Forever & Always // Taylor Swift

two - falling in love.

OTRO DÍA DE ESTUDIO había comenzado. Astronomía era una materia que Emma amaba, le iba muy bien y siempre le ponía ganas.

—En esta hoja que les entregaré les voy a mostrar la maqueta que deberán hacer —decía la profesora Smith mientras repartía varias hojas —Deben juntarse con la persona que tenga el mismo dibujo en la hoja.

—¿Quién tiene Mercurio? —preguntó un chico, encontrando a su compañero y por lo tanto formando un equipo.

—Agh, odio los trabajos en equipo —dijo Allison.

—No son tan malos —Claire sonrió —¿Cuál te tocó?

—Júpiter —afirmó Jones.

—Mmm, creo que Lizzie tiene Jupiter —Audrey rió, Allison rodó los ojos.

—Yo tengo Saturno —habló Emma, viendo las hojas de sus compañeros. Sophia rió de repente.

—¡Si que tienes mala suerte, Em! —D'Angelo frunció el ceño —Te tocó con una de las idiotas.

—¿Con cuál? —Emma volteó.

—Con Taylor —afirmó Claire. Allison rió.

—Mucha suerte, amiga. Apuesto a que la necesitarás.

Emma finalmente se acercó a la rubia que se encontraba hablando con Selena. Miró su hoja y efectivamente ambas tenían Saturno.

—Uhm... somos equipo —habló D'Angelo, llamando la atención de Swift.

Era como un sueño, así lo sentía Taylor.

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Ambas salieron juntas del colegio dirigiéndose a la casa de Swift.

—Sí, hoy hubo entrenamiento pero mañana es el partido —respondió Emma a la pregunta de Taylor.

—¿Te gusta estar en el equipo? —cuestionó la rubia, recibiendo un asentimiento como respuesta.

—Es entretenido, creo. Me gusta, además mis amigas más cercanas están allí conmigo entonces... me divierte.

—Entiendo...

—¿Te gustaría entrar? —Swift rió —Lo digo en serio...

—No, no soy tan buena en eso. Además tus amigas me odiarían, me sentiría mal y observada todo el tiempo.

—No te odian, sólo... —Taylor miró a Emma con una mirada interrogante y sus cejas ligeramente elevadas, era obvio que tenían algo en contra de la rubia —Bueno tal vez sí te odian, pero no tienen razones.

—¿Y por qué tú no?

—Nunca vi nada malo en ti, no soy de odiar a las personas sin motivos, no me gusta.

A Taylor le llamaba la atención lo diferente que era Emma a sus amigas... bueno, por algo estaba enamorada de ella.

—Clai tampoco lo hace, no te odia.

—Eso es bueno —ambas rieron. Swift abrió la puerta de su casa y Emma entró después que la otra chica.

—Hola, cariño —saludó Andrea a su hija, luego fijó su vista en su acompañante.

—Uhm, ella es Emma. Tenemos un trabajo para hacer juntas...

—Oh, hola Emma —la chica sonrió —Está bien, cariño. Saldré a buscar a Austin.

Cuando Taylor cerró la puerta de su habitación notó a Emma observar atentamente cada detalle de ésta.

—Si soy sincera me gusta tu estilo —confesó provocando una sonrisa en el rostro de la rubia —¿Te gusta la música?