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Un día.

Un día sin saber de Jimin, sin verlo, sin hablarle, sin escuchar su voz. No sabía si estaba exagerando, pero ahora el tiempo se sentía tortuosamente eterno.

—Ya vine.

La voz de Jin le hizo voltear hacia la puerta casi en automático. No se había dado cuenta, pero se había comido su uña del dedo pulgar debido al nerviosismo.

—Entra, cierra la puerta.

Jin lo miró con confusión, pero hizo lo que Jungkook le indicó. Caminó hasta posicionarse frente al escritorio del castaño y se sentó frente a él, observando que estaba más inquieto que de costumbre.

—¿Qué pasó? ¿Por qué me llamaste?

—¿Recuerdas que te dije que Jimin se quedaría conmigo por unos días?

—Sí, lo recuerdo. ¿Pasó algo? —La mirada de Jin estaba muy abierta, y Jungkook no podía descifrar si era por preocupación o por pura curiosidad.

—Nada sucio o indebido que puedas imaginar. —Habló, notando que Jin relajaba su cuerpo. —Pero, aún así, pasaron varias cosas, y al final quedé confundido.

—Bueno, te escucho. —Mencionó mientras se acomodaba en la silla de una forma más cómoda e informal, cruzando un pie sobre su rodilla contraria y los brazos detrás de su cabeza para sostenerla.

Jungkook miró a su amigo por unos instantes, sabía que podía confiar plenamente en Seokjin, así que decidió hablar con toda la verdad acerca de todo lo que pasó y cómo se sentía con eso.

—Bueno... El primer día no estuvimos juntos la mayor parte del tiempo. Lo esperé desde muy temprano, al parecer su amigo no le dijo que se quedaría conmigo hasta que abrí la puerta, se veía muy lindo confundido. Desayunamos juntos, le mostré toda mi casa y le regalé un libro, esperamos a Jessi, porque la contraté para que cuidara de él mientras yo estaba aquí, y cuando llegué de trabajar, preparamos juntos la cena.

—Aww que lindos. —Seokjin sonrió. —¿Y al día siguiente qué ocurrió? Era tu día de descanso, ¿Cierto?

—Sí... Bueno, fue un día un tanto extraño. Le preparé el desayuno mientras seguía durmiendo, le propuse irnos de picnic y aceptó, cocinamos comida tradicional y llegamos a un campo hermoso. Jin... Lo que pasó ahí fue muy íntimo.

—¡¿Qué?! —La cara de Seokjin casi se desencajó ante la mención de la intimidad.

—No me refiero a esa intimidad. —Aclaró. —Me contó algo nuevo, el cómo se independizó tan chico, el trauma que le causó su padre, supe que su infancia no fue fácil, y tenía todo aquello muy guardado y refugiado en lo más profundo de su alma, así que lo desahogó conmigo. Lo abracé, lo consolé, le dije que sacara todo lo que sentía, y él atinó a dejarse hacer, me dejó ver su estado vulnerable, ¡Me confió algo importante! ¿Puedes creerlo? —Mencionó con emoción. —También pude acercarme más a él, físicamente hablando. Antes de irnos de picnic, lo ayudé a vestirse, y noté una horrible marca en su muslo por el accidente, así que lo curé. He podido abrazarlo, acercarme, curarlo y darle de comer, es increíble, porque siento las dichosas mariposas cada vez que una de esas acciones ocurre. Estar cerca de Jimin me hace mucho bien.

—Vaya, es un avance increíble, supongo que se puede decir que ahora lo conoces más.

Jungkook se quedó en silencio por un rato.

—No creo eso...

—¿Por qué?

—Siento que Jimin oculta cosas más allá, aún no sé bien todo acerca de él. La primera noche, tuvo una pesadilla, gritaba cosas como "aléjate de mí", "no me toques", "déjame en paz"... Y mencionó un nombre, no sé si escuché bien, pero era muy claro que era un nombre.

EN LA AVENIDA MAPO (Kookmin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora