Capítulo LV: Cambios

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Sophia

Las últimas semanas han sido completamente diferentes, todo se encuentra en paz y tranquilidad, mi vida prácticamente ha cambiado pero para bien y eso se siente jodidamente genial.

Me perdía en mis pensamientos mientras Eros conducía en silencio a mi lado, por un momento giró su rostro hacia mi  y sonrió, luego tomó mi mano y la llevó a su boca para besarla.

Sonreí ante ello, me encantaba cuando me demostraba lo que sentía por mi con pequeños gestos, que tal vez para muchos sean insignificantes pero para mí son importantes.

Estoy completamente enamorada de este hombre.

En este instante nos dirigimos a la casa de mis padres ya que, mi madre había insistido en que debíamos ir a visitarla, lo cual no pudimos negarnos.

Al llegar, Eros detiene el auto, toca el timbre de la casa, logrando que los enormes portones se abran  ante nosotros para poder entrar.

Eros obserbava todo en silencio, detiene el auto y bajamos de él encontrándome con  mi linda madre  esperándonos fuera de la casa con una sonrisa en su rostro.

—Hola mi niña—expresó mamá al verme.

Sonreí y me acerqué a ella para abrazarla.

—Hola mamá.
—¿Cómo estás cielo?.
—Estoy bien ,me encuentro realmente bien—respondí con seguridad.
—¡Oh hola cariño!—expresó mamá mirando tras de mí.
—Hola señora—expresó Eros con una sonrisa en su rostro.
—Oh no, dime Alba por favor y ven a abrazarme.

Eros se acercó a ella algo inseguro y se dejó abrazar por mi madre.

Sonreí al verlos, Eros se sentía algo incómodo por la efusividad de mi madre aunque la dejé ser por unos minutos y  luego me apiadé de él.

—Mamá, ya suéltalo—expreso divertida.
—Lo siento—expresa avergonzada soltando a Eros.
—No se preocupe Alba.
—Pasen tu padre se encuentra en una llamada importante.
—De acuerdo

Entramos a la casa y nos dirigimos a la sala de estar.

—Prepararé té ya regreso— informó mi madre y nos dejó solos por un momento.
—De acuerdo—expresamos al unísono.

Me senté en el sofá y Eros se colocó a mi lado.
Tomo mi mano y la beso, sonreí por ello.

—Mis padres son geniales, te agradaran— expresé.
—Los conozco— alegó— ¿recuerdas? Incluso a uno de tus hermanos.
—Cierto, tienes razón.

Había olvidado completamente que Eros había conocido a mis padres y a Chris cuando estuvimos en el hospital en Bali, luego de mi accidente.
Mi madre regresó a los minutos y nos tendió unas tazas de té.

—Es costumbre con mi madre beber té cada vez que vengo a visitarla— señalo.
—Creo que podré acostumbrarme a ello sin problemas— confirmó.
—Si deseas puedo preparar algo más un café tal vez no es problema para mí—expresó mi madre dirigiéndose a Eros.
—Oh no, no se preocupe seño.. Alba estoy bien—sonrió.
—Eres un dulce Eros.

Mi madre ya lo ama, estoy segura.

—¿Dónde está mi niña?.

Expresó papá al llegar a la sala.
Me puse de pie automáticamente al oír su voz.

—Hola papá.
—Ven a abrazar a tu padre cariño.

Me acerque a él y lo abrace, amo a mi padre.

—Hola hijo—expresó mi padre al separarse de mí.

Todo De Mi (Libro 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora