twenty eight - breakfast and confessions

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LUEGO DE LO SUCEDIDO la noche anterior, Taylor acababa de abrir sus ojos mientras fruncía el ceño al notar que no estaba en su habitación.

Luego de tallar sus ojos observó las paredes del lugar, hasta que dió con un portarretrato que le indicó en dónde estaba.

Había dormido en la habitación de Emma.

Juntas en la misma cama.

Confundida comenzó a recordar todo lo que había pasado anteriormente, haciéndola sonreír. Se retorció en la cama estirándose y finalmente miró hacia su lado, pero no había nadie allí.

Volvió a fruncir el ceño hasta que pudo oír el ruido de un secador de cabello que venía desde el baño, Taylor se regañó a sí misma por haber pensado en que quizá Emma la había dejado.

Unos pocos minutos después la puerta del baño se abrió y de allí salió la modelo con una bata rosa cubriendo su cuerpo, sus pantuflas blancas y con su cabello cayendo sobre sus hombros.

—Buenos días —Emma le sonrió mientras guardaba su peine en uno de los cajones.

—Buenos días —repitió Taylor sonriéndole de igual forma.

—Lo siento, ¿te despertó el ruido del secador? —preguntó mientras caminaba lentamente hacia el lado de la cama en el que se encontraba la rubia.

—No, no —Emma se acercó lo suficiente hasta poner una mano en la mejilla de Swift y dejar un beso en su frente.

—Ya ordené el desayuno —aseguró —Fred lo traerá en cualquier momento.

Taylor tomó la mano de la chica frente a ella y la jaló hasta hacer que se siente en la cama, sonriendo ante el acto. Swift se sentó y envolvió sus brazos en el cuello de Emma, dejando un beso en su mejilla antes de separarse.

—Gracias —susurró sonriéndole.

—No tienes que agradecer —la modelo dejó un beso en su mejilla y volvió a levantarse —Iré a ponerme un pijama, sinceramente no quiero que Fred me vea así.

Taylor rió suavemente y asintió, observando cada movimiento que la chica hacía.

—¡Pasa al baño si quieres! —dijo alzando la voz ya que estaba metiéndose a su vestidor, pero unos segundos después volvió a asomar su cabeza y miró a Taylor —¡Puedes bañarte también! Hay toallas en el cajón de allí y te prestaré ropa.

Finalmente Emma se puso uno de sus pijamas y salió de la habitación, pudo escuchar el sonido de la ducha, por lo que asumió que la rubia estaba bañándose.

Luego de unos minutos Taylor salió del baño con una toalla cubriendo su cuerpo.

—En el vestidor te dejé ropa cómoda o un pijama de gatos, tú decides —Swift sonrió.

—¿Tienes planes para hoy?

—No, es mi día libre. Probablemente esté todo el día en casa viendo películas y comiendo —hizo una pausa —Estás invitada, obviamente.

—Me agrada la idea.

Fred, su asistente, llegó luego de unos minutos con el desayuno listo. Lo dejó en la cocina a pedido de la modelo.

—Iré a buscar el desayuno, vuelvo en un momento —avisó, Taylor asintió y se sentó apoyando su espalda en el respaldo de la cama con sus piernas cruzadas. Tomó su teléfono y miró la hora, indicando que era cerca de las diez de la mañana.

Allí pudo identificar las últimas llamadas perdidas de Tom, quien se había retirado del bar en el que estaban minutos después de que la rubia huyera.

Forever & Always // Taylor SwiftDonde viven las historias. Descúbrelo ahora