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—¿Y todo esto lo hiciste tú? - le preguntó al menor que tenía al costado.

—Tal vez - respondió evitando cualquier tipo de contacto visual que pudieran tener.

Exhalo una pequeña risa al ver cómo ahora su habitación estaba llena de mariposas de papel, sabía que al menor le encantaba hacer origami en su tiempo libre pero esto si que era otra cosa.

Mariposas de varios colores y tamaños se encontraban esparcidas por todas partes, incluso habían unas pegadas al techo y otras flotaban con un hilo pegado en ellas, su novio si que lo logró sorprender esta vez.

—Era esto o llenarla de gomitas. - escucho hablar al menor e inmediatamente volteo a mirarlo.

—¿Gomitas?

—Si, gomitas de panditas. Iban a ser mi pequeño ejercito.

—Ambos sabemos que no iban a durar si es que llegabas a hacerlo. - Beomgyu se encogió de hombros.

—Puede ser, puede ser. En fin, ¿te gustan las mariposas? - su vista viajó por toda la habitación al querer comprobar que todo se viera perfecto.

—Están muy lindas, pero las que están pegadas al techo se llevan toda mi atención. ¿Tuviste que usar una escalera para llegar hasta ahí? - señalo arriba suyo con una sonrisa burlona.

—Muy gracioso burlarte de mi estatura, Choi Soobin.

—Sabes que ese es mi trabajo, no puedes juzgarme.

—A la próxima te usaré de escalera. - miro al mayor con el ceño levemente fruncido.

Se abstuvo de soltar una risa al verlo "enojado", Beomgyu enojado le daba mucha ternura, demasiada.

Lo miro cruzarse de brazos y entrar en su modo "estoy enojado, no me toques". Chillo de ternura internamente y fue hasta él para abrazarlo por la cintura.

—Me encanta que hagas este tipo de detalles, cada que regresó de un día largo y agotador siempre me recibes con alguna de tus locuras. - le hablo al oído - Y en verdad aprecio que te tomes el tiempo para hacerlo, haciendo este tipo de cosas solo haces que me enamoré más de lo que ya estoy. - dejo un tierno beso en su mejilla.

—Respondería a lo que me acabas de decir pero eso significaría ponernos cursis. - Beomgyu solo se limitó a dejarle un casto beso en los labios.

—¿Qué tiene de malo ponernos cursis?

—No tiene nada de malo, solo que después nos ponemos de cariñosos y mimosos. - Soobin iba a hablar pero sentir los labios contrarios lo dejaron callado y sonriente - Debes de estar cansado, ve a darte una ducha para que vayamos a cenar.

—¿Me llevarás a cenar?

—Cuando tenga dinero y tiempo lo hago. Los chicos no tardan en llegar y la cena esta a nada de estar lista.

—Me bañare mañana, ahora quiero quedarme abrazado a ti por más tiempo.

—Soobin... Ve a bañarte. - ordenó dando palmaditas en su hombro.

—No quiero, así estoy bien. - se negó aferrándose más al menor.

El menor suspiro cerrando los ojos, tenía que seguir insistiendo o se quedarían ahí hasta el día siguiente.

[...]

Sus intentos de salir de los brazos contrarios fueron en vano, por más que insistió no funcionó en lo absoluto, estaban ahí desde casi media hora y sus piernas comenzaban a dolerle. Los demás chicos no tardarían en llegar a casa y es probable que vuelvan igual de cansados como él lo estaba hace unas horas.

Intentaría convencer a Soobin de que lo deje ir para acabar la cena, y si no lo lograba tendría que usar la fuerza, la paz nunca es opción cuando su cocina esta en juego.

—Soobinnie~

—No. - dijo cuando reconoció el tono meloso en la voz de su novio, sabía lo que le iba a pedir y el no queria.

—¡Pero dejame terminar!

—No, no y no. Nos quedaremos así hasta que mis piernas duelan.

—... ¿No te duelen las piernas?

—No, ¿a ti te duelen? - preocupado por su menor lo miro.

—Estamos parados desde hace media hora, ¡¿y me estas diciendo que no te duelen?!

—No me duelen. - afirmó dándole un beso en la frente.

—Ni mi dilin - imitó la voz del mayor.

—Es tierno cuando imitas mi voz.

—¿Me dejas ir?

Soobin iba a responder pero fue interrumpido por un Kai exaltado que abrió la puerta de un solo golpe, casi le rompe su puerta.

Beomgyu vio con sorpresa al menor presente, se veía cansado y muy agitado, algo así como si hubiera corrido una maratón. ¿Qué fue lo que sucedió para que este así?

—¡BEOMGYU! ¡SE QUEMA LA COCINA! - los gritos de Yeonjun desde el primer piso le hicieron entender.

—¿Estabas cocinando? - la voz de Soobin y el grito de Yeonjun le hicieron recordar que no había apagado la estufa.

—¡Mi comida! - grito saliendo del agarre de Soobin para salir corriendo hasta donde estaba Yeonjun, casi se caía unas cuantas veces al tener las piernas dormidas.

Soobin y Kai se miraron unos segundos, el primero no entendía el que sucedía y el segundo trataba de recuperar el aire.

Ese día tuvieron que comer ramen, menos Soobin, a ese le dieron la comida quemada por ser el "culpable" del incidente.

ʚUn conejo y un osoɞ [Soogyu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora