Estaba escuchando I don't know you y me acordé de tí.
Nunca pensé que encontraría a alguien que compartiera el gusto hacia la misma banda, ahora siempre que escucho a The Rose, la primer persona que viene a mi cabeza eres tú, recuerda que tenemos un concierto pendiente.
Me pregunto si estarás bien, si ya comiste, qué haces en estos momentos, y hasta que ropa traes puesta.
No puedo ocultarlo, te extraño mucho.
Sinceramente, habernos distanciado me dolió, porque comenzaba a acostumbrarme a tí, ya fuera verte o simplemente hablarte por mensaje, el hecho de saber que tenía contacto contigo me hacía feliz, pero si esta distancia te favorece a tí, no me importa tener que seguir esperando.
De mi parte, estos días en el trabajo han sido muy estresantes y pesados, apenas llego a casa, voy directo a mi estudio para escribirte una carta, después subo a ducharme y termino durmiendo profundamente. Al amanecer, lo único que me motiva es saber que antes de llegar a la empresa, paso a la oficina de correo para dejar mis cartas que sé que leerás, y es motivo suficiente para seguir adelante, porque fuera de hablarte a tí, A Jessi y a mi mejor amigo, nada más me motiva, todo es tan rutinario y sin color.
Espero que con esta segunda carta ya vayas teniendo una idea de cómo es que te percibo.
Gracias por hacer que tome mi bolígrafo de nuevo, poco a poco retomo el gusto a las cosas que me hacían felices, todo debido a tí.
Te quiero mucho, Jimin, y te seguiré esperando.
-Jungkook.
Jimin sintió su rostro quemar en sonrojo. Así como la vez pasada, volvió a encerrarse en el baño para leer la carta, como si estuviera cometiendo un delito, pero simplemente no quería que Jessi supiera acerca de eso, porque claramente se estaba contrariando.
Con dificultad, dobló la hoja con su mano izquierda, la guardó en el sobre y la escondió entre su suéter y su cuerpo, bajó la palanca del baño y salió.
—¿Todo bien? —Preguntó Jessi sin despegar la vista de su revista.
—Sí, todo bien...
Se acercó al mueble a un lado de su cama, aprovechando que Jessi le daba la espalda, pero se detuvo cuando su vista se encajó en una de las páginas que la castaña estaba leyendo.
—¿E-esa es...?
Jessi lo volteó a ver, luego regresó su vista a la revista y enseguida carraspeó.
—¿La esposa de Jungkook? Sí, es modelo.
—¿De Lynn?
—Al parecer sí...
La reacción de Jimin al inicio fue de sorpresa, no esperaba aquella información repentina, mucho menos esperaba encontrar a la rubia en una revista reconocida de moda. Después, dió paso una inseguridad enorme.
Había visto a Somi en persona, y era suficiente para saber que la chica era hermosa, pero viéndola así, arreglada tan bien, posando, tan perfecta, le hacía preguntarse qué tanto era él a lado de ella; hermosa, amable, adinerada, exitosa, reconocida. Él se percibía a sí mismo como un tipo simple, pobre, arruinado, con mala fama, fracasado. No era más que un artista callejero persiguiendo un sueño que era más imposible que posible de cumplir.
—¿Por qué la cara larga? —Preguntó Jessi. Jimin no se había dado cuenta de lo obvio que fue al sentir aquella inseguridad. —¿No te gusta que sea modelo?
—¡No, no es eso! —Se apresuró a aclarar. —Me da gusto que sea reconocida.
—¿Entonces? Ven, siéntate. Hablemos de lo que sientes.

ESTÁS LEYENDO
EN LA AVENIDA MAPO (Kookmin)
Hayran KurguEnamorarse de Jimin: un chico misterioso y humilde que trabaja en los semáforos no era de creerse, menos siendo Jungkook: un millonario, y un hombre casado. "-Lo conocí en la avenida Mapo. -Debes estar completamente loco, Jeon." ~ Historia originalm...