forty two - folklore and evermore.

956 140 20
                                    

TODO ESTUVO BIEN HASTA aquel día. Pues pasó una de las cosas más dolorosas en la carrera de Swift hasta ese momento.

Scott Borchetta le había vendido a Scooter Braun los derechos de sus primeros seis álbumes por trescientos millones de dólares.

Era triste pensar que de siete álbumes, tan sólo uno de ellos le pertenecía actualmente.

Intentó comprar los derechos, fue lo primero que quiso hacer, pero no se los quisieron vender.

No tenía posibilidades de recuperar su trabajo.

—¿Ni por más millones?

—No les interesa el dinero —Taylor sollozó en los brazos de la modelo —Tan sólo no quieren vendérmelos y ya.

—Entiendo... lo lamento.

—Siempre tiene que suceder algo —se quejó —Siempre que algo empieza a salir bien, algo pasa. Primero el juicio, luego lo negativo de hace unos años y ahora esto...

Emma no sabía qué hacer ni qué decir, por lo que sólo optó por abrazarla y darle besos en su cabello mientras pensaba.

—Tay —la llamó —¿Has pensado en quizás
re-grabar tus álbumes?

—¿Cómo...? —Taylor enfocó su atención en la chica frente a ella.

—No puedes comprarlos, pero en teoría puedes regrabarlos, ¿no? —Swift asintió, ahora era ella la que pensaba.

—Tendría que hablar con Tree, ver algunos papeles y... y quizás sí.

Emma la había ayudado.

Otra vez.

[>>>>>]

Mayo, 2020.

Unos meses habían pasado y con ello una pandemia había comenzado. La cuarentena era obligatoria y claramente las chicas la estaban pasando juntas.

Taylor pasaba la mayor parte del tiempo en su salón de música y Emma en su habitación o desarrollando sus dotes de cocina. Pero ahora se encontraba acostada en el sofá sólo viendo hacia la ventana. Estaba lloviendo mucho y una tormenta estaba aproximándose.

Swift salió de su habitación y vió cómo se encontraba la modelo, por lo que decidió acercarse lentamente.

—¿Estás aburrida? —preguntó cuando estuvo a su lado, Emma asintió —Ven conmigo.

Taylor ayudó a que se levantara y ambas caminaron tomadas de la mano hacia aquel salón de música. La rubia se sentó en el piano y comenzó a tocar unas teclas aleatorias pero que igualmente hacían un buen ritmo.

—Tengo algo escrito —dijo Emma sacando su teléfono, pues lo había escrito en notas —Quizás puede servirte.

—¿En serio? —D'Angelo asintió mientras continuaba buscando —Quiero oírlo.

—Es para la que comenzamos con la guitarra, la de las disculpas del chico —Taylor asintió, tomó su guitarra y comenzó a tocar la melodía, ambas comenzaron a cantar el estribillo.

—...I'm only seventeen, I don't know anything
But I know I miss you.

Ahora en esta parte es como que tienes que seguir el ritmo pero como si estuvieras furiosa, ¿se entiende?

Forever & Always // Taylor SwiftDonde viven las historias. Descúbrelo ahora