eight - you are perfect.

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EMMA HABÍA LOGRADO PASAR la prueba para obtener la licencia de conducir. Ya había tenido dos largas semanas yendo de aquí a allá; había salido, había ido de compras, había paseado con sus amigas, etcétera.

Sus padres se habían ido a San Francisco por una boda de unos conocidos, por lo que Emma tenía "casa sola".

Pero su plan estaba enfocado en Taylor. La había pasado a buscar y la idea principal era salir a cenar, pero el plan se vió afectado por la cantidad masiva de lluvia y la tormenta pronosticada horas antes.

De todas formas salieron, Emma pasó por su casa e inmediatamente condujo hacia el restaurante de sushi.

—Vuelvo en un momento —le avisó a la rubia antes de bajarse del auto y prácticamente correr hacia el restaurante. Compró el sushi que más les gustaba a ambas, dos Coca-Cola y volvió lo más rápido que pudo al vehículo.

—Hace tiempo no llovía así —habló Taylor viendo por la ventana.

—¿Te parece bien si nos detenemos cuando lleguemos hasta abajo del puente? No hay gente allí y la lluvia es muy intensa como para seguir dando vueltas.

—Si, está bien —respondió sonriéndole. En cuanto Emma aparcó el auto ambas comenzaron a cenar mientras hablaban de absolutamente todo, cualquier tontería que se les venía a la cabeza era tema de conversación. Pero entre esos temas la gran mayoría eran planes a futuro, hasta que Emma pensó en un plan para ambas.

—Deberíamos ir al cine la semana que viene —propuso, Taylor asintió —Yo invito.

—Oh no —la rubia negó con su cabeza —Siempre quieres invitar tú, déjame hacerlo.

—Pero yo propuse el plan, yo estoy invitándote.

—Déjame invitarte —pidió, Emma negó —Por favor... no quiero que pagues todo tú.

—No me molesta hacerlo, Tay —respondió con una sonrisa mientras le quitaba la tapa a su botella de Coca-Cola y bebía un sorbo.

—Yo invitaré —aseguró la rubia.

—Que no —Emma rodó los ojos.

—Que sí.

—Que no.

—Que sí.

—¡Que no!

—¡Que sí! —Swift comenzó a reír mientras tomaba la mano de la otra chica.

—Dame un beso que me haga cambiar de opinión —Taylor elevó sus cejas con sorpresa pero sin quejarse unió sus labios con los de Emma, dándole un picoteo.

—¿Conforme? —preguntó la rubia separándose con una sonrisa burlona.

—Claro que no —respondió Emma besándola nuevamente. Esta vez el beso era diferente, mucho más profundo y necesitado. Las manos de Taylor estaban en su cuello mientras que la mano izquierda de la otra chica estaba en su muslo.

Fue Swift la que se separó por falta de oxígeno, pero inmediatamente volvió a besarla. Ahora la mano de Emma subía y subía hacia su trasero, sin llegar a tocarlo.

—¿Ya estás hormonal? —habló Taylor riéndose suavemente.

—Vamos al asiento de atrás —ordenó. Ambas se bajaron y volvieron a subir a los asientos traseros.

La lluvia continuaba igual de fuerte, por lo que las dos chicas entraron con el cabello un poco mojado.

—Mierda —se quejó Taylor —ya me mojé.

Un estallido de risas adornó el ambiente dentro del vehículo, y es que no fue hasta unos segundos después que la rubia cayó en cuenta sobre lo que había dicho.

Forever & Always // Taylor SwiftDonde viven las historias. Descúbrelo ahora