espesa. Pero él estaba ahí porque lo citó, y sabía que era peor si no le obedecía.
Claro que Jimin sabía el gran riesgo que conllevaría el escapar de aquella forma, y el primer paso que dió fue cambiar su celular para no ser rastreado ni molestado por Namjoon, si iba a comenzar otra vida, la iba a comenzar desde cero, sin miedos ni amenazas de por medio.
Pero la cacería ya había empezado, y Namjoon se juró en ese momento mover mar y tierra de ser necesario, pero iba a encontrar a Jimin.
•°•°•
Jungkook entró a la casa de Jin y agradeció que estuviera vacía. El mayor estaba trabajando en la empresa de su ex suegro y el padre de Jin que vivía con ellos no estaba, seguramente habría salido a uno de sus eventos deportivos para gente mayor, entendía que estar siempre encerrado en casa debía ser malditamente aburrido para un anciano que sólo quiere disfrutar sus últimas décadas de vida.
Ahora que sabía que estaba solo, se echó en la cama que compartía con Seokjin y no pudo evitar llorar en posición fetal.
Era bien sabido que desde siempre buscó la aprobación de su madre, siempre quiso demostrarle que también podía ser suficiente como su hermano, que también tenía talentos y podía hacerla sentir orgullosa, pero ahora que echaba una mirada al pasado eso nunca pudo suceder. Todos sus intentos de hacerse valer por sí mismo fueron opacados por Taehyung y solamente su padre los reconocía, y agradecía eso del hombre, pero su madre también era muy importante para él, si Jungkook tuviera una meta desde pequeño era hacer que su madre se sintiera orgullosa de lo que es y lo que es capaz de hacer.
ESTÁS LEYENDO
EN LA AVENIDA MAPO (Kookmin)
FanfictionEnamorarse de Jimin: un chico misterioso y humilde que trabaja en los semáforos no era de creerse, menos siendo Jungkook: un millonario, y un hombre casado. "-Lo conocí en la avenida Mapo. -Debes estar completamente loco, Jeon." ~ Historia originalm...