Capítulo 8

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"Apresurense, ya es tarde"

"¿Quién fue el que se levantó último, Skawng?"

Lo'ak le sacó la lengua antes de comenzar a dar vueltas por el lugar.

"Ya deja de llorar, casi acabo"

Neteyam rió, pero su burla fue interrumpida cuando Kiri ajustó más su corset, sacándole el aliento  de un golpe.

"¡Lo siento! Esto es complicado" sus dedos rápidamente soltaron un poco más los cordones.

Neteyam le restó importancia con un gesto. Se habían despertado hace horas, a excepción de Lo'ak, de la noche más exhaustiva que habían pasado. Su cuerpo aún estaba adolorido por el largo viaje, teniendo los músculos agarrotados, por la posición de montura. Sus estómagos momentáneamente saciados por los alimentos que el líder Tonowari les había ofrecido, pero extrañados por los nuevos sabores que probaron. Las frutas Metkayinas tenían un sabor ácido cuando no se comían frescas, y los vegetales tenían una textura curiosa y húmeda para sus papilas gustativas acostumbradas a los frutos secos y semillas del bosque.  Comieron por hambre y por necesidad, pero se arrepentía de no haber llevado alimentos de su hogar. Durmieron todos juntos en un gran e improvisado nido, para poder estar lo más cerca posible, pero Neteyam ya había vislumbrado un rincón donde podrían colgar sus capullos para sentirse más como en casa.

Soltó suavemente el aire, colocando una mano sobre su estómago, que estaba cubierto por el cuero. Era consiente que sería incómodo para nadar bajo el agua, pero debía hacerlo. Sus padres habían partido apenas salió el sol para poder recolectar alimento, entonces Neteyam debió pedirle ayuda a su hermana para colocarse la prenda.

Cuando ella acabó, estaba por darse la vuelta, pero sintió sus brazos envolverlo desde atrás, en un abrazo, mientras apoyaba su frente contra su espalda.

"¿Seguro estaras bien?" Murmuró.

Neteyam sin dudarlo dos veces se volteó y la envolvio en sus brazos, apoyando su mejilla sobre su cabeza. Aún después de lo todo lo que pasó, de que tuviera que abandonar su hogar y su eterno amigo en el bosque, aún así se preocupaba por él, ella: Kiri, quien estaba malhumorada todo el día; Kiri, que no soportaba las muestras de afecto; Kiri, que ahora estaba abrazándolo cómo si no tuviera la culpa de que estuvieran aquí  ¿Cómo no amar a su hermana?

Neteyam y Kiri tenian una relación especial, ambos tenian pocos meses de diferencia de edad, prácticamente como si hubieran nacido juntos. Ambos hermanos mayores, siempre cuidando de los menores. Y ambos con una conexión espiritual muy especial debido a la bendición de Eywa, aunque ellos aún no lo supieran.

"Estaré bien, ma'Wayta. No debes preocuparte, ese es mi trabajo" 

Amaba esto, aunque no lo dijera, era muy dado al contacto físico. Siempre una sutil caricia en la cabeza, o un ligero golpe de hombros, lo hacia sentirse menos extraño con su propio cuerpo.

De repente sintieron dos brazos rodeandolos con fuerza.

"Son tan tiernos que me dan asco" susurró Lo'ak sobre sus cabezas, como si les hubiera dicho que los quería.

Neteyam soltó a Kiri y empujó a su hermano entre risas "Skawng" dijo con una sonrisa.

"¡Vamos, muevan el culo!" Los apresuró hasta la entrada de la casa "Llegaremos tarde"

"¿Culpa de quien será?" Preguntó Kiri rodando los ojos.

"¿Y porque tan apurado, bro?" Dijo burlesco Neteyam.

Lo'ak, sin decir nada giró rápidamente para salir de marui

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"¿Por qué tardan tanto?"

Te veo, hijo del agua.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora