Forever & Always // Taylor Swift

sixteen - red.

RED ESTABA SIENDO OTRO éxito. Los álbumes de la cantante eran aclamados por el público y Taylor no podía estar más feliz por ello.

Su relación con Jake había terminado a principios del dos mil once. La rubia había quedado bastante mal después de esa ruptura pero igualmente siempre tuvo personas apoyándola.

Su carrera crecía cada vez más y estaba feliz de que las personas escucharan su música o se identificaran con ella. Aunque no todo era positivo debido a las críticas, lo que más se le criticaba a Swift además de que todas sus canciones eran de amor, era el ser una "cazadora de hombres".

Sus relaciones no duraban más de cuatro meses, eso era cierto, pero de todos modos no habían razones válidas para insultar a una chica de veintidós años por no encontrar a una persona adecuada para ella.

Aunque en realidad sí la había encontrado; y esa persona era Emma.

Taylor lo sabía, sabía que en algún momento volverían a estar juntas. El amor era mutuo y sincero por parte de las dos chicas, pero también sabía que Emma no estaba lista, sabía que Emma aún estaba con otras chicas y sabía que no le correspondería.

O eso pensaba.

Lo cierto era que siempre estaban esos cosquilleos en su estómago en cada tacto de parte de la chica D'Angelo. Su mente no paraba de gritarle que la bese, que era el momento, pero igualmente no lo hacía.

Lo que Taylor más amaba era cuando después de que se habían apoyado la una a la otra en algo importante, durmieran juntas en una misma cama, era algo así como una tradición.

Y hoy dormirían juntas nuevamente.

Pero sería diferente ya que Taylor intentaría besarla, intentaría hablar con ella. Lo cierto era que el amor que le tenía a Emma nunca se había ido, siempre una parte de ella aún estaba enamorada de la chica y planeaba decírselo.

Así que aquí estaban, Emma cambiándose en el baño y Taylor en la habitación del hotel. Ambas estaban en Los Ángeles por una pasarela que D'Angelo había tenido ese mismo día.

—Ven aquí —dijo Taylor mientras hacía un lugar en la cama y le daba palmaditas al colchón. Emma caminó hacia donde estaba la rubia y de igual manera se acostó —Hoy estuviste perfecta.

—Gracias, estaba muy nerviosa.

—Casi ni se notó —ambas rieron aunque la castaña pudo sentir una tensión extraña.

—¿Está todo bien, Tay? —la rubia solo fijó su mirada en las sábanas y luego suspiró.

—Emma quiero hablar contigo sobre algo que me ha venido persiguiendo hace tiempo.

—¿Hablar? —Swift asintió —Uhm... bueno, puedes decirme —ambas se enderezaron sentándose en la cama aún con las sábanas cubriendo sus piernas.

—Sé que terminamos por mi culpa, sé que si no hubiera dicho y hecho las tonterías que hice probablemente aún estaríamos juntas. Y sabes que te amo, pero... pero hace mucho tiempo noté que aún siento algo por ti —Emma frunció el ceño levemente —Me gustas desde que tengo quince años, pero me terminé de enamorar de ti a los diecisiete y no te he podido sacar de mi cabeza desde entonces.

—Tay...

—Espera, déjame terminar —interrumpió —Sé que hay posibilidades de que a ti no te pase lo mismo, eres una muy buena amiga conmigo y no quiero echar a perder nuestro vínculo por esto. Pero si sientes lo mismo aunque sea me gustaría... besarte, ahora.

Emma se congeló mientras escuchaba cada palabra que salía de los labios de la rubia, asintió rápidamente al escuchar lo último.

—¿Sí? —preguntó Taylor.